Este lunes, familiares de 90 soldados argentinos viajaron a las Islas Malvinas para la identificación de las tumbas en el Cementerio de Darwin. Entre esos familiares, de Luján viajaron Mirta Baldelli de Hüdepohl y Florencia, esposa e hija, respectivamente, de Enrique Hüdepohl, quien murió el 10 de mayo de 1982 muy cerca del Estrecho de San Carlos luego de que fuera bombardeado el Buque Islas de los Estados.
Partieron desde Ezeiza durante la madrugada y aterrizaron en la base militar de Mount Pleasant. Desde allí, se dirigieron directamente al Cementerio, ubicado a unos 80 kilómetros para participar de la ceremonia que duró alrededor de una hora. Sólo se les permitió llevar un rosario fluorescente y dos flores blancas de tela -no se aceptó el ingreso de material orgánico- para depositar en cada tumba.
La ceremonia religiosa fue oficiada por el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Buenos Aires, Monseñor Enrique Eguía Sequí, junto a los líderes católicos padre John Wisdom y el protestante, reverendo Mercer. Y tras las oraciones, un grupo de gaiteros de la Guardia Escocesa homenajeó a los caídos con “El lamento”, un toque militar de conmovedoras y largas notas que se usan en los entierros militares en los distintos países para honrar a los caídos en combate.
Al término de la actividad, María Fernanda Araujo, presidente de la Comisión de Familiares de caídos en la guerra se dirigió a todos los presentes. Y luego, se hizo entrega de dos “Rosas por la Paz”, una artesanía colectiva iniciada por el orfebre Juan Carlos Pallarols y realizada con material bélico de la Guerra del 1982 como cápsulas de balas y otros objetos que fueron encontrados en el campo de batalla.
Una vez finalizada la ceremonia, los familiares emprendieron el regreso a Ezeiza y más tarde se brindó una conferencia de prensa para informar sobre el viaje.
Proceso de identificación de las tumbas
A principios de enero finalizó el trabajo para identificar los restos de los soldados argentinos enterrados en las Islas Malvinas, una de las noticias más importantes sobre el tema desde el fin de la guerra, en junio de 1982. Y allí se confirmó una noticia esperada durante 35 años: la identidad del lujanense Enrique Hüdepohl, quien murió el 10 de mayo de 1982 muy cerca del Estrecho de San Carlos luego de que fuera bombardeado el Buque “Islas de los Estados”.
En ese momento, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) entregó al Secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, el informe para identificar a 90 de los 121 soldados caídos que permanecían como “NN” en el Cementerio Darwin de Malvinas, bajo la leyenda “Soldado argentino sólo conocido por Dios”.
Y desde ahora, los familiares de los soldados argentinos sepultados sin identificación en las Islas Malvinas podrán finalmente cerrar una herida abierta durante 35 años. Así lo había anunciado la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación, que encabeza Claudio Avruj, a través de un comunicado.
La confirmación del viaje se dio algunos días después del encuentro de los familiares con el canciller Jorge Faurie y la subsecretaria de Malvinas de la cancillería argentina, María Teresa Kralikas, en el Palacio San Martín.
El proceso de identificación comenzó en junio de 2017, cuando una misión del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) estuvo dos meses en el Cementerio de Darwin con el objetivo de extraer muestras genéticas de los restos de los soldados.
De los estudios de reconocimiento participaron 14 especialistas forenses de Argentina, Australia, España, Chile, México y el Reino Unido. Y durante un trabajo arduo, los profesionales a cargo realizaron una exhumación de cada cuerpo, en una morgue de alta tecnología instalada en las propias Islas Malvinas.
El acuerdo entre los gobiernos de Argentina y Gran Bretaña para dar luz a la identidad de los 121 soldados que permanecían como “NN” en sus tumbas, consistió en el desentierro de los cuerpos para llevar a cabo muestras de ADN, para luego ser dispuestos a su tumba original con todos los cuidados requeridos. En ese marco, el prestigioso equipo argentino de Antropología Forense fue uno de los principales actores del grupo de profesionales que llevaron a cabo la identificación.
Enrique Hüdepohl
Enrique Joaquín Hüdepohl nació el 30 de octubre de 1947 en Luján. Hijo de inmigrantes, su padre alemán y su madre rusa, fue el menor de cuatro hermanos. Realizó la primaria en la Escuela N° 11 de Luján, sin poder continuar sus estudios secundarios debido a que su padre por considerarse ya mayor creyó conveniente que comenzara a trabajar junto a él y a su otro hijo en el campo. Paralelamente, trabajó en la Panadería Lucca donde aprendió el oficio de pastelería y también logró dedicarse a la fotografía tanto en el ámbito profesional como laboral.
En 1971 se casó con Mirta Isabel Baldelli y al año siguiente nació su primera hija, Mercedes. Mientras que en 1977 llegó Elizabeth y en 1980 su hija menor, Florencia.
Comienza a trabajar en el año 1973 en Transportes Navales, empresa de la Armada Argentina, donde acompañaba su práctica con estudios en forma autodidacta con el anhelo de progresar en su trabajo, formándose continuamente y rindiendo exámenes libres en la Marina Mercante para obtener el Título de Oficial Civil.
En Transportes Navales se desempeño como mecánico maquinista realizando diversos viajes al Sur Argentino, entre los cuales una vez al mes el destino eran las Islas Malvinas con el fin de proveer a la población isleña de variados productos para su subsistencia.
Y según recordó el portal El Malvinense, sucedido el conflicto bélico que enfrentó a nuestro país con el Reino Unido por las Islas Malvinas, Enrique Hüdepohl fue convocado mientras se encontraba de licencia para abordar el Buque “Islas de Los Estados”, que puesto bajo el mando de la Fuerza Naval debía atender numerosas misiones de transporte de equipos, municiones, víveres, combustible y aún hacer operaciones de minado en las aguas de Malvinas.
Mientras algunos civiles que ya estaban a bordo del buque decidieron volver a tierra, él decidió cumplir con su responsabilidad, la patria y sus compañeros. Y encontrándose en el buque para proveer a nuestras tropas, perdió su vida cuando lo hundieron llegando al Estrecho de San Carlos la noche del 10 de mayo de 1982. Eran alrededor de las 22, cerca de Puerto Howard Y, en una de las tantas misiones de transporte, cuando fue atacado por la fragata británica HMS “Alacrity”, cuyos cañonazos dieron en la carga de combustibles y municiones que llevaba. El Buque “Isla de los Estados” explotó y desapareció junto con casi toda su tripulación en pocos minutos.