Transforman su andar… en pasos que dibujan en movimientos cada personaje. Transforman sus cabellos… le ponen vientos de escena a esas pelucas que los hacen altos y coloridos y lacios y rulientos.
Transforman el gesto… lo adornan de labiales, rimel y pestañas encorvadas que saludan al público en cada pestañeo de felicidad, cuando esos maquillados ojos ven tanto cariño que llega desde las butacas. Porque el género del transformismo se está ganando eso: el aplauso sostenido y aprobador de esta manera de actuar y hacer sobre las tablas. ¿Ser alguien que no se es…? Cuando el telón se abre, indudablemente, quien pisa a pura pasión el escenario es eso que la gente ve y escucha. Es lo auténtico, porque está sostenido en el amor por el teatro.
Entonces, el transformismo presenta una y mil formas de modificarse por fuera y por dentro en una calesita de colores en el alma, en una marea de voces, en un arco iris de vestimenta que hacen del show, un todo atrapante.
Y desde Luján, Santiago Curcio, el actor que desde hace varios años se dedica al transformismo, nuevamente y por cuarta vez consecutiva bajo la producción de “El Bloke”, recorre la alegría de los turistas en la zona costera, en esta temporada con dos shows -“Las marginales” y “Las incorrectas”- durante las noches de este 2019 en el Club de Pesca de San Clemente del Tuyú y en el Teatro Amarcord de Santa Teresita.
“Esta es la cuarta temporada que estoy con ‘El Bloke producciones’ en la costa”, decía Santiago Curcio en diálogo veraniego y en un rato de la tarde mientras preparaban junto a todo el elenco las funciones que en breve pondrían en escena, producidos por Gustavo Ciuffi y ante la dirección general de Maxi Lovrincevich, de “El Bloke”.
“En estos años hemos aprendido mucho, sumado, innovado …uno siempre va aprendiendo, esto para muchos también es una escuela porque te encontrás con una gran cantidad de artistas que te brindan su experiencia y podés crecer muchísimo y además del crecimiento artístico, hemos innovado también en vestuario nuevo, en cuadros en escena, en iluminación, entre otras cosas”, señalaba.
Al margen y sin corrección
Al menos eso sugieren desde los títulos de las obras que están presentando y que tienen en escena el arte del transformismo de Fabián Sigot, Pablín Fridman, Nahuel Sánchez y el propio Santiago, artistas que vienen teniendo el éxito de no solo cantidad de público en sus funciones, sino la calidez en la respuesta del mismo hacia cada una de sus interpretaciones.
“La temporada viene muy, muy bien, mucha gente se acerca a los shows. Los horarios son varios y rotativos, porque tenemos tres elencos, pero empezamos a las 23 y el último show es a la 1:30, son dos o tres shows por noche”, decía Santiago y detallaba: “Estamos haciendo ‘Las marginales’, que es un show en el que hacemos de presidiarias y en el que son muchos cuadros cómicos, con una apertura, hay partes que son cuadros bailados, tiene parte emotiva donde se habla de quiénes somos y de todo el esfuerzo que se hizo para llegar a donde estamos”, decía el actor lujanense. Y mencionaba el estar haciendo además otro show llamado “Las incorrectas”, ambas puestas premiando a todo aplausos esta carrera artística elegida.
“Trabajar de lo que a uno le gusta la verdad que es un placer, son pocas las personas que pueden trabajar de lo que aman, de lo que les gusta. Esto no es una carga para nosotros. Es una responsabilidad, sí, pero no una carga, porque trabajar de esto es increíble, tener ahí la respuesta de la gente, el saludo, el beso, el abrazo que te dan, todo eso no tiene precio”, sostenía desde la emotividad de este artista que hemos visto crecer desde sus primeros andares en nuestra ciudad, donde continúa siempre apostando al teatro local y a donde regresará en marzo y ya previendo ofrecer una cena show en un lugar y fecha a determinar, además de siempre estar dispuesto a las contrataciones para los shows a nivel privado, empresarial, familiar.
“Seguramente voy a estar haciendo algo en Luján con algunos de los artistas que me acompañan acá en la costa”, decía y ya la tardecita, con sonido a mar, se hacía música audible guardada para mañana, porque se venía la noche y el camarín los recibía con todos los elementos necesarios para transformarse y hacer y ofrecer, eso que son siempre, pintados o no: artistas.
Buena temporada para Santiago y el elenco de este género que se ganan en estos shows aptos para todo público, el resultado del trabajo en el arte: sonoros y sostenidos aplausos.
Nota: Lili Ricciardulli