Una vez más se llevaron a cabo diversos eventos culturales y religiosos en Luján para recibir la Semana Santa. En ese marco, el viernes el Grupo Catequístico Emaús realizó el “Vía Crucis Viviente” por las calles de la ciudad, que tuvo como objetivo que cada momento sea una invitación a meditar y reflexionar. Y una vez más, mucha gente presenció este sentido acto piadoso de acompañar a Jesús en sus últimas horas de sufrimiento y humillación hasta la muerte en la cruz.

Y como cierre de las actividades de Semana Santa, este domingo de Pascuas se realizó la tradicional celebración de la “Quema de Judas”, que se lleva a cabo en nuestra ciudad desde la época de Don Enrique Udaondo, allá por el año 1935.

Todo comenzó minutos después de las 20 en la Avenida Nuestra Señora de Luján con la actuación de las bandas de música “9 de Julio” de los Bomberos Voluntarios y Rerum Novarum de Jáuregui.

Acto seguido, se dio inicio al desfile de los Cabildantes, presidido por el Alférez Real Don Juan de Lezica y Torrezuri con el Real Estandarte, símbolo de la Majestad del Rey. Y luego lo hicieron los Cabezudos y las agrupaciones tradicionalistas Virgen Gaucha y Círculo Criollo Martín Fierro, que avanzaron desde la Plaza Belgrano hasta la Terminal, donde se procedió a la Quema del tradicional muñeco de trapo.

En ese contexto, los gauchos y paisanos representaron al pueblo de la campaña y a los romeros o peregrinos que se acercaban a rendir culto a Jesús en Semana Santa, así como los denominados “cabezudos” con vestimenta de nuestros campesinos, como en las fallas valencianas.

Fotos: Yanil Auce

El desfile avanzó hasta la calle Almirante Brown, donde se quemó el “Judas” representado por un muñeco de sayón, que sostenía en cada mano un látigo y una bolsa que simbolizaba el contenido de 30 monedas de oro. Este muñeco que se quema representa los pecados, el egoísmo, la soberbia y el nacimiento de una vida nueva.

“Una vez más revivimos en Luján, tal como lo hiciera Don Enrique Udaondo en épocas pasadas, la ceremonia con que se festejaba la Resurrección del Señor en tiempos de la colonia. El festejo, llamado popularmente “Quema del muñeco”, atraía gran cantidad de público que asistía entusiasmado a las diversas atracciones del Sábado de Gloria: repique de campanas, salvas de artillería, cohetes y descargas de armas de fuego. Por último, ante la gran expectativa de los presentes se quemaba el muñeco”, recordaron desde la Comuna.

Y agregaron que “es bueno evocar aquellos tiempos que forman parte de nuestra historia y nuestra tradición, cuando nuestra ciudad era apenas una Villa, pero ya estaba plantada en estas pampas con su gente y sus costumbres”.

Para dar por finalizada la celebración, el cielo de Luján se iluminó con un gran espectáculo de fuegos artificiales.