Alrededor de la quinta Campo Blanco de la localidad de Open Door se vivió el domingo un violento episodio. El responsable, según denunciaron sus vecinos, fue el sereno de un criadero avícola ubicado al lado de la casa, quien aparentemente realizó varios disparos con un arma de fuego y uno de ellos mató a un perro de una proteccionista y vecina de la localidad.

La noticia se conoció a través de las redes sociales de María Paula García Pultera, vecina y proteccionista de animales, quien el domingo posteó en su cuenta de Facebook: “Hoy es un día muy triste… El encargado del criadero de pollos de al lado de la quinta donde trabajamos en Open Door, le pegó un tiro a Calu, el perro de la quinta. Me avisaron enseguida y lo trajeron para Pilar para llevarlo a la veterinaria pero lamentablemente, cuando nos encontramos y subí al auto, Calu ya no respiraba… El dueño del criadero de pollos, Carlos Putzeys, llamó al dueño de la quinta, y le dijo que su encargado era un tipo responsable… Hizo el disparo a las 9,10 de la mañana, habiendo en el lugar 6 adultos y 5 chicos, entré ellos mi hija. Hicimos la denuncia en la Comisaría 3 de Luján y pasa a la Ayudantia fiscal UFI 10, a cargo de la Dra Caubu. Por lo pronto, el que disparó no fue detenido, sigue en la polleria con el arma con libertad absoluta de seguir disparando. El señor Putzeys, lejos de disculparse hizo llamadas amenazantes porque no quería que denunciaramos el hecho. Ni siquiera tuvo en cuenta que su encargado podía haber herido o matado a alguno de los que estaban allí, ya que la muerte del perro le pareció un hecho sin importancia. Por favor, ayúdenme a difundir este hecho por Calu y por todos los perros víctimas de salvajes que resultan impunes. Si alguien tiene contactos para que yo cuente esto en algún diario o noticiero, por favor me avisa”.

Tras esto, diversos medios de alcance nacional como Crónica, TN, Infobae y Minuto Uno, entre otros, publicaron la noticia en sus sitios.

El perro murió camino a la veterinaria. Pero el temor de los vecinos se agigantó porque podría haber sido mucho más grave, ya que la víctima podría haber sido una persona. “Este hombre comenzó a disparar premeditadamente. Uno de esos tiros mató a uno de los perros, pero podría haber ocurrido una masacre”, advirtió Paula García Pultera. Es que cuando ocurrió el ataque, alrededor de Calu había por lo menos cinco chicos de entre 3 y 12 años y algunos adultos, consignó TN.

“No sabemos de qué es capaz”, se lamentó la mujer, que además -según relató el medio capitalino- cuestionó la actitud del dueño del criadero una vez que se enteró del hecho. “Lejos de disculparse hizo llamadas amenazantes porque no quería que denunciáramos el hecho”.

Hoy es un día muy triste… El encargado del criadero de pollos de al lado de la quinta donde trabajamos en Open Door,…

Publiée par Maria Paula Garcia Pultera sur Dimanche 26 mai 2019

 

De acuerdo a su relato, tampoco obtuvo respuestas en la Policía ni en la Fiscalía. “No le sacaron el arma ni fue detenido, solamente le tomaron los datos”, advirtió en TN la mujer, y sostuvo que ahora tienen miedo a las posibles “represalias”.

“Esperan que pase una tragedia y después actúan, parece que alguien puede disparar contra gente inocente, sin que tenga ninguna consecuencia por esa locura”, manifestó, y remarcó: “Eso representa un latente peligro de muerte”.

“Escuchamos un disparo, me vinieron a buscar corriendo y me dijeron: ‘Le pegó al perro'”, contó por su parte a Infobae Ernesto Blanco, el dueño de la quinta. Enseguida supuso que se referían a un hombre que trabaja como encargado de un criadero de pollos lindante a su casa, que, según recordaron los vecinos, porta un arma y en otras oportunidades la disparó sin motivo alguno.

“Una vez hace un año y medio disparó al aire y le pegó al caminador de los caballos”, agregó Paula García Pultera, que alquila un lugar en la caballeriza, donde a veces también lleva perros que rescata de la calle y es madre de una de los nenas que estaba cerca del perro cuando le dispararon.

Preocupados por un posible nuevo ataque del sereno, los vecinos radicaron la denuncia en la Comisaría Luján Tercera de Open Door y la causa quedó en manos de la UFI N° 10 de Luján.