La Copa América 2019 tuvo lugar en Brasil, país donde el fútbol se vive de manera única y efervescente. Uno podría pensar que la afición de los brasileños por este deporte se vería reflejado en un torneo muy concurrido y en estadios repletos de espectadores. Sin embargo, tan sólo a través de las imágenes televisivas pudo constatarse que los estadios permanecieron casi vacíos. ¿Cómo se explica este fenómeno?
Cifras de asistencia
Si bien la competencia favorita de los brasileños es el mundial, la Copa América también es una ocasión especial, ya que se trata de un torneo de selecciones con gran historia. Además, este año contó con la presencia de enormes figuras deportivas como Messi, e incluso Coutinho representando a la selección de Brasil, por lo que no habría motivo para restarle valor o importancia.
Sin embargo, las cifras sobre las asistencias indican otra actividad. Durante la Copa América 2019 los estadios se mantuvieron vacíos, y en los primeros partidos se registraron tan sólo 25 mil personas. Si bien la edición anterior que se disputó en Chile presentó una cifra similar, lo cierto es que los estadios brasileños tienen capacidad para albergar a muchos más espectadores. Se dice que los partidos que tuvieron una concurrencia mayor fueron los de Brasil-Bolivia, con casi el 70% de su taquilla vendida, y en segundo lugar el de Argentina-Colombia, con un porcentaje parecido. Se estima que el porcentaje promedio en la concurrencia de espectadores fue menor al 40%, lo que le quita espectacularidad al evento y puede parecer menos emotivo incluso para las mismas selecciones.
Cifras de recaudación
Podría pensarse que la poca concurrencia a los partidos se traduciría en una baja recaudación. Sin embargo, fuentes oficiales afirmaron que algunos partidos superaron récords que alcanzaron los 5 millones de euros, cifra que no se había conseguido en Brasil hasta el momento.
Existen una serie de factores diferentes que pueden ayudar a esclarecer este fenómeno. En principio, se estima que el precio de las entradas a los partidos era considerablemente elevado, algo que despertó muchas quejas entre los jugadores. Justamente el futbolista brasileño Dani Alves fue uno de los que alertó sobre este punto. El costo del boleto rondaba los 14 euros para cualquier ciudadano brasileño, y el doble para los extranjeros, convirtiéndose en un bien de lujo al que no cualquiera podría acceder fácilmente.
Otro factor que explica la poca concurrencia y las grandes recaudaciones es el de las invitaciones. Cientos de empresas pudieron hacer sus reservas en palcos con las mejores ubicaciones, para entablar compromisos sociales y comerciales totalmente disociados con la temática futbolística. Este fenómeno, no solo transcurre hoy en la Copa América, sino que puede verse en otros grandes eventos, como las finales de la Champions League.
En conclusión, los precios desorbitados con los que se ofrecen las entradas para los torneos futbolísticos ya no son acordes ni accesibles para los verdaderos hinchas, y por el contrario pareciera alejarlos cada vez más.