La ola de inseguridad que golpea a los establecimientos educativos escribió el fin de semana un nuevo capítulo, ya que delincuentes ingresaron al Jardín de Infantes N° 930 y tras causar innumerables destrozos, huyeron con diversos objetos de valor. La institución de nivel inicial fue inaugurada en mayo de este año.

El atentado contra los establecimientos educativos, instituciones y entidades barriales sigue latente. De hecho, la ola de inseguridad se incrementa, fundamentalmente en los barrios.

El último caso ocurrió durante el fin de semana en el Jardín de Infantes N° 930 del barrio San Jorge. La institución de nivel inicial fue inaugurada el 15 de mayo de este año. Pero ahora, a tan solo seis meses de su puesta en marcha, fue atacada por delincuentes que causaron graves destrozos -incluso rompieron todos los trabajos realizados por los niños y niñas que allí concurren- y robaron diversos objetos de valor.

Tras lo sucedido, las autoridades del Jardín de Infantes N° 930 señalaron con dolor a través de las redes sociales que “este jardín al que ustedes entraron hoy a robar, romper y saquear es donde recibimos con todo el amor y cariño que podemos a sus hijos, sobrinos, hermanos o vecinos”.

Y tras remarcar que “ojalá recapaciten y no lo vuelvan a hacer”, manifestaron que “las auxiliares, docentes y la comunidad del barrio ponemos todo el esfuerzo para darle lo mejor a todos los nenes y nenas que asisten ahí”.