La receta siempre lleva el condimento indispensable de la solidaridad. No tendrían el gusto que tienen los fideos, las pizzas, el guiso, el arroz sin ese sabor que aumenta el gustazo que se dan de poder compartir un plato de comida. La acción es causa y efecto de la necesidad, sí, pero puede trastocarse en un gesto de sonrisa cuando se ve, se siente, se quiere al otro y se ponen corazones y manos para la ayuda. Ojalá la urgencia del hambre que no espera, quedara como retazos de la historia y fuera otra la circunstancia presente, pero el hambre aqueja las ollas y hay que hacerle frente con una de las mejores herramientas humanas: la solidaridad.
En la receta que vienen cocinando, nunca faltó ese ingrediente primordial. Y así han disfrutado con paladar, panza y abrazo. Y esta vez, se suma un condimento extra que ayuda a saborizar todo: la alegría. Porque se viene el tiempo de Fiestas, porque si hay algo que no podemos los adultos permitir es que los chicos pierdan la ilusión, porque la figura emblemática de Papá Noel trae alegría y si eso sucede, por ese rato, permite compartir lo que se tiene, abrazarse y permitir que salgan las risas bien fuerte, porque desde la alegría también se lucha, se construye y se reclama.
Entonces, el Comedor Nocturno “Granito de Arena” se prepara para un 21 de diciembre con el calor de un momento bien alegre.
Tarea con trayectoria
Conmemorarán los 4 años de actividad. Han puesto mucho esfuerzo, voluntad, sueños, tantas ganas. Y el Comedor sigue en pie. Y para relatar este tiempo, qué mejor que la palabra de Lucía Irupé, quien es la referente del Comedor, trabajando con un grupo de familiares y amigos de esos que siempre están.
“Y llegaron los 4 años, 4 años llenos además de muchísimo trabajo, muchas alegrías y de conocer gente maravillosa a las que las une la solidaridad. Cuando comenzamos no teníamos conciencia de lo grande pero gratificante que sería este trabajo solidario, desde el primer momento teníamos claro que no sólo queríamos ser un comedor -en esta vida no se necesita sólo comida, se necesita recreación, alegría-, hasta ahora hace 4 años que logramos parte de nuestros objetivos. Hace 3 años venimos construyendo un salón pequeño pero salón al fin, de dos pisos, en el que pensamos arriba tener un espacio para que se puedan dictar diferentes clases o cursos y abajo un lugar libre para cualquier actividad que necesite un poco más de lugar. Vamos lento pero ya lo vamos a lograr”, decía Lucía.
Y agregaba: “En estos 4 años muchos chicos y grandes disfrutaron con Papá Noel, los Reyes, el Día del Niño, diferentes actividades que hemos realizado siempre pensando en darle un toque de alegría y color a nuestro barrio, aunque no podemos con nuestro genio y siempre vamos superándonos: el año pasado mi marido Hugo Ayala realizó un trineo artesanal y nuestras motos eran los renos y con él salimos a pasear por Luján, Pueblo Nuevo y Open Door. Mucha gente se sacó muchas fotos y lo disfrutó un montón y nosotros también, porque el leer las cartitas y ver las caras de los nenes nos hizo dar cuenta que la ilusión y alegría no tienen clase social”, remarcaba la vecina solidaria referente de este Comedor ubicado en la calle Los Jazmines 672 del barrio San Jorge, donde cada lunes y viernes entregan más de 100 porciones de comida.
“Si bien las 136 porciones se entregan los lunes y viernes, en realidad trabajamos toda la semana haciendo muchas cosas referentes a las actividades que siempre organizamos”, remarcaba Lucía.
Papá Noel nos necesita
Para conmemorar este 4° aniversario del Comedor y el tiempo navideño, están preparando todo para el 21 de diciembre cuando al barrio llegue nuevamente Papá Noel. Y necesitan la colaboración de la comunidad para que pueda llegar con la más linda alegría a los chicos.
“Este 21 de diciembre desde las 18 hacemos el evento navideño, necesitamos gente que se sume a participar, todavía no tenemos el sonido, falta todo. El único listo es Papá Noel”, explicaba desde la ilusión de contar con ayuda y la certeza de la fuerza y dedicación de quienes forman parte de este comedor solidario.
“Si alguien nos quiere conocer, nuestro número de teléfono es (2323) 608447, estamos en Los Jazmines 672, barrio San Jorge, a una cuadra y media del Cementerio Parque”. Y apuntalaba la esperanza: “Para este año deseamos seguir conociendo gente como hasta ahora y poder seguir realizando todo lo que hemos hecho y más”.
Necesitan mucho. Claro. Porque la necesidad es diaria. Porque el hambre se aquieta y regresa. Porque para mucha gente el aquietarlo le resulta muy difícil. Por eso, “Granito de Arena” se levanta orgulloso de su tarea y aporta ese granito que tiene la dimensión infinitamente inmensa de la solidaridad.
Nota: Lili Ricciardulli
