La lluvia hace lo suyo, claro. Expresa en su idioma acuoso la necesidad del verde. Se hace impaciente la nube para finalmente llegar abajo donde pinta en charcos, su importancia de vida. Entonces, ahí, cada pedacito de mundo renace. Y en uno de esos pedacitos de mundo, la Placita San Jorge, que reverdece y suma color a los que las manos solidarias le dan en cada cantero decorado, en cada hamaca, en cada tobogán, en las ruedas que fueron pincelada de azules, rojos, amarillos, desde las manos laboriosas de la gente del barrio que cuida, mantiene y disfruta del lugar.

Pero… hay algo más necesario aún para que la Placita siempre viva: la alegría de los chicos.

Ahí está el riego. Ahí está la cuota de vida imprescindible. Ahí está el sueño y la concreción. El hoy y el futuro. Los chicos ríen y la placita se ilumina. Los chicos ríen y hay más soles. Y más vientos que se suman a los fabricados a todo flequillo cuando descienden veloces por el tobogán o en el vaivén de las hamacas. Cuando llega la risa de los chicos, la Placita está feliz con su riego de alegría necesario.

Y de este sueño que hoy crece, han pasado 6 años. Un predio a pleno corazón del barrio San Jorge, un proyecto, aquel mástil y las manos a disposición del corazón.

Hoy, cuando están ya preparando el cumpleaños, alguien que es el “hada madrina” de la placita, la vecina Teresa Toledo, nos contó de aquellos inicios del gran deseo de tener una plaza en el barrio.

“Siempre se soñó con algo así, se hablaba que ahí, en ese predio, habría una plaza. Entonces, hablamos con concejales y un día se puso un mástil solamente y ahí quedó. Pasaron varios años, en Luján hubo una inundación muy grande y entonces se armó una comisión con dos barrios y después llegó Desarrollo Social junto con la gente de la Kolina, ellos trajeron los primeros juegos, yo me puse a ayudarlos y ahí me quedé para que nuestra plaza crezca de a poco, pidiendo ayuda a los vecinos, al Municipio”, recordaba Teresa, destacando que luego se conformó la Asociación de Amigos de la Placita San Jorge.

“Ya cumplimos 6 años desde ese día que trajeron los primeros juegos al lugar que era un campo con un mástil” mencionaba.

Las manos que obedecen al corazón

Nada se podría si no estuviera el latido dispuesto al sueño. Si no hubiera alma conmovida. La Placita tiene vida por esas manos que trabajan a las “órdenes” del corazón.

“La Placita siempre está pidiendo ayuda a las cooperativas para que nos den una mano. Primero estuvo la Cooperativa del Municipio, después la cooperativa del Polo Obrero y ahora está la cooperativa de trabajo ‘El ángel de la bicicleta’, también la cooperativa del merendero de ‘Los Pibes del San Jorge’. Sin la ayuda de ellos no se podrían arreglar los juegos, mantener el lugar para que se vea lindo. Los vecinos también colaboran, abuelos, padres y los mismos chicos, entre todos es más fácil mantener la placita San Jorge del barrio en condiciones para pasar un día en familia”.

Y remarcaba entonces ese trabajo en equipo para siempre sumar: “Como todos saben, la placita tiene juegos hechos con amor de la gente. Por ejemplo, yo pido los caños, un papá o abuelo los arma y ahí sale un juego. Pero los chicos me piden: ‘Y Tere, ¿cuándo van a traer juegos como los que están en el Parque San Martín?’ Pero no tuvimos suerte cuando los repartieron. Por eso, sigo pensando qué se puede hacer. Nuestro proyecto sería el juntar 100 pesos por familia y entre todos los que quieran colaborar -se que los que me conocen van a ayudar- para que entre todos se pueda hacer algo más. Se que es difícil en este momento por como estamos, pero no voy a bajar los brazos, pienso que sí se puede. También está la idea de juntar llaves que no se usen y venderlas para recaudar dinero, esa sería otra propuesta”, señalaba a la hora de darle una proyección concreta al deseo de los chicos de contar en su plaza con los juegos que la saliente gestión municipal instaló en espacios como el Parque San Martín y el Paseo de la Independencia sobre los terrenos de la calle Las Heras.

Y ahí están, con sus proyectos, con el festejo que se viene, con las risas que resuenan y con los agradecimientos: “La Asociación de Amigos quiere agradecer a todos por ayudar, recordar a la gente que ya no está con nosotros y que nos dejaron algo en la Placita. Gracias a todos por ayudar, a todos los que hicieron posible este hermoso espacio verde llamado Placita San Jorge”.

El festejo -tal como lo anunció Teresa Toledo- será así: “Es el cumple de la Placita y va a haber chocolatada, jugo y una gran torta para que todos soplen las velas. Algo sencillo, pero para pasar una linda tarde entre todos los que estén presentes”.

Será una fiesta, sin dudas. Porque para que lo sea no hay mediciones en comida, decoración ni cantidad de invitados. Solo es necesario para que sea una fiesta, que estén los protagonistas: los chicos. Y que traigan con ellos el mejor regalo para su Placita: las risas. Porque con esas risas, hay que regar todo el espacio para que crezca verde y abundante la alegría.

Nota: Lili Ricciardulli