Habrá que creer… Porque verdaderamente los Piluquitos trastocan el día. Lo dan vueltas patas para arriba. Lo hacen descostillarse de risas. Le piden a las nubes que aguanten un poco para que no haya más que sol en el cielo de esa infancia que pasa algún tiempo diferente. Habrá que realmente creer en ese poder que tienen desde su alma de tela, porque la bandana y el lazo dorado que portan como capa y espada, los pone a todo vuelo por entre las tantas historias de hospitales.

Entonces llega… pasa sobrevolando pasillos y trastoca en colores el día. Ese día, el siguiente y el otro, hasta que llegue ese esperado regreso a casa. Dónde haya un niño internado, ojalá aparezca también un Piluquito que a la par, le guiñe un ojo y le relate la infinita magia que toda infancia tiene. Que no se pierda, entonces, esa magia en un Hospital! Que siga, ahí, agarradita a la mano doliente, jugando a las escondidas por entre los pasillos, dibujada en miles de historias sobre las paredes y techos.

La ecuación es simple: se confecciona un muñeco, se lo vende y con esa recaudación se intervienen los espacios destinados a la salud Infantil en los hospitales públicos. Simple e inmenso. Y en esa inmensidad, las miles de historias de solidaridad que se suman y que llegan a los grandes resultados: en este caso, Piluquitos hará entrega de varias, necesarias y esperadas donaciones para la Sala de Pediatría del Hospital Nuestra Señora de Luján, este sábado 15 de febrero a las 15, momento al que toda la comunidad lujanense está invitada.

Las manos creadoras

Fueron Silvia Malmoria y Karina Caminos. Dos amigas que por diferentes motivos se acercaron al transitar diferente que se vive cuando iba enfermedad se expande en los días. Silvia y Karina, que se pusieron la vestimenta de Payamédicas y vivenciaron desde adentro, lo que se vive y siente estando en un Hospital, con días de internación…algo que tiene también otra significancia y dimensión cuando de chicos se trata. Entonces… Piluquitos! Para transformar el día!

Así surgió el proyecto y así lo continuaron y vieron crecer. Y así hoy llegan a la instancia de la donación local. Y así realizaba un balance de lo vivido hasta ahora Silvia, una de las creadoras del proyecto: “El año 2019 fue como de mucho despliegue del proyecto de Piluquitos, fue como un gran disparador y ahora con Kari entendemos que Piluquitos es el capitán de este timón y que nos lleva donde nos tiene que llevar. La verdad que la magia que tiene el Piluquito por sí mismo nos hace seguir volando este proyecto que nació con aquella idea hace un año. Así que un balance de este 2019 realmente extraordinario y, además, culminamos con la participación en el programa ‘Quien quiere ser millonario’, a partir del cual se llegó a los medios nacionales y periodistas como Sergio Lapegüe y Mario Massaccesi lo difundieron. Fue increíble, empezaron a promocionar el proyecto de tal manera que nos abrió otras puertas”, decía con la alegría de la excelente repercusión que tuvo esta tarea solidaria.

“No hemos modificado mucho el proyecto original, sí hemos sumado por ejemplo que antes era exclusivamente para salas de quimioterapia donde llevábamos todo lo lúdico, pero vimos que hay mucha necesidad en los hospitales, sobre todo del interior, así que empezamos a abrir el abanico de posibilidades y que Piluquitos llegue a todas las salas de pediatría, hasta la de aquel hospital de allá a lo lejos”, explicaba Silvia remarcando la posibilidad de llegar al Norte de nuestro país como así también a un centro oncológico de Comodoro Rivadavia, para lo cual están generando contactos.

La propuesta, el proyecto, el sueño y las concreciones son las de “ploteos de pisos con juegos como la rayuela, techos pintados con dibujos, que el área del ámbito de Pediatría de cualquier hospital sea lo más infantil posible, donde el niño se encuentre en su espacio y que pueda transitar junto a su familia lo mejor posible ese tiempo que le toca vivir. Este año queremos llegar entonces a lugares de todo el país, de toda la provincia de Buenos Aires, esos hospitales donde parece que no se puede llegar. Ese sería un gran sueño. Entendemos que los sueños se cumplen, eso es lo que nos está mostrando Piluquitos, el camino”, afirmaba y en su voz, el mismo pensar y sentir de Karina, cuando decía: “Nos faltan más manos, no nos alcanzan las manos para poder replicar más aún. Pero estamos muy agradecidas porque nos fuimos encontrando con personas que nos fueron dando manos e hicimos una cadena de favores que se fue replicando con gente en cada provincia, en cada rinconcito, gente que no conocemos más que por vía telefónica, pero con gran compromiso generado por Piluquitos y por los niños, para que no pierdan la importancia de la infancia y del juego”.

Al Hospital, colores

Las dos son nacidas en Luján. Las dos son Payamédicas del Hospital local. Y al Hospital le darán el toque Piluquito este sábado. “Desde el año pasado empezamos a gestionar este proyecto, fuimos muy bien recibidas por las autoridades de la anterior gestión y ahora por las actuales, así que fuimos trabajando esto. Más allá que vamos a donar juegos, juguetes, baúles con rueditas para transportarlos de una sala a otra y hasta una ‘piluteca’ -que es una biblioteca móvil con libros para leer, pintar, fibras y lápices-, vamos a donar sábanas para camas y cunitas, mantas; vamos a decorar con banderines de tela y se donará un auto a batería -va a ser el primer Hospital Municipal que lo tenga- y que tiene la finalidad de llevar al niño que tiene una cirugía programada hasta la sala de operaciones. Ya no en silla de ruedas ni en camilla, sino en el auto, jugando y teniendo en cuenta que está científicamente comprobado que de esa manera baja la ansiedad del niño y su miedo. Y el de los papás también”, nos contaba Silvia invitando a toda la comunidad para que se acerque a ser parte del momento, porque todos ya lo son: la comunidad ha aportado mucho para este logro.

“Es muy importante porque es una manera de agradecer a todo aquel que colaboró y colabora con la adquisición de un Piluquito, para que se vea en qué nosotras lo ponemos, cuál es nuestro trabajo, dónde está la donación de cada vecino de Luján y del país, ya que recibimos de todos lados”, remarcaba, al tiempo que manifestaba la imposibilidad de nombrar a todas las personas que han colaborado, destacando a sus propias familias que acompañan y apoyan sus tantas horas dedicadas a Piluquitos.

“Seguimos construyendo puentes para que podamos entre todos tener una mejor vida, desde un lugar amoroso en estos momentos de tanta violencia que estamos viviendo en nuestro país. Tenemos proyectos para llegar al exterior, conseguir una camionetita para facilitar los traslados y todo lo que llevamos. O sea, sueños tenemos muchos. Y estamos muy felices de llegar a este momento”.

Y ese momento -especial porque será en un espacio de salud pública de nuestra ciudad- será este 15 de febrero, Día de la Concientización sobre el Cáncer Infantil. Ese día, el Hospital y su Sala de Pediatría tendrá más colores, para que la infancia no deje de brillar. Para que la magia de la risa se sume a los cuidados médicos y a la ciencia y sean infalibles. Vamos Piluquitos!!! A trastocar los días!

Nota: Lili Ricciardulli