El miércoles se realizó una reunión para organizar el comienzo del ciclo lectivo en el ámbito secundario, que se efectuará la semana próxima, buscando brindar un marco institucional en relación a cuestiones relativas al Último Primer Día (UPD).
Participaron de dicho encuentro la jefa distrital de Luján, Nora Arriaga; el secretario de Protección Ciudadana Matías Lattaro, y la directora de Niñez, Adolescencia y Juventud, Soledad Alvarado.
Como resultado de la jornada se generó un encuadre para el ámbito educativo, así como para el ejercicio de la responsabilidad parental que el tema amerita.
“El objetivo de esta reunión fue encontrar la forma de transmitirle a los padres la responsabilidad que ellos tienen para con sus hijos, para que los alumnos no lleguen en estado de ebriedad al establecimiento educativo y evitar un mal ejemplo para el resto de los estudiantes”, explicó Alvarado, al tiempo que agregó: “Con esta reunión nos interesa prevenir y marcar los valores que se ponen en juegos con estos actos”.
¿Cuándo comenzó la costumbre de celebrar el UPD?
Los primeros festejos de UPD comenzaron en el interior, más precisamente en las provincias de Mendoza y San Juan, y rápidamente se extendieron a las escuelas del resto del país, principalmente en las privadas.
La idea del festejo consiste en reunirse, disfrazarse, llevar aerosoles con espuma y cotillón, pintarse la cara y pasar la noche en vela para llegar a la escuela el Primer Último Día de clase sin dormir.
El rito se convirtió en un problema cuando los chicos comenzaron a consumir alcohol, a realizar actos de vandalismo en las casas vecinas, cortar calles y a tirar pirotecnia en plazas y parques, lo que trajo aparejada una serie de quejas del resto de la comunidad.
En los últimos años, los municipios se involucraron para impedir que se desaten disturbios en la vía pública.