Desde la Comisión Mixta de Control y Seguimiento por las relocalizaciones habían anunciado la semana pasada una gran noticia: la construcción de una plaza en la calle Las Azucenas y la Colectora de la Autopista, en el barrio La Loma. En un sector que era un basural informal y desde ahora, gracias al trabajo de vecinas y vecinos de la zona. será un lugar de disfrute para grandes y chicos.

Al respecto, Guadalupe Ledesma, referente de la Comisión Mixta de Control y Seguimiento por las relocalizaciones, habían señalado que “el predio ya está limpio, hemos conseguido árboles (les agradecemos a la UNLu por el gesto) y juegos y ya tenemos nombre para la plaza: ‘Jugar y jugarse’”.

Y en el marco de este importante proyecto, se organizó el domingo pasado, en consonancia con el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, una jornada de trabajo solidario desde las 16 para colocarlos.

“Pensamos que los grandes desafíos de las ciudades están relacionados con la creación de instrumentos que nos permitan a todes acceder a nuestros derechos”, remarcaron Stella Ferrando, Mara Bos, Guadalupe Ledesma y Nicolás Arue, quienes junto al resto de los integrantes de la Comisión Mixta de Control y Seguimiento por las relocalizaciones luchan desde hace años por la relocalización de las familias inundadas en las viviendas sociales del barrio Santa Marta.

Y agregaron que “cuando falta política pública lo que sobra es la voluntad de muchas familias de organizarse. Por eso, La Loma está construyendo una plaza en Las Azucenas y Colectora. Porque les niñes tienen derecho a jugar, porque les adultes tienen la obligación de ofrecerles lugares de esparcimiento”.

Más manos a la obra

“Jugar y Jugarse” se llama la plaza. Y así lo hicieron saber en la jornada que llevaron a cabo el domingo en el marco del #8M.

Al respecto, desde la Comisión sostuvieron que “en Día de la Mujer Trabajadora, tuvimos una gran jornada en el barrio La Loma para darle más forma a la placita que diseñamos”.

“Fue una jornada en la que con mucho amor y trabajo plantamos los árboles que generosamente donó la UNLu y Mariángeles Arnaiz. Entre risas, sudor y cosas ricas, niñes y adultes empezamos a transformar lo que era un basural informal”, celebraron.

Sin embargo, contaron que “aún faltan más jornadas, colocar juegos, seguir recolectando donaciones, etc. Pero nuestra plaza, ese espacio que empezaron a recuperar las familias de La Loma, ya tiene vida en todo el sentido de la palabra”.

Y en este sentido, enfatizaron que “nos mueve el deseo de soñar. Nos mueve el deseo de transformar. Sentimos que hay posibilidad de vivir mejor. Y el mejor homenaje en el Día de la Mujer es poner nuestras manos para seguir moviendo el mundo”.