A 44 años del golpe genocida: “Sin marcha, pero con Memoria”

Este año no hubo vigilia, marcha ni acto en la Plazoleta de los Derechos Humanos por la cuarentena obligatoria por el coronavirus. Sin embargo, la memoria sigue ardiendo. La Comisión de Familiares y Amigos de Detenidos Desaparecidos de Luján impulsó un pañuelazo blanco a través de las redes sociales y este martes, a 44 años del Golpe de Estado, difundió un documento elaborado en conjunto con organizaciones políticas, sociales, gremiales, culturales y educativas. El texto completo.

Foto: LUJANHOY

Este martes 24 de marzo se cumplen 44 años del Golpe de Estado. Y aunque las actividades de las organizaciones de Derechos Humanos no son las mismas de todos los años, la Memoria sigue ardiendo.

A raíz de la pandemia del coronavirus y la cuarentena obligatoria decretada por el Presidente de la Nación para evitar su propagación, este lunes no hubo marcha por las calles céntricas ni Vigilia. Y tampoco este martes por la mañana se realizó el tradicional acto en la Plazoleta de los Derechos Humanos organizado por la Comisión de Familiares y Amigos de Detenidos Desaparecidos Luján.

A pesar de ello, el recuerdo por los 25 lujanenses detenidos desaparecidos durante la última dictadura está más vivo que nunca. Y este año, en cuarentena, son las redes sociales las herramientas para seguir reclamando Memoria, Verdad y Justicia.

En este contexto la Comisión de Familiares y Amigos de Detenidos Desaparecidos de Luján difundió como todos los años un documento en el que realizan un detallado repaso de los hechos previos, analizan el período de la dictadura y recuerdos a los 30.000 detenidos desaparecidos.

El documento completo

A 43 AÑOS DEL GOLPE GENOCIDA
SIN MARCHA, PERO CON MEMORIA

Como todos los años volvemos a hacer MEMORIA y contar la VERDAD que nos permite seguir avanzado en el camino de la JUSTICIA.
Una vez más recordamos y levantamos las banderas de nuestras y nuestros compañeros detenidos desaparecidos y de las y los 30.000.
Mujeres y hombres que en los años ’70 pensaron, se comprometieron y militaron desde organizaciones como Montoneros y el Partido Revolucionario de los trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo; también desde las ligas agrarias, las agrupaciones de juventudes políticas y de estudiantes, los sacerdotes para el tercer mundo y el sindicalismo combativo.

El objetivo era construir una sociedad sin desigualdades, sin prohibiciones, sin proscripciones. Y al hacerlo el poder político conservador y el poder económico comenzaron a ver amenazados sus privilegios de siempre. Su alianza histórica con las fuerzas armadas condujo al golpe de estado, el sexto en la historia argentina en tan solo 46 años. Un golpe que dio inicio a una dictadura genocida, una dictadura que planificó el secuestro, la tortura y la desaparición de 30.000 compañeras y compañeros. Una dictadura que no solo fue militar. Fue también cívica, fue empresarial y fue eclesiástica. Empresas como Ledesma, Ford, Fiat, Mercedes Benz, La Veloz del Norte, Acindar, Dálmine-Siderca, Loma Negra, entre otras, contribuyeron a desaparecer a sus trabajadores.

También fueron cómplices civiles aquellos partidos políticos que se pusieron al servicio de la dictadura para ocupar cargos de gobierno en la Nación, en las provincias y en las ciudades. Complicidad que también ejerció la prensa periódica al silenciar el plan represivo e implementar campañas con el fin manipular la información. La Nación, Clarín, la Nueva Provincia son solo algunos de los periódicos, que al igual que hoy, mienten, tergiversan y ocultan la realidad con el fin de favorecer a las minorías. Complicidad también de la Iglesia Católica cuya conducción episcopal compartió, avaló y colaboró con las FFAA en el plan represivo, teniendo entre sus víctimas a muchos de sus fieles.

Complicidades todas estas que junto al poder militar hicieron posible la puesta en práctica de un plan económico que interrumpió la expansión industrial y restableció las relaciones de dominación en función de los intereses de los sectores dominantes que constituyeron la base económica y social de la dictadura. El neoliberalismo fue impuesto a sangre y fuego, para luego ser profundizado en los años ’90 y retomado por el saliente gobierno macrista. Políticas neoliberales que generan las consecuencias por todas y todos conocidas: la destrucción de la industria nacional, el desempleo, la pobreza, la desigualdad y el endeudamiento externo.

Pero a pesar del terror impuesto, la censura y la constante persecución allí estuvieron quienes fueron, son y serán referencia de lucha histórica y presente: nuestras Madres y Abuelas, las y los sobrevivientes y las y los familiares. Durante mucho tiempo, sin respaldo social y estatal, supieron mantener la Memoria y oponerse con tenacidad al olvido que pretendió imponerse a través de las leyes de Obediencia Debida, Punto Final y de los indultos. Medidas todas estas que fueron anuladas a partir del año 2003 cuando el gobierno nacional decidió hacer de la MEMORIA, la VERDAD y la JUSTICIA una política de estado. Esto nos ha demostrado que cuando existen voluntad y decisión política no se olvida, no se perdona y se avanza en el camino de la justicia.

Sin embargo, esta política se vio retraída durante los cuatro años de gobierno macrista debido a su concepción negacionista respecto a lo acontecido durante la dictadura. Por solo mencionar unos pocos ejemplos: se redujeron las partidas presupuestarias y se desintegraron áreas especializadas en las investigaciones judiciales que resultan imprescindibles para avanzar en los juicios a los represores y sus cómplices civiles, entre los que se encuentran varios grupos empresarios de los que provienen muchos de los dirigentes del macrismo.

Cómplices civiles que actuaron en todo el país, también en nuestra ciudad. No nos cansaremos de decir y recordar año tras año el rol cumplido por la Unión Vecinal, partido que integra la actual alianza Juntos por el Cambio. Uno de sus referentes políticos de aquel momento, Silverio Pedro Sallaberry, asumió como intendente comisionado, cargo que ya había ocupado en dictaduras anteriores. Lo hizo el 27 de mayo de 1976. Pocos días después comenzaron en Luján los secuestros que desaparecieron a muchos de los compañeros y compañeras de nuestra ciudad. Otro de sus hombres, Gerardo Amado, fue nombrado rector interventor de la Universidad Nacional de Luján pocos meses después de que Emilio Mignone presentara su renuncia al cargo el mismo 24 de marzo de 1976. Luego, entre 1982 y 1983, fue el segundo intendente comisionado por la dictadura. Ese pasado es silenciado por las y los vecinalistas de hoy.

Incluso más, reivindican a aquellos hombres de la dictadura como lo supo hacer el ex intendente Oscar Luciani y como en los últimos meses lo ha hecho Rita Salaberry, quien recientemente ha dicho que el por entonces primer intendente comisionado fue “un hombre con valores” que dejó “una vara muy alta”. No especifica que valores tuvo Sallaberry. No creemos que los haya tenido. Si supo ponerse al servicio del poder militar cada vez que se lo requirieron, si supo liberar la ciudad para secuestrar y desaparecer, si supo ser cómplice. Tal como ya lo hemos hecho, repudiamos enérgicamente estos dichos y toda posición que niegue el plan sistemático de represión en cualquier lugar de nuestro país y en nuestra ciudad. No creemos que hayan existido “inconductas de algunos” o que haya que “dar vuelta la página”, expresiones recientemente vertidas por el presidente y luego rectificadas reafirmando así el compromiso con la MEMORIA, la VERDAD y la JUSTICIA.

No debemos dar NI UN PASO ATRÁS en la VERDAD por todas y todos ya conocida y de la que aún hay mucho por develar. No olvidemos que los genocidas y sus cómplices no reconocen sus crímenes, no dicen dónde están los 300 nietos y nietas que aún faltan recuperar, no han declarado nunca que fue de nuestras 30.000 compañeras y compañeros detenidos desaparecidos. Y tampoco olvidemos que, al interior de las fuerzas armadas, policiales y de la gendarmería existen prácticas represivas que debemos erradicar y que es una tarea aún pendiente de la democracia. No olvidemos la represión que se cobró la vida de Santiago Maldonado y de Rafael Nahuel y de los cientos de casos de gatillo fácil aún no resueltos.

Solo desde el reconocimiento del accionar represivo en el pasado podremos pensar y poner en práctica políticas públicas para eliminar todo tipo de represión. Por ello celebramos la propuesta de un proyecto antinegacionista presentado por un grupo de familiares ante el actual presidente y que cuenta con el respaldo de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Proyecto que no pretende perseguir ni censurar a nadie, sino que tienen por fin que se respete el consenso social alcanzado sobre el reconocimiento del plan represivo que implementó la dictadura; reconocimiento que es resultado de la lucha histórica de los organismos de DDHH para que NUNCA MÁS se avalen la violencia institucional, la tortura y el exterminio. Así lo ha manifestado el actual secretario de DDHH, Horacio Pietragalla Corti, hijo de desaparecidos, nieto restituido y cuyo nombramiento, como el de otros familiares, acompañamos y celebramos.

La permanente construcción de la vida democrática requiere de prácticas, acciones y leyes que la profundicen. Por eso seguimos rechazando y exigiendo la derogación de la Ley Antiterrorista y manifestamos nuestro desacuerdo con el proyecto de ley impulsado en 2018 por el ex presidente Mauricio Macri y votado a fines de enero pasado, que autoriza la introducción de tropas extranjeras en nuestro territorio. Sabemos el riesgo que esto comporta para nuestra región, ya que los EEUU desde comienzos del siglo XIX pretende tener injerencia, y la ha tenido, en los asuntos de nuestros países. Apoyó las dictaduras que se dieron en nuestra región durante los años 70 y formó a los militares en las técnicas represivas. Hoy los tiempos son otros, pero el avance de la derecha vuelve a contar con el respaldo del país del norte para interrumpir gobiernos populares.

Los métodos también son otros. Se recurre a las fuerzas policiales y a otros agentes de seguridad, tal como sucedió el año pasado en Bolivia. Un nuevo golpismo que tiene su origen en 2009 en Honduras; que siguió en 2010 con los intentos destituyentes en Ecuador; el derrocamiento de Fernando Lugo en Paraguay en 2012; la destitución de Dilma Rousseff en 2016; el encarcelamiento del ex presidente Ignacio Lula da Silva; los intentos desestabilizadores que se mantienen hasta hoy en Venezuela, y en nuestro país los también intentos destituyentes durante los gobiernos kirchneristas por parte de grupos económicos, medios de comunicación hegemónicos y fracciones del Poder Judicial. El lawfare, es decir, la guerra judicial, se ha convertido en una nueva estrategia de la derecha en la región y en nuestro país. Quedó demostrada con la llegada al gobierno de la alianza Cambiemos cuando con la detención de Milagro Sala dio inicio a esta estrategia que aún priva de su libertad a los presos políticos.

Tras los nuevos gobiernos de la derecha en la región, tras los sectores que intentan desestabilizar a los gobiernos populares que hoy están en curso se encuentra nuevamente la pretensión de instalar un proyecto económico neoliberal que, como ya dijimos y ya sabemos, solo beneficia a un puñado de ricos. Proyecto que retrae el estado de áreas clave para el acceso al bienestar y a los derechos de nuestros pueblos. Áreas como la salud y la educación dejan de ser prioritarias con las consecuencias que ello comporta, por ejemplo, la muerte de sus trabajadores por la desidia estatal como sucedió con Sandra y Rubén. Proyecto que pretende profundizar el individualismo porque al romper los lazos sociales la derecha puede imponerse. Aun así, sectores de nuestros pueblos han salidos a las calles a defender sus conquistas y sus derechos. Tal como dijéramos en diciembre pasado esto quedó demostrado en nuestro país cuando el pasado 27 de octubre las mayorías decidieron decir no a la continuidad del proyecto macrista. También en Chile y en Colombia se sigue resistiendo mientras que Bolivia sigue de pie, defendiéndose de un gobierno de facto.

El desafío en esta democracia de los años 2000 es volver a mirar nuestro pasado histórico y reciente para retomar aquellas experiencias populares que hemos vivido y que sabemos que son capaces de devolver la dignidad a nuestros pueblos. Y también identificar aquello que aún no hemos conquistado para así concretar las tareas pendientes de la democracia. Es el desafío en nuestro país, es el desafío en nuestra Patria Grande. Porque tal como dijera Emilio Mignone en aquellos tiempos urgentes “La integración latinoamericana es la gran aspiración de nuestro tiempo”. Creemos que también hoy es una tarea urgente.

Sigamos militando entonces para profundizar la construcción de un país y una Latinoamérica con MEMORIA, VERDAD, JUSTICIA Y DEMOCRACIA.

COMISIÓN DE FAMILIARES Y AMIGOS DE DETENIDOS DESAPARECIDOS – LUJÁN

AGRUPACIÓN 2 DE ABRIL
AGRUPACIÓN MILITANCIA ORGANIZADA
AGRUPACIÓN NÉSTOR KIRCHNER LUJÁN
ASOCIACIÓN CIVIL PEHUÉN
ASOCICACIÓN DE DESPEDIDOS DE LUJÁN
ASOCIACIÓN TRABAJADORES DEL ESTADO – VERDE Y BLANCA
BACHILLERATO POPULAR CARLOS FUENTEALBA
CENTRO CULTURAL Y POPULAR COMPAÑERO CARLITOS FERNÁNDEZ
CENTRO CULTURAL Y SOCIAL JOSÉ ARTIGAS
COLONIA 20 DE ABRIL – UNIÓN TRABAJADORES DE LA TIERRA
COMITÉ POR LA LIBERACIÓN DE MILAGRO SALA
COMPROMISO PERONISTA
CRECE DESDE EL PIE
CTA ANIBAL VERÓN
CTA DE LOS TRABAJADORES LUJÁN
CTEP EVITA
EL GALPÓN
EL TAPIAL
ENCUENTRO SOCIAL PERONISTA
ESPACIO NACIONAL Y POPULAR
ESTUDIANTES EN MOVIMIENTO – AGRUPACIÓN ESTUDIANTIL UNLu
FRENTE DE ESTUDIANTES UNIDOS EN LUCHA – INSTITUTO 141 DE FORMACIÓN DOCENTE
FRENTE PATRIA GRANDE
FUNDACIÓN MÚSICA ESPERANZA LUJÁN
GESTAR
JUVENTUD NUEVO ENCUENTRO LUJÁN
JUVENTUD PERONISTA
JUVENTUD REBELDE
KOLINA LUJÁN
LA MELLA – UNLu
LAS MUCHACHAS
LISTA VIOLETA CONDUCCIÓN DE ADUNLu
MALA JUNTA
MOVIMIENTO EVITA
MOVIMIENTO MAYO
MOVIMIENTO MISIONEROS DE FRANCISCO
MOVIMIENTO PATRIÓTICO REVOLUCIONARIO QUEBRACHO
MOVIMIENTO TRABAJADORES EXCLUIDOS UNIÓN DE TRABAJADORES DE LA ECONOMÍA POPULAR
NUEVO ENCUENTRO
PARTIDO JUSTICIALISTA
PERONISMO MILITANTE
SUTEBA
UNIDAD POR LUJÁN