Invitamos a leer la interesante reflexión de la Docente Curi Geretto, profesora de Matemática, que nos pone más que nunca a docentes, familia y alumnos como protagonistas de la educación, en este desafío de suspensión de clases presenciales, pero continuidad pedagógica. Una mirada clara aún con el desconcierto de un tiempo inédito.
Hola colegas! Quería pensar con ustedes (un poco también a modo de pasar el tiempo) algunas cuestiones referidas al trabajo “a distancia” que estamos realizando con nuestros estudiantes.
Invariablemente nuestras planificaciones, nuestros contenidos, van a cambiar, mutar, incluso habrá contenidos que no llegaremos a dar. Cambiemos el foco en este sentido. Olvidemos lo que venía pasando hasta ahora. No significa que “perdí” días… y menos aún, que puedo “recuperarlos” enviando todo lo que tenía pensado hacer presencialmente. Creo que debemos barajar de nuevo. Dejemos de lado lo planificado, pongamos un horizonte (ya que “somos docentes y queremos planificar”) y “vayamos viendo”. Esto que sucede es algo que nunca ha pasado, y … que nadie nos dice cómo hacerlo. La prioridad… siguen siendo nuestros estudiantes.
No podemos pensar que el recurso virtual “suple” mi clase. En muchos sentidos.
Los y las estudiantes reciben virtualmente nuestros trabajos. Si bien es un recurso que ya venían trabajando muchos, recordemos que NO estamos en una situación normal. Ni siquiera podríamos pensar esto como “un plan de continuidad pedagógica” frente a un caso de enfermedad o embarazo (menos aún de viaje) pensemos que estamos (todos) encerrados. Pensemos en nuestros propios sentimientos al respecto. Va una semana y (por lo menos yo) oscilo entre el ánimo y las ganas de trabajar, y el hastío… el desgano. Ellos están igual!
Nos invito a pensar lo que mandamos … incluso aquello que en otro momento nos parecería que lo pueden resolver … Es probable que ahora no puedan, o no quieran! y … en esta situación … por qué no dar lugar también a ese desgano en ellos, acaso no nos pasa a nosotros?
Es nuestro deber como docentes no desviar la mirada en la función social de la escuela. Somos para nuestros estudiantes, adultos referentes. Que debemos darles ánimo, tranquilidad, y contención. Afortunadamente contamos con recursos virtuales, no los desaprovechemos. Aún en tiempos de pantallas, es VITAL EL ENCUENTRO.
Pensemos en eso cuando damos clase (en la forma que hayamos elegido): si no nos animamos a las cámaras, no importa, estemos atentos a sus mails, NO LOS DEJEMOS SOLOS, nos necesitan! SI hacemos clase virtual… destinemos tiempo a preguntarles cómo están, cómo la van llevando. Los que hemos hecho clases de este tipo vimos (y recién fue la primer semana) la necesidad de “encuentro” que había. Descomprimamos un poco, sabemos bien cómo hacer esto. Somos un poco actrices y actores en un escenario
Sé que es difícil sin poder verlos… pero imaginemos que las mismas situaciones que vemos en el aula, se están dando en las casas. Y que en algunos casos se acentúan. No pensemos en los que son dedicados, y resuelven tranquilamente todo. Cuando estemos por mandar algo … pensemos en aquellos estudiantes que no pueden solos, que necesitan constantemente nuestra mano en el hombro, nuestra mirada de aliento.
Pensemos en los “atorrantes” que no paran un minuto de molestar… que no se sientan hasta que los “sutilmente los obligamos”. En aquellos silenciosos, abrumados por sus pensamientos, que no les sale una idea. En los que no les gusta!!! no les gusta nuestra materia y la odian!!!
Los docentes somos muy creativos. Potenciemos al cien nuestra creatividad pensando en ellos. Compartamos lo que nos funciona con nuestros colegas, tal vez alguno no probó algún recurso que a mí me dio resultado. Trabajemos en grupo en este sentido.
Es importantísimo que nuestros adolescentes estén ocupados en otras cosas que no sean las pantallas… pero no olvidemos que al no haber encuentro… hay tantas cosas que no vemos! Hay muchos, muchas, que se angustian al no poder entender, no poder resolver algo. Pensemos en los padres y madres que están a su lado (muchos de nosotros somos padres y madres) que valoran un montón la tarea docente, pero que en esta situación de encierro (e incertidumbre, porque no sabemos hasta cuándo va a prolongarse) colapsan al ver a sus hijos e hijas sin poder resolver las cuestiones que “les mandaron de la escuela”. Y acá tenemos un problema más. Porque las situaciones disruptivas que atajamos en el aula, se replican en cada casa. Imaginemos el resto.
Sigamos siendo “la escuela” aunque con otro escenario. La escuela contiene, ayuda, es creativa, potencia, la escuela ES ENCUENTRO, no lo perdamos de vista. Muchos de nuestros estudiantes quieren volver a la escuela! (cosa rara pero hermosa jajaja). Tal vez porque EN LA ESCUELA HAY RED, HAY LAZOS. Esas redes siguen estando hoy. Sólo que hay que darles otra forma por un tiempito.
Sigamos haciendo escuela, que es lo que mejor nos sale … Así en “gerundio”, ir probando, ir viendo, ir tanteando.
Espero verlos pronto para tomar unos mates (No saben cuánto lo espero) Los quiero, Curi.
(*) María Cristina Geretto, Profesora de Matemática