Así mismo, extender la pincelada. Llevarla más allá del marco que le pone límite al color concretado en la tela. Así mismo, como si el marco desapareciera y pudieran los colores unidos en la figura a la que le dan vida quieta pero con la movilización de las emociones, salir a expandir sus sensaciones y hacerse una y mil muecas en quien ve, admira y recibe el arte de otros.
Esa manera de transmitir no se ha detenido aún cuando la pandemia del coronavirus y su aislamiento social que trajo como por ahora única receta para el verdadero cuidado, por lo que todo y todos se han y nos hemos tenido que moldear un diario andar diferente. Y el arte, actividad creativa por excelencia, ha podido acercar cuando todo indica alejar. Ha podido hablarnos de cerca, susurrarnos sensaciones, tomándonos de la mano para llevarnos a ese recorrido tan infinito que propone cada obra de arte, sea cuál sea su especialidad.
Entonces, los artistas empujan este recorrido. Lo encaminan. Lo abren y comparten. Ahora, desde una pantalla que de todas maneras pareciera que puede darle textura real a lo que se ve.
María Alejandra Hernández es egresada de la Escuela de Arte de Luján. Y como artista plástica, ha elaborado una manera de compartir historias de pinceles desde videos educativos para los más chicos. Porque todo no está detenido. El arte sigue.
Pantalla como obra
Como una obra de arte, se abre la pantalla y conecta a quien mira con quien ofrece historia y colores. “El arte es compartir por eso frente a esta nueva circunstancia sentí que era el momento de abocarme con más ganas a lo que hago y lo que hicieron los grandes maestros de arte. Y de esta manera, compartir con mucha más gente, a través de las redes sociales”, nos contaba Alejandra relatando esta forma virtual a la que hubo que asirse para darle continuidad a muchas cosas.
“Se pusieron en vigencia muchas convocatorias, pero en cierto punto se me hace que las exposiciones virtuales no llegan a transmitir lo mismo. No me podía quedar con la idea de que no había otra forma…”, decía la docente de plástica que moldeó recorridos virtuales por la vida y obra de los grandes artistas mundiales y que mostramos en el vídeo aquí compartido.
Seguir a la par de los pinceles
La actividad antes de la aparición de este tiempo diferente, la encontraba a Alejandra con su andar a la par de los pinceles, siendo alumna también del Taller de Balus Zaga. “Estaba trabajando para exponer en varios lugares, entre ellos en Chile nuevamente. Pero lo cierto es que pinto por gusto”, decía.
Y acerca de quizás un acercamiento de más personas al arte ante este cambio de rutinas, comentaba: “Sería muy lindo pensar que es así… sobretodo para los chicos. En estas circunstancias en que hay más tiempo para percibir y vivir el momento, diría que es el momento ideal para crear. Esto de compartir vídeos para los chicos fue por mi nieto Ramiro, que fue el que me inspiró. El me pide que le enseñe, me aporta sus opiniones, y son tan sabias que creo que son los niños los que nos tienen que enseñar a los adultos a ser más creativos”.
“Además, estoy experimentando con el collage, retomando de a poco con los óleos, investigando y aprendiendo online con Pablo Solari, artista argentino. Actualmente estoy preparando un capítulo sobre Berni para niños. Y sobre la escultura con reciclado de material ferroso para los más grandes. Para todos los capítulos tengo que hacer un trabajo previo importante, respetuosa de mis maestros y la historia de los artistas, pero lo hago porque quiero motivar la creatividad, sencillamente porque creo que el arte es la posibilidad que tenemos como humanos de transmitir nuestro sentir. Por eso, aprovecho cada posibilidad que tengo de comunicarme a través de mis obras. Se que hay mucha gente que le gustaría hacerlo y no se anima, o piensa que no puede. Espero poder contribuir a un cambio en eso”, remarcaba.
María Alejandra Hernández entonces desde las redes, y en su canal de Youtube, extiende pinceladas para ese propósito que tiene el arte como principio y sin fin… el conmover. Ahora, la inspiración y los resultados se ven a través de una pantalla pero es la válida manera de poder sentir que mucho, mucho, sigue, por ejemplo, el arte.