A través de un comunicado, instituciones y organizaciones comunitarias de los barrios Santa Elena y Constantini expresaron su “dolor y preocupación por las situaciones de violencia vividas durante el fin de semana”, donde cientos de vecinas y vecinos salieron a la calle para reclamar contra una familia apuntada por diversos delitos y la protesta terminó con el incendio y destrucción total de su casa.

El texto lleva la firma de la Sociedad de Fomento Santa Elena, la Sociedad de Fomento Constantini, el Club Social Deportivo y Biblioteca Santa Elena, la Escuela de Fútbol Santa Elena, la Asociación Civil Pehuén, la Asociación Civil Ayudarte Luján, el Centro de Murga Retumbando Emociones, la Agrupación El Quinto Nacional y Popular, Mujeres por Luján y la CTD Aníbal Verón Luján.

Sobre lo sucedido, señalaron que “dichas situaciones que involucraron a cientos de vecinos y vecinas, culminando con el incendio de la vivienda de una familia, han sido la consecuencia de una escalada delictiva y de violencia que se ha intensificado durante los últimos meses en esta zona de Luján. Esta problemática no es particular de nuestro barrio, y conlleva un abordaje integral, ya que sus desencadenantes son de múltiples factores sociales, culturales, económicos, etc.”

Por este motivo, consideraron “fundamental un Estado presente, que deberá reforzar su intervención y desplegar toda capacidad para la solución de este problema que, insistimos, necesita para su tratamiento una mirada integral, acciones inmediatas y la colaboración del conjunto de la comunidad”.

En esa línea, remarcaron que “sin lugar a dudas, se deberá trabajar en la prevención del delito, en la protección de las vecinas y los vecinos, detectando las situaciones problemáticas, brindando contención, inclusión, oportunidades para nuestros niños/as, adolescentes y jóvenes, sobre todo en el marco de la crisis en la que nos dejará la postpandemia del Covid-19”.

A su vez, hicieron “un llamado de atención sobre el accionar de los agentes del Poder Judicial, como lo son jueces y fiscales que poco colaboran con la acción inmediata. Este problema de la ineficacia de un poder encriptado y oxidado fue un elemento clave en los hechos de desborde vividos el fin de semana, y lo padecemos como comunidad en otras problemáticas aún más graves como los casos de violaciones, violencia de género, violencia intrafamiliar, violencia institucional, etc.”

En este contexto, afirmaron que “debemos reflexionar sobre el funcionamiento de este sector de nuestro Estado democrático, al cual no elegimos con el voto popular, que va de la mano de un accionar policial que hasta ahora poco sirve para prevenir, sino que por el contrario ha sido históricamente una herramienta de amedrentamiento y represión. Tal vez sea hora de reestructurar todo este andamiaje que tantas páginas oscuras tiene en su historial”.

“Con profunda tristeza por lo ocurrido aquí en nuestro barrio, llamamos a la paz entre los vecinos y vecinas, y esperamos que este hecho inédito en la zona no vuelva a repetirse jamás”, expresaron.

Y por último, manifestaron que “quedamos a disposición de las autoridades para la colaboración en pos de poder plantear un camino a recorrer en cuanto al abordaje de los distintos elementos que han conllevado a esta situación límite, de manera urgente. No habrá forma de poder resolver estos problemas que nos afectan hace años, sin la participación de los propios vecinos, vecinas, sus instituciones y sus organizaciones comunitarias”.