En medio de la pandemia, Gonzalo Avaltroni, puso en marcha “Volver a rodar”, proyecto que nació con la idea de darle una oportunidad a todas esas bicicletas en desuso para que sus nuevos dueños, justamente, las vuelvan a hacer andar. Y si bien comenzó restaurando rodados que pertenecían a su familia y allegados, la iniciativa comenzó a expandirse y a llegar a otras manos.
Sucede que Gonzalo, a través del pedido de otra vecina, comenzó a restaurar una bicicleta para un joven del barrio, que tiempo atrás había perdido la suya en un robo. Tras repararla y pintarla, la mediadora y el restaurador pensaron en un punto de encuentro para hacer entrega de este regalo: la placita del barrio San Jorge. Fue así que Jony, como lo conocen los vecinos, fue citado en el espacio público y enorme fue la sorpresa que se llevó cuando vio que Gonzalo -acompañado de su hija- lo esperaba con semejante regalo.
Jony, querido por todos en el barrio, estudia y es a través de la escuela que trabaja. Pero hace poco, entraron a robar a su casa y, entre otras cosas, le llevaron su bicicleta, con la que andaba para todos lados.
En diálogo con LUJANHOY, Gonzalo Avaltroni contó que “este hobby empezó con la cuarentena. Empecé restaurando algunas bicis para mí, para mis familiares y todas las fui regalando. Pero con la bici de Jony, me pasó algo distinto. Cuando la encontré, la persona que la tenía antes no fue muy honesta al venderla, y pensé que era una buena idea transformarla en algo positivo”.
“Así nació la idea de solicitar donaciones y transformar todo lo que nos llega en algo bueno para la gente que lo necesita”, agregó Gonzalo. Al tiempo que contó que “a todas las bicis que reciba, les voy a poner el trabajo (y materiales) y las voy a donar. Es un proyecto muy nuevo, pero estamos muy contentos”.
El nexo entre Gonzalo y Jony fue Teresa Toledo, una referente barrial muy querida por todos, que sabiendo de ambas historias, logró este final feliz. Al respecto, Avaltroni contó que “el contacto fue Teresa. Ella es una referente en el barrio. Yo la conocía porque anteriormente había llevado ropa, electrodomésticos, pinturas y otras cosas al barrio. Todo fues siempre a través de ella, fue ella me habló de Jony”.
Acerca del encuentro, que culminó con la entrega de la bici, comentó: “Estuve dos semanas trabajando en la bici porque por lo general lo hago a la noche después de que termino mi trabajo. Y el momento de la entrega fue muy lindo, él no sabía nada y fue raro verlo porque no se lo esperaba. Creo que el no sabía bien lo que estaba pasando. Y además fue especial en lo personal porque me acompañó mi hija de 8 años”.
“La verdad que esto que empezó a pasar está genial. Ojalá haya gente con ganas de acompañar. Aceptamos bicis en cualquier estado e invitamos a todos los que puedan, que nos ayuden”, sostuvo.
Por último, le pidió a los vecinos “que piensen en los demás. Todos tenemos algo que podemos dar con el corazón. A mí me gusta dar las cosas en el estado en que yo las usaría, no por descarte. Y así nace esta propuesta, ojalá muchos más se sumen”.