“En la localidad de Villa Flandria, Jáuregui F.C.O., a los nueve días del mes de febrero del año 1941, los vecinos de esta localidad, reunidos en el salón Rerum Novarun, han resuelto formar y constituir una institución deportiva y social bajo la denominación del Club Social y Deportivo Flandria, declarando que la institución fundada en este acto se propone los siguientes fines: A) Difundir y fomentar los deportes entre el personal del establecimiento Algodonera Flandria S.A. y sus respectivas familias mediante instalaciones adecuadas y organizando torneos atléticos internos o de competición con otro similar. B) Fomentar la cultura intelectual y física entre sus asociados así como el espíritu de unión y compañerismo. Acrecentar la sociabilidad de los familiares realizando actos de carácter cultural y sano esparcimiento”.
Por unanimidad de votos, la Comisión Directiva quedó constituida de la siguiente forma: Presidente José B. Delesie; Secrretario General, Armando Galcerán; Secretario de Actas, Abel Etchart; Tesorero, Alberto Perazzo; Pro-Tesorero, Norberto Dezarnaud”.
Así se escribió un suceso histórico en la vida de Villa Flandria, cuando empleados de la por entonces gran empresa fabril se reunieron y firmaron el Acta de Fundación. Así nació Flandria, el club que con los años se convertiría en orgullo y estandarte de todo un pueblo.
En el mismo año de su fundación, Flandria se afilió a la Liga Lujanense de Fútbol, donde -ante el asombro de muchos- se consagró campeón en su primera participación. Título que repetiría en 1944, tras mantenerse invicto en las 14 fechas disputadas.
En el año 46 surgieron diferencias entre ambas partes que finalizaron con el retiro de Flandria de la Liga Lujanense. Y al año siguiente, el Canario obtuvo la afiliación deportiva a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), se le otorgó la Personaría Jurídica -que respalda a toda institución de categoría- y debutó en la Tercera división de ascenso, hoy Primera D, justamente ante San Telmo.
Entre 1948 y 1950, con la conducción técnica del recordado exjugador de Independiente Arsenio Erico, Flandria conquistó tres torneos Preparación, que abrieron el camino para uno de los momentos de mayor esplendor en la historia del club: el primer ascenso en 1952 a la actual Primera C. Aquel gran equipo dirigido por José Macri, que logró el título luego de vencer a JJ Urquiza por 2 a 0, estaba integrado por Mussio, R. Bianchi, Nicolini, Polidoro, A. Giordano, O. Somoza, Indar, Valoira, Merlo, Pérez, Tiberi y Moronta. Y como el equipo se mantuvo, en su debut en la nueva divisional alcanzó el subcampeonato.
Alentados por las sucesivas conquistas, en el año 54, tras ser campeones en Reserva, los dirigentes inauguraron el Edificio Flandria, la actual Sede Social. Sin dudas, un verdadero lujo arquitectónico para la época. Y a principios de 1960, se cerró para siempre la vieja cancha de la Avenida San Martín y Los Tejedores, escenario de tardes memorables, y se habilitó el Estadio Carlos V. El primer partido fue frente a Deportivo Español, que ganó 4 a 1 y finalmente se alzó con el campeonato. En ese equipo jugaba Carlos Salvador Bilardo, quien como técnico de la Selección nacional fue campeón del Mundo en México 1986 y subcampeón en Italia 1990.
Flandria, que peleó el título con el conjunto del Bajo Flores, estaba dirigido por la dupla Chane-Bono y alistaba a Ibarra; Bianchi y Bosochián; Drasich, Aranda y Quevedo; Ballesteros, Barta, Auditore, Bruzzio y Alfano.
El inolvidable ascenso a la B en 1972
La gran campaña realizada en 1967 fue el prólogo de lo que sucedería a comienzos de los años 70, sin dudas una de las décadas más gloriosas de la historia del club. En 1972, el equipo discutió la punta hasta el final, pero el campeón en definitiva fue Defensores de Belgrano. Y el Canario, que en la última fecha -jugada un sábado 9 de diciembre- venció a Central Argentino 1 a 0 con gol de Julio Apariente, alcanzó a Sarmiento de Junín en el segundo puesto, que sólo había igualado con Dock Sud, y lo obligó a jugar un desempate.
Y el día llegó. Fue el martes 12 de diciembre de 1972, en la cancha de Ferro, cuando una multitud que acompañó desde la Villa se deleitó con un equipo que respondió con fútbol y goles.
Sólo iban tres minutos de juego cuando Juan Carlos Nocella recibió un pelotazo de José Luis Soria y, con un toque de derecha por encima del arquero Rodríguez, puso a Flandria 1 a 0. En un equipo en el que brillaban Curieses, Daniele, Aranda, Apariente, el “Gurí” Orlando y Ferreras, entre otros, también se lucía Nocella. Y aquella fue su tarde soñada. Y lo ratificó a los 15 minutos del segundo tiempo, cuando peinó en el área un tiro libre y la pelota dio en el travesaño. Rápidamente se levantó del piso, atropelló y anotó el segundo. Luego, Sarmiento descontaría, pero Julio Apariente selló el resultado y el dio el ansiado ascenso a Flandria.
Del sueño de ascender a la A, al descenso
Entre 1975 y 1979, Flandria pasó de la ilusión de ascender a Primera división a la decepción de sentir en la piel el ardor que produce el descenso. En el 75, el equipo estuvo siempre en los primeros puestos del campeonato, hasta que recibió en el Estadio Carlos V a Quilmes, quien finalmente fue el que ascendió.
Y en un partido donde hubo muchas suspicacias y rumores de jugadores que habían sido sobornados, Flandria pasó de ganar merecidamente 2 a 0 a ser derrotado por 3 a 2. Y adiós ilusión. A partir de ahí, el desgaste futbolístico y las decisiones equivocadas llevaron al equipo a realizar malas campañas y desembocaron en el descenso en 1979.
Ya en la Primera C, se formaron a lo largo de los años algunos equipos interesantes que alcanzaron varias semifinales de Octogonal por el segundo ascenso a la B, entre las que se recuerda las de 1982 ante Almagro, las de 1990 ante San Telmo y las de 1992 ante Deportivo Paraguayo.
De las amenazas de quiebra y desafiliación, al inolvidable ascenso de 1998
A principios de 1995, la situación económica-institucional alcanzó un punto de ebullición difícil de manejar. Y a partir de ese momento, todo comenzó a despedazarse a pasos agigantados. Hasta que el 3 de marzo, luego de dos asambleas ordinarias, Flandria cobró gran trascendencia nacional al aparecer en las páginas de los diarios Clarín, Crónica y Popular con títulos que presagiaban la quiebra, la desafiliación de AFA y el cierre definitivo de la institución.
Dos días después, se realizó una Asamblea Extraordinaria en la que se nombró a la nueva Comisión Directiva, con José Luis Larrea como presidente, Hernán Mosca como Vicepresidente 1° y Héctor Cava como Vice 2°. El primer trabajo fue regularizar la situación económica, que se consiguió un año después. Y a partir de ahí, y ya con Mosca como presidente, se abocaron a la contratación del nuevo técnico y a la conformación de un nuevo equipo, que estuviera integrado en su mayoría por jugadores de las divisiones inferiores.
El elegido fue Omar Santorelli, quien firmó su contrato el 18 de julio de 1996 y 10 días después comenzó a trabajar. El resto de la historia es conocida por todos: dos subcampeonatos (Apertura 1996 y 1997), el acceso a las semifinales del Octogonal por el segundo ascenso a la B en la temporada 96-97, cuatro clásicos ante Luján sin derrotas (3 victorias y un empate), la obtención del torneo Clausura de 1998 y el inolvidable ascenso a la B tras derrotar a Ituzaingó en la final.
En el primer partido, jugado el 21 de junio en cancha de Estudiantes de Buenos Aires, Flandria lo goleó 3 a 0 con dos goles de Sergio Kaezuk y uno de Leonardo Basso. Mientras que en la revancha, disputada 7 días después en la cancha de Villa Dálmine, el Canario ganó 2 a 0 con tantos de “Lelo” Basso. Así, logró el ansiado ascenso.
Aquel equipo imborrable para los hinchas de Flandria, estaba conformado por Javier Cómite, Sergio Kaezuk, Hugo Díaz, Orlando “Lucho” Contreras, Walter Díaz, Diego Chappe, Edgardo Martini, Gonzalo Gianice, Gustavo Brito, los mellizos Fabián y Pablo Menseguez, Marcos Dotta, Leonardo Basso, Alejandro Campana, José Ramón Quevedo y José y Pedro Nieva, entre otros.
Tras la devastadora inundación, la gloria
Desde aquel momento, Flandria permaneció casi 16 años ininterrumpidos en la Primera B Metropolitana. Hasta que el 17 de mayo de 2014 cayó en Villa Lynch 1 a 0 ante la UAI Urquiza y descendió a la C.
A partir de ahí, se renovaron las autoridades y rápidamente comenzaron a trabajar en la conformación del nuevo equipo. Así, llegaron jugadores con experiencia como Rubén Molina y regresaron otros que ya habían vestido la camiseta de Flandria y que también poseen una importante trayectoria como Andrés Montenegro, Mario Mussón, Miguel Porcel, Alejandro González y Abel Sandoval, entre otros.
Y seis meses y cinco días después del descenso, el Canario puso las cosas en su lugar y volvió a tocar el cielo con las manos. Y en 2015 volvió a jugar en la B. Ni más ni menos.
Sin embargo, antes de ese momento glorioso, en el marco de la gran inundación que sufrió nuestra ciudad desde fines de octubre hasta principios de noviembre de 2014, Jáuregui fue una de las localidades más afectadas. De hecho, sectores a los que el agua nunca había llegado, esta vez arrasó con todo a su paso. Y el Estadio Carlos V, al igual que el Parque Industrial “Villa Flandria”, quedaron en el ojo de la tormenta. Sucede que ambos predios se encuentran en medio del río Luján por un lado y del Arroyo Marini por el otro, que justamente sufrió un importante desborde y dejó incomunicados a los vecinos de Pueblo Nuevo y de Jáuregui.
En ese contexto, la gran crecida que se produjo el jueves 30 de octubre y que alcanzó a las 14 los 5,32 metros, inundó el ingreso al Parque Industrial Villa Flandria y las viviendas que se encuentran allí, obligando a la evacuación de sus habitantes. Sin embargo, el agua no detuvo su andar y llegó como nunca al Estadio Carlos V, arrasando con el campo de juego e ingresando a los vestuarios, la utilería, el gimnasio, los depósitos, la sala de mantenimiento y la caldera. Y allí se quedó el agua durante varios días, convirtiendo el predio en un inmenso estanque y destruyendo todo sin piedad.
Y la imagen fue desoladora, con la cancha principal y las alternativas totalmente cubiertas de agua. A tal punto que en la imagen aérea que mostramos en esta nota, se pueden divisar tan solo las tribunas.
Mientras tanto, el torneo de la Primera C ingresaba en su recta final. Y era un hecho que Flandria ya no podría jugar en el Estadio Carlos V. Sin embargo, el equipo puso el pecho ante la adversidad y en la cancha de Chacarita, donde hizo de local, le ganó 3 a 1 a Sacachispas. Y después venció 1 a 0 a Central Córdoba en Rosario y forzó el desempate ante San Telmo. Y en esa final, que se jugó el 22 de noviembre de 2014, alcanzó una vez más la gloria y dibujó una sonrisa imborrable en medio de tanto dolor.
El cuarto ascenso de su historia se consumó en la cancha de Defensa y Justicia, en Florencio Varela, cuando Flandria sacó a relucir toda su entrega y coraje y con goles de Rubén Molina, Andrés Montenegro y Franco Costa le ganó 3 a 1 a San Telmo en el desempate que determinó el campeón de la Zona B de la Primera C.
Y en aquel partido inolvidable, el Canario, que era dirigido por Pedro Damián Monzón, formó con: Leonardo Griffo; Gonzalo Oviedo, Mario Mussón, Williams Riveros y Andrés Camacho; Rubén Molina, Hernán Pérez, Juan Huerta y Abel Sandoval; Franco Costa y Andrés Montenegro. Mientras que en el segundo tiempo ingresaron Alejandro González, Emanuel Escuredo y Javier Ferreira.
Lo mejor estaba por venir
Tras el regreso, Flandria tuvo una temporada de transición en la Primera B, en la que alternó buenas y malas. Sin embargo, tras acumular seis partidos sin triunfos (cuatro derrotas y dos empates), Fabián De Sarasqueta dejó de ser el técnico.
Y el 31 de julio de 2015 se hizo cargo la dupla técnica conformada por Sergio Gómez y Favio Orsi. La patriada era complicada, porque cuando desembarcaron en el club una nueva crecida del río Luján volvió a dejar bajo agua el Estadio Carlos V. Y las pérdidas, otras vez, fueron incontables.
Pese a ello, tras lograr la permanencia en la categoría -incluso se peleó hasta la última fecha por un lugar en el Reducido-, se armó un plantel para pelear bien arriba en 2016. Sin embargo, ese equipo demostró que estaba para cosas más grandes.
Y en la tarde del 12 de junio de 2016, consiguió el logro más importante de su historia y del deporte lujanense: el ascenso a la Primera B Nacional tras igual 0 a 0 con Atlanta en Villa Crespo.
La actualidad
Hoy el Canario milita en la Primera B Metropolitana y es dirigido por Andrés Montenegro, uno de sus grandes ídolos futbolísticos. Mientras que su presidente es Juan Bianchi, quien asumió el 30 de enero de este año y se convirtió no solo en el presidente más joven de la historia del club, sino de los clubes afiliados a la AFA.