Como si un borrador gigante quitara de una sola pasada la palabra respeto. Como si borrara un tramo de educación y pusiera en su lugar un gesto de maldad para con un espacio que no solo es lugar de paredes, techos, bancos y pizarrones, sino que es hueco cálido para el tiempo de educar infancias. Con todo lo que significa eso.

Por eso, cuánto duele cuando la delincuencia llega a las escuelas, porque atentan contra el lugar que es indispensable, siempre.

Y esta vez le tocó a la Escuela Primaria N° 5 “Lorenzo Casey”, ubicada en el kilómetro 22,500 de la ruta 47, paraje Las Lilas. Esa institución de zona rural que es tan querida por la comunidad y que sufrió anoche el accionar de los violentos, que ingresaron produciendo destrozos y robando varios artículos y elementos necesarios para la actividad educativa.

“Anoche entraron a robar en la escuela, rompieron todo y se llevaron lo poco que tenía esa escuelita de campo”, relató Pablo Salinas, allegado al personal de la escuela.

Y ante la consulta de LUJANHOY, nos brindó más detalles como así también su disposición para que quien pueda colaborar, lo contacte.

“Se llevaron computadora, monitor, televisor Led, DVD, equipo de música, entre otras cosas… Si alguien tiene la posibilidad de ayudar o donar para poder recuperar lo perdido, sería genial”.

Y agregó un comentario a toda emotividad: “Bastante castigada viene la educación de los chicos como para que encima les pasen estas cosas. Una escuela en medio de la nada, dos chicas haciéndose cargo de todo y les pasa esto. Mucha bronca”.

El paisaje es desolador. El invierno desnudando árboles, la Pandemia llegando a todos lados, frío y bronca. Injusticia en su mayor expresión. Una escuela que es tesoro, a todo campo. Y una situación que la golpea, golpeando a todos.

Ojalá consigan abastecerse nuevamente de lo que les robaron. Y ojalá, ante todo y contra todo esto, sigan las tizas escribiendo y enseñando la palabra “respeto”, esa palabra de accionar tan necesario siempre.

Para donaciones, contactarse a la página de Facebook: Pablo A. Salinas