Bajo el lema “Madre del Pueblo, te pedimos por la salud y el trabajo”, este fin de semana se llevó a cabo –otra vez con el peregrinar de miles de fieles que desafiaron el frío y la lluvia– la 47° Peregrinación Juvenil a Luján.
Desde este sábado por la madrugada, miles de personas comenzaron su recorrido hacia nuestra ciudad para mostrar su devoción a la Virgen de Luján, después de más de un año y medio de pandemia por el coronavirus que tanto daño y dolor causó.
Mientras que la tradicional misa de este domingo a las 7 estuvo presidida por el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Aurelio Poli, quien en el inicio de su homilía expresó: “Es un día de fiesta para nosotros. Yo tengo en mi corazón y en mi mente tres ideas, tres cosas para decirles en este momento. Y espero que sean cortitas porque conozco el dolor de ustedes de la marcha y el camino”.
Celebrada en la Plaza Belgrano, frente a la Basílica Nacional Nuestra Señora de Luján, la 47º Peregrinación Juvenil a Pie a Luján reunió a miles de fieles que no dudaron en peregrinar y volver a mostrar su fe tras la suspensión del año pasado por la pandemia de coronavirus.
En esa línea, Poli sostuvo que “la primera es algo que el Papa siempre nos repite cada vez que se encuentra con una multitud. Él nos recuerda que Dios y la Virgen nos aman profundamente, somos inmensamente amados por Dios. Y para mí, la renovación de la peregrinación este año es una muestra de cuánto nos ama Dios”.
Además, el arzobispo de Buenos Aires destacó la presencia de “esta maravillosa juventud y todos los que se han puesto al servicio de la peregrinación es una muestra más de la delicadeza de nuestro Padre Dios y de la ternura de nuestra Madre”.
En segundo lugar, indicó que “cuando todo se mueve lo más firme que nosotros tenemos es la familia. Apuesten a sus familias. Dediquen tiempo. Hemos escuchado durante estas jornadas cómo vienen a pedir por sus familias, por la salud, por la unidad, por el amor, por el trabajo. Apuesten a la familia. Dedíquenle tiempo. Ahí están nuestros principales valores, es lo mejor que tiene la Patria. Dedíquenle tiempo porque todo lo que recibimos en la familia, todo lo que se mama en la familia, nos dura la vida entera. Ahí se cultiva el amor, ahí está la fuerza de nuestra Nación. Apuesten a la familia”, enfatizó el arzobispo de Buenos Aires.
Y en tercer lugar, subrayó que “mirando a la Madrecita allá, que salió para recibir a todos los peregrinos, le vamos a pedir para todos los que han peregrinado, para los que se pusieron al servicio de la peregrinación, las gracias. Las gracias primero vamos a darle por la fuerza que nos dio para llegar a Luján, para poder celebrar esta fiesta, para cumplir esta peregrinación espiritual, esta reserva religiosa que tiene nuestra Patria, estos valores tan lindos de nuestra fe”.
En el cierre, Poli dijo a los peregrinos que “hoy comienza de vuelta la peregrinación de la vida, la que tiene más espinas que rosas, y necesitamos las gracias materiales y espirituales para seguir caminando en esta vida”. Por eso, pidió que “giren un poquito la cabeza y miren a la Madre. Madrecita, Madre de Luján, tú que nos quieres a todos, te pedimos que le pidas a Jesús, vos que te la pasás pidiendo por nosotros, que nos concedas lo que necesitamos para seguir caminando en la vida”.