Con un móvil policial que giró continuamente por calles aledañas mientras se desarrollaba la reunión -accionar del que los vecinos mencionaron “tienen miedo que cortemos la ruta, por eso ahora andan”-, se llevó a cabo a las 17 de este sábado, en ruta 5 y El Churrinche, del lado del barrio Hostería Sur, una reunión convocada y organizada por fomentistas y vecinos de los barrios que conforman el bloque de la ruta 5: Hostería Norte, Hostería Sur, Villa Cleotilde y Las Moras, además de San Emilio, Aires de San Antonio y zonas aledañas.
La mayoría de estos barrios estuvieron representados en el encuentro y en la situación que los une: seguridad, algo que no tienen, motivo por el cual intercambiaron sensaciones reales vividas en torno a la preocupación y miedo, como así también a la falta de luminarias, alarmas, cámaras y presencia de móviles policiales, faltantes que los motivaron al encuentro.
Y entre tantas voces compartidas y diversas opiniones, confluyeron en la decisión de llegar con el tema a una banca abierta en el Concejo Deliberante y dejar de abonar la tasa de Seguridad que llega a cada vecino con la factura de la Cooperativa Eléctrica. O, en todo caso, pedir que el dinero recaudado para tal fin, sea entregado a la Sociedad de Fomento de cada barrio que así lo solicite para ser administrado por los fomentistas e invertido en el tema crucial para todos: la seguridad.
“En otros barrios residenciales que no son pocos, se paga seguridad privada”, decía un vecino haciendo hincapié en esa posibilidad de redirigir el dinero de la tasa de Seguridad ciudadana a la administración barrial. “Está abandonado todo esto. Yo tengo 70 años, hace 50 que vivo así, ¿qué voy a seguir esperando, 20 años más para que me digan cuándo van a hacer algo? Ya estoy cansado. Si todos acá queremos colaborar, hacemos ‘nuestro intendente’ del barrio, le damos la plata de la tasa de Seguridad y que con esa plata se haga lo que se pueda, pero que se haga algo”, apuntaba alguien que viene, tal como lo manifestaba, con un extenso camino ya recorrido por las calles, los días y las situaciones de inseguridad del barrio.
La tasa: un dinero que quieren administrar ellos mismos
“Tratar de organizarnos para sacar esa tasa de Seguridad”, mencionaban. Aunque luego, con el transcurrir del diálogo, la quita del pago cedió lugar a otra opción: recibir en cada sede fomentista la recaudación del pago de los vecinos para la utilización del dinero desde su propia administración, con el objetivo de solventar gastos como arreglo o colocación de luminarias, arreglos o colocación de cámaras y alarmas hasta, inclusive, mantenimiento de móviles policiales.
“Cuando un barrio se anime a hacer esto -uno solo-, yo les puedo asegurar que se les acabó el curro, porque más barrios van a hacer lo mismo. Nos tenemos que organizar para que legalmente no nos puedan decir nada con respecto al no pago de la tasa. Que se guarden las 10 luces, pero no le pagamos más la tasa y hacemos una comisión barrial de seguridad para este bloque de barrios. Por lo menos, cuidémonos entre nosotros. Tenemos abogados que nos pueden asesorar, busquemos las herramientas y hagamos un fondo de seguridad barrial. Estamos pagando mucho dinero todos los lujanenses para vivir de esta manera. Y por más que coloquen aplicaciones y aplicaciones, si no hay patrulleros de qué sirve. Por más que vos llames de acá, de allá, el patrullero no va a venir porque no hay, no hay”, remarcaba una representante del barrio Villa Cleotilde.
Y sumaba: “El Consejo de Seguridad no sirve para nada. Primero, ahí no hay un solo licenciado en seguridad que pueda proyectar un plan de seguridad para Luján, entonces cada gestión lo que hacen es poner gente afín para que esto sea una escribanía. Entonces, si hay que cambiarle el aceite a un patrullero, que sale 100 pesos, a nosotros nos sale 3.000”.
Y con la certeza de la acertada decisión de la reunión, sostenían que “el habernos juntado ya es un gran paso”. Y llegaban más apreciaciones: “Vamos a darle difusión a esto. Que todos los vecinos de otros barrios lo sepan, que se contagien con esta iniciativa. Lo ideal es que se sumen más barrios así hacemos más fuerza. Hay que pedir banca abierta. Se hace cada 15 días, así que hay que hacer todo lo que hay que hacer para tramitarla y llegar entonces a esa banca abierta”, subrayaban.
Y agregaban: “Ellos (por la Municipalidad) no quieren esto, que los vecinos nos juntemos y expongamos lo que está pasando en Luján con el tema seguridad, algo que vivimos a diario”.
Debatiendo, con miradas y experiencias de diferentes generaciones presentes en la reunión, continuaban argumentando: “Lo que se propone es que los presidentes y todos los fomentistas de las sedes de estos barrios trabajemos en este plan de acción que es atacar al Fondo de Seguridad, como si les dijéramos ‘si no venís, si no ponés la plata donde tenés que ponerla, entonces nosotros no te pagamos más’. Tenemos que tratar de revertir esto, sabemos que estamos en una situación de paranoia cuando cae la noche y estamos a merced de los delincuentes”.
“Llamamos cuando escuchamos tiros, porque hubo un robo. Atienden enseguida, lo miran en las cámaras desde el centro de monitoreo, ven perfectamente las situaciones, pero claro, si hay cuatro patrulleros para todo el que viene llega sin luces, se les cae el guardabarro. No sabemos cómo hace para llegar, así que nos pasa que el Estado está ausente en este tema de seguridad, nos ha dejado absolutamente abandonados y lo peor de todo es que hay un recurso económico que estamos todos aportando y no se sabe a dónde va”, añadían
Luego, volvieron a hacer hincapié en llegar al Concejo Deliberante: “Hay que pedir la banca abierta, cada 15 días coparles el HCD por lo menos cuatro veces seguidas y pedir que el Fondo no se disuelva, sino que la plata vaya a la Sociedad de Fomento porque si hay ‘ chanchuyo’, tenemos cercanía, el presidente vive a dos cuadras, el tesorero a una cuadra y media, nos conocemos. Tenemos personería jurídica, así que tendríamos que redactar una carta para invitar a los otros presidentes de otras sociedades de fomento para unirse a este proyecto para que ellos también reciban el dinero, no para que se deje de pagar el Fondo sino para que esa plata vaya a la Sociedad de Fomento”.
Dándose ánimo, cerca del final de la reunión manifestaron que “nos comprometemos los presidentes a armar ese escrito, autocorregirlo, pasarlo y firmarlo” y remarcaban: “Hay que estar unidos, si no las cosas no van a cambiar. Y solo es seguir rezongando, porque nadie se mueve hasta que no te pasa a vos, cuando te pasa decís ‘la saqué barata, no me pegó un cuchillazo, un tiro’, pero hay que involucrarse, lograr la empatía de todos, sino vamos a estar en el horno”.
Aplausos para sentirse unidos y la decisión tomada del pedido de Banca Abierta, el proyecto del desvío de la recaudación del pago de la tasa del Fondo de Seguridad Ciudadana para el manejo propio en cada barrio y todo enmarcado en la necesidad y derecho de vivir, seguros.