Donde ataca la delincuencia, duele. Y mucho. Pero hay ciertos espacios sublimes e infinitamente queribles que cuando son atacados, el dolor es otro. Aumenta en la medida del incomprensible acto de además de robar, atacar con saña lo que es tan sagrado para otros: alimentos, juguetes. Atacar de esta manera la necesidad de esas infancias es repudiable desde cada y todo punto de vista. ¿Qué piensa aquel que destruye un juguete? ¿Qué piensa aquel que inutiliza alimentos? ¿Qué piensa aquel que ensucia todo con desprecio? Pero la principal pregunta es: ¿Qué siente? ¿Siente?

El dolor llegó con esta noticia: robaron en el Comedor y Merendero “Huellitas” del barrio La Loma. Y además, pisotearon con pies y odio todos los tesoros de los chicos.

Inexplicable

Estela Ruiz es referente del lugar. Y con la voz entrecortada por la tristeza e impotencia, contaba a LUJANHOY: “El miércoles alrededor de las 9.30, 10 de la mañana, una de las chicas que colabora con el comedor me manda un audio que no abrí porque estaba en una reunión. Entonces me llama y me cuenta que en la oficinita que tenemos en una esquina de la sede estaba la puerta -que era nueva- destruida, que estaba abierto el lugar y ella no se animaba a entrar porque no había nadie. Así que junto con otra colaboradora nos acercamos y bueno, ahí nos encontramos con todo”.

Y ese “encontrarse con todo” seguramente no incluía el desprecio por los alimentos y los juguetes. “Se habían llevado cosas, alimentos, rompieron mucho, pisotearon todo, rompieron juguetes. Y no solo eso, se llevaron cajas con galletitas, los pollos que tenemos para preparar la vianda y tiraron cebollas, papas e hicieron pis sobre todo eso. Desparramaron mesas, sillas, un desastre, todo destrozado, todo por hacer más que nada, daño”.

En cuanto al accionar ante lo sucedido, Estela mencionaba: “Llamamos a la Policía. Tenemos una alarma que suena para nosotros pero no para el COM, así que ellos no se enteraron que sonó. Cabe decir que el barrio cambió muchísimo, robaron en el jardincito, están robando mucho y ahora bueno, nos tocó acá. Lo que se llevaron… bueno, pero el daño que hacen”.

Sumar buen gesto

Ante tanto malo, ante la maldad esparcida por la delincuencia, que lleguen los buenos gestos, esos que a diario construyen y ofrecen Estela y las demás personas que sostienen el espacio de ayuda y contención, esos gestos que podemos aportar desde el pedido de colaboración.

“Lo que pediría es si la gente puede colaborar con lanas, algún pedacito de goma eva, brillitos, porque nosotros les estábamos haciendo unos gnomos para Navidad -hay muchos chicos que ni siquiera tienen arbolito- y eso lo rompieron todo. Además les tiraron aceite, así que lo que quedó no sirve para nada. Es mucha amargura, amargura porque hay gente, chicos, que la están pasando mal, por eso duele tanto. Las cosas si se las hubieran llevado, que se yo, estaba bien. Pero destruir todo así es muy doloroso”, lamentaba.

Para quien pueda colaborar, debe comunicarse al teléfono (2323) 211649.

El robo sucedió. Y con él se fueron esas cosas materiales muy necesarias. Pero el robo dejó otra cosa más significativa aún: mucho dolor. Incomprensible pisotear los tesoros de la infancia. Incomprensible.