El universo de la literatura nos reserva siempre un lugar. Ha habido uno, dos, veinte, una estantería completa de libros que de diferentes maneras han estado cerca, de pasadita, adentro, modificando miradas, aportando gestos, a todas nuevas ventanas, que ha sido ese recuerdo de páginas que quedan haciendo los bordes del camino a transitar.
Quien lee. Quien escribe. Quien sostiene un libro en manos. Quien lo tiene en el mejor espacio de su alma. Quien lo vuelve a hojear. Quien lo recita en párrafos inolvidables. Quien lo comparte. Quien lo descubre en el intento de comenzar a leer a toda infancia. Quien a toda vejez pone aumento a las letras para que nada deje de entrar por los ojos y retumbar en el corazón…un libro o muchos. Siempre, siempre hay un libro.
Y Mary llega en este fin de año a ponernos un libro nuevo en la estantería, esa que cada quien entonces, arma con libros físicos o con el recuerdo de ellos. Mary Achával, que escribe, que se emociona y emociona desde las letras, trajo “Vientos del Sur”, su última novela.
Presentación
En el lugar construido a tanta vocación vecinal -el Salón de Usos Múltiples de la Unión dde Vecinos de Cortínez (UVeCor)-, la localidad recibió a su escritora natal, que ante familia, amigos, colegas, realizó la presentación de su libro “Vientos del Sur”, una novela que nos pone a transitar por la historia personal de Anna -su protagonista-, colocándonos casi como protagonistas también del cúmulo de almanaques que junta, revisa, vive, recupera, pierde, espera reencontrar.
Almanaques que son cruzados por eventos históricos: el Holocausto sufrido desde su Austria natal, la Dictadura Militar en su vida en Argentina, todo de preciso engarce de palabras para que la historia contenga la gran calidad descriptiva de la literatura de la autora, buceando en la profundidad de los temas y sus relatos, sin dejar de ofrecerlo con la sutileza y sencillez necesaria para la fluidez de la lectura, un estilo que Mary nos comparte en este libro que transcurre desde los finales de los años 30 hasta la actualidad, teniendo como paisaje principal el escenario de naturaleza maravillosa que ofrece Córdoba, allí donde Anna tiene para hablar las letras de la autora mediante la cual vivimos en la descripción absoluta y amena, dolores, fortaleza, pérdidas, empuje, valor, amor, esperanza, todo en un círculo de vida excelentemente redactado para que desde la lectura, se gire en ese círculo que es la vida.
“Hablo mucho de caballos en el libro, porque hacen también a la historia. Me gusta mucho la naturaleza, la describo mucho y Córdoba te presenta esa cantidad de ríos, de cerros, tanto, tanto, que las palabras van fluyendo solas”, decía Mary en la tarde del sábado 27 de noviembre, en el momento de la presentación de “Vientos del Sur” en el salón de UVeCor y con la grata conducción del evento por parte de un miembro de la comisión directiva: Alejandro González.
Y Mary le agradecía por su prestancia y calidez, a la vez que destacaba: “Agradezco a toda la comisión directiva de UVeCor que me invitaron para esta presentación en este hermoso salón”, donde se contó además con la participación de Arnoldo Daniele en la lectura de una de sus poesías gauchescas y la música de Marcelo Ramírez que amenizó con excelentes interpretaciones el encuentro.
Y al hablar de agradecimientos, Mary destacaba a sus amigas – colegas escritoras: Betty Kutcha, Marcela Medina, Lucía Cavasín y Graciela Siboldi, entre quienes conformaron una amistad de letras, “las literatas”, presentes además en la presentación aportando sus voces para describir la calidad de Mary y su escritura y leer exquisitos párrafos del libro.
Pero además agradecía a todos los presentes y en especial a su familia con una dedicatoria especial para su esposo: “Agradezco a Jorge, porque la verdad no es fácil escribir una novela, estar siempre escribiendo, sacando fotos, cosas que aportan al interior de cada uno. Y bueno, gracias a él que nunca me cortó las alas, estoy hoy aquí. Te quiero”, remarcó.
Y los aplausos por la emotividad y por el hecho tan físico como trascendental que es escribir una historia y abrirle el camino para que en forma de libro se engarce en los lectores, fueron sonido merecido para la creatividad de Mary Achával, que le puso vida a “Vientos del Sur” con latido de palabras.