No pasó demasiado tiempo desde que la Casa Argentina de Houston, Estados Unidos, y el Servicio de Auxiliares Voluntarias del Hospital concretaran el proyecto de sumar un espacio para la atención de urgencia de los niños que llegan al Hospital con cierta gravedad. Una campaña que las tuvo a las Voluntarias como receptoras de la solidaridad de los argentinos viviendo en el país del Norte, una recaudación en tiempo récord y la historia cerrando un círculo con forma de corazón.

La geometría podría ceder sus reglas ante ciertas historias, para que quedara aprobada otra forma a la hora de ejemplificar un círculo. Porque esa figura de redondel donde todo inicio llega a un fin, dando la posibilidad del reinicio de todo, nuevamente, se dibuja a trazos de latidos y con forma de corazón, cuando quienes le dan forma, tienen la esencia solidaria como tinte de sus días.

Y no es fácil aportar los trazos, son muchos pasos encaminándose hacia lo que se sueña, son muchos brazos sosteniendo la ilusión y la desilusión de a veces también, son muchas palabras como horas, mucho tiempo como vida puesto todo ahí, en esa decisión de poner a funcionar la rueda con los giros solidarios, que en ese círculo pone a la par a quienes sueñan, organizan, aportan, reciben…porque cada uno hace su parte y entonces, ese círculo se dibuja con forma de corazón y late de ahí en más, en cada quien que fue y es parte del mismo.

En esta historia de la concreción de tener en nuestro Hospital la posibilidad de una atención más completa cuando de urgencias pediátricas se trata, hubo quienes propusieron, quienes encaminaron todo y el resultado no se hizo esperar: el Servicio de Auxiliares Voluntarias del Hospital local, representantes de la Casa Argentina de Houston, la generosidad en las donaciones, la transparencia en la campaña y la Guardia de Urgencia Pediátrica inaugurada el viernes. Un círculo como historia con forma de corazón.

Tiempo récord

El invierno argentino, tuvo chispazos de sol amenizando el ambiente cuando las Voluntarias empezaron a creer firmemente en otro sueño: crear la Guardia de Urgencia Pediátrica. Y ese firme propósito empezó a latirle en las manos cuando recibieron el aviso de cómo iba todo en cuanto a esa otra parte indispensable, que era la obtención del recurso económico, una suma de dinero que más allá de la siempre colaboración lujanense para con el Servicio de Voluntarias, era muy elevada de no haber sido por la intervención de la Casa Argentina de Houston -(Texas, Estados Unidos), que mediante la doctora Nora Navone -argentina residente en la mencionada ciudad- y los miembros de toda esa institución -que brinda apoyo y asesoramiento a los compatriotas- mediante el sistema de ‘Go Fund me’, obtuvieron las donaciones de dinero que llegaron a ser la recaudación necesaria para que nuestro Hospital contara con la aparatología y las instalaciones necesarias para ese sector inexistente hasta el momento y dedicado exclusivamente para los casos graves atendidos en Pediatría.

Todo en un tiempo récord de apenas algo más de siete meses, entre junio de 2021 hasta este inicio de febrero de 2022 con la inauguración de la Guardia. Entonces, hubo una reunión rosa. Cada guardapolvo coroló las almas solidarias que allí se citaron el viernes para recibir en el nosocomio local a dos representantes de la Casa Argentina de Houston, María Fernanda Bruno y Fernando Rodríguez, quienes pudieron aportar sus trazos de manera física en esa mañana, trazos que ya habían sido fundamentales para la organización de esta campaña que fue el pilar fundamental para el logro que celebraron allí, a todo “gracias”.

Y si hubo una palabra que se repitió de manera constante en el encuentro del que LUJANHOY fue testigo privilegiado, fue ese sentimiento de agradecimiento en esa palabra que fue y vino de unos a otros, articulada y advertida debajo de los barbijos con estructura de sonrisa y esencia de verdadera alegría.

El inicio de la historia

Con sus guardapolvos color rosa, con la satisfacción de llegar a la meta propuesta, las integrantes del Servicio de Auxiliares Voluntarias del Hospital Nuestra Señora de Luján, nos relataron el inicio de este círculo de solidaridad que seguirá girando y sumando trazos cada vez que un niño requiera para su atención, el equipamiento conseguido.

“Carmita Reyes es amiga de la doctora Nora Navone y esta le comenta que la Casa Argentina de Houston iba a hacer un proyecto con el tema de salud a través de un sistema que se llama ‘Go Fund me’, que se basa en captar fondos de distintas personas y con el monto que sea. Carmita se conecta con Lili Tadeo y le dice que para ser beneficiadas teníamos que presentar un proyecto basado en una necesidad”, comenzaba con las palabras sentidas Liliana Pozzo, actual tesorera del Servicio de Voluntarias, al tiempo que mencionaba a otras integrantes que fueron parte de ese inicio.

“Armamos una carta y se la entregamos al director del Hospital, pero bueno, fue quedando ahí sin respuesta. Así que escribimos algo y lo enviamos directamente nosotras, contando sobre quiénes éramos y cuál era la tarea de Voluntarias. Empezamos a tener comunicación con la doctora Navone y unos días después nos dice ‘vamos a encarar el proyecto para ustedes’, y el monto que nos planteó para ese ‘Go Fund me’ era un monto altísimo, estábamos sorprendidas y ahí pensamos en qué íbamos a hacer si llegaba ese dinero. Las partes sensibles del Hospital siempre son Pediatría, Neo. Así que pensamos en una Guardia de Urgencia Pediátrica que el Hospital no tenía, no hay en la Clínica Güemes, ni en la San José y ante un caso de gravedad hay que ir o a General Rodríguez o si tenés obra social a Pilar”.

Y detallaba que en la siguiente instancia enviaron videos relatando la necesidad de contar con ese espacio de atención más compleja, para que en el mes de junio ya estuvieran abocadas al pedido de presupuestos que fueron renovándose mientras pasaba el tiempo, los cuales se realizaron consultando lógicamente al Jefe de Pediatría, doctor Giordano, que asesoraba en cuanto a la aparatología necesaria.

La recaudación se hizo en tiempo récord: 45 días bastaron para que el dinero necesario para el proyecto se recaudara en las tierras norteamericanas y llegara a destino para justamente, el mejor destino: la Sala de Urgencia Pediátrica de nuestro Hospital local.

“Ya solamente el equipo de alto flujo tuvo un valor de 550.000 pesos, impensado para nosotras lograr eso”, aseguraba Liliana Pozzo ante la mirada y escucha atenta de María Fernanda Bruno, miembro de la Casa Argentina de Houston, que con el sentimiento salido de los ojos y perceptible a través de su mirada, acotaba: “Para nosotros también fue impensado este hallazgo, el encontrar este grupo de Voluntarias, la respuesta de la gente fue impensada, es la primera vez que hacíamos una campaña virtual, a veces es triste tener que mostrar la cara de la necesidad, pero todo lo que se difundió acerca de esta campaña también sirvió y sirve para crear conciencia y ahora esto de poder estar acá, con las Voluntarias y poder darle transparencia a la gente, que vean que estamos, que se hace, eso es muy importante”.

E intercambiando miradas de agradecimiento, continuaba el relato por parte de Liliana: “Luego teníamos que buscar el lugar físico, porque se había terminado la campaña, teníamos el dinero, así que se pensó en el lugar, hubo algunas vueltas, pero finalmente se hizo donde se había pensado. Hubo que instalar oxígeno, se compró todo lo que hacía falta como bombas de última generación y monitores, se puso todo en funcionamiento y la sala ya está lista. Lo único que no pudimos comprar fue un kit de acceso vascular que en realidad en Argentina no se hace más y para importarlo de España o Colombia que son los países fabricantes, es otro monto muy costoso, pero igual se puede reemplazar con otras técnicas realizadas por los médicos. Así que la sala tiene dos camas, camilla de traslado, el equipo de alto flujo, dos monitores, las bombas de infusión, toda la instalación de oxígeno y gas , quedó completa”.

En tanto, desde lo aún más emocional que es pensar en el uso, sostenía: “Lo que nos tenemos que plantear es que esa Sala va a permitir que un nenito que antes se moría en el camino al traslado, se estabilice , se quede internado un día hasta que se consiga un traslado de alta complejidad y se pueda ir. Para nosotras este es un proyecto sumamente ambicioso que no lo hubiéramos logrado de ninguna manera si no hubiéramos tenido esta ayuda, ya que nuestros ingresos son como siempre, con la venta de las tarjetas de Flores de Vida, las ventas de tapitas de plástico o las monedas de la fuente, pero nos alcanza para lo diario, para estudios que podemos solventar de algunos pacientes, algo de aparatología, insumos, pero este Proyecto era inalcanzable”.

Error y amor

La celebración del logro, el círculo rosa con forma de corazón que pudiera sintetizar esta historia, que no puede tener menos que el amor al prójimo como motor de giros, comenzó con un error que divertidamente lo traía al recuerdo María Fernanda: “Esta historia linda, en realidad, nace hace años y por un error, porque la Dra Navone un día llama a la Casa Argentina equivocadamente, se había confundido el teléfono y llamó para pedir empanadas… y tuvo la ‘desgracia’ que la atendí yo, entonces nos pusimos a hablar, ella no sabía que la Casa Argentina hacía 52 años que existía. La enamoró la actividad y dijo ‘me parece que me voy a asociar’. Luego establecimos un lindo vínculo, nos hicimos amigas y le propusimos que trabajara en Casa Argentina”.

Y Fernando acotaba: “Casa Argentina es la única comunidad latinoamericana organizada en Houston”, para que sumaran su reflexión precisa y ejemplificadora: “Esta Pandemia cometió estragos pero tuvo un lado lindo, el de poder acercarnos más de otra manera y el gran placer de saber que los argentinos en el exterior nos ayudan mucho, ahora iremos por más. Los agradecidos somos nosotros que tuvimos el placer de encontrarnos con las Voluntarias, porque las tuvimos para poder hacer llegar la solidaridad. Por eso lejos de su agradecimiento hacia nosotros, somos nosotros los agradecidos por poder estar en esta realidad de este proyecto”.

Palabras, fotos, hasta una comunicación vía vídeollamada con la doctora Navone, uniendo Luján y Houston en un ida y vuelta de confraternidad y esencia de una misma tierra como lugar de raíz.

Listo para la atención

La reunión, ya pasadas las 11 de la mañana, se trasladó hasta el sector de Pediatría para contar con el recibimiento del jefe del área, el doctor José Giordano, que se manifestaba con sus palabras: “Este es un agradecimiento especial. Realmente es importante para Pediatría, ya que por una cuestión geográfica está localizada en un lugar con mucha accidentología, contar con un espacio adecuado como este era realmente muy importante. Con ese dinero que la Casa Argentina mandó y el Servicio de Voluntarias nos donó, se compraron dos monitores multiparamétricos con presión no invasiva, dos bombas de infusión que se usan con guías de suero común, se pusieron los poliductos con tres estaciones para tratar tres chicos en simultáneo y también algo que estuvo muy solicitado, el alto flujo. Acá hace muchos años se venía pidiendo y por los costos no se lograba, la verdad que es un aparato muy importante, nos permite reducir la internación de los chiquitos graves sobre todo menores de 18 meses que presentan bronquiolitis grave y justamente antes que pasen a esa situación de gravedad, ponerlos en tratamiento con alto flujo reduce el tiempo de internación y lo más importante es que reduce el ingreso a terapia intensiva en un 60%, así que para nosotros es un gran logro. Y a todo esto también se le suman las dos camas articuladas, nuevas y la camilla. Gracias a ustedes, gracias al servicio de Voluntarias, y a la gente que colaboró”, decía el profesional médico para recibir la sentida respuesta de María Fernanda en representación de la Casa Argentina de Houston.

“A nosotros nos gusta la frase que dice ‘empezamos haciendo lo necesario, luego seguimos haciendo lo posible y de repente nos encontramos haciendo lo que creíamos imposible’ y ver esta preciosura de gente, generosa, solidaria, que se dedica a ayudar al otro para tratar de darle una chance, nos hace estar agradecidos con todos”.

Y Fernando destacaba la importancia que tuvo el haber recibido en formato de vídeo la palabra del doctor Giordano para propulsar la campaña, detalle del que María Fernanda expresaba: “La gente que colaboró fue porque entendió la mirada genuina del Doctor, entendieron que la necesidad existe y esa necesidad tiene cara de chiquitos”.

Hay necesidad. Y la habrá. Porque en los traqueteos de la vida, hay episodios incomprensibles y dolorosos pero ciertos que ponen dolor en la infancia. Y ante ello, contar con los médicos y su atención profesional y humana resulta el abrazo para que la situación recupere el objetivo de un niño feliz y sano, curado, atendido. Algo que necesariamente también requiere de la aparatología correspondiente.

Hoy el Hospital Municipal cuenta con la Guardia de Urgencia Pediátrica, que se concretó gracias a la campaña organizada por la Casa Argentina de Houston al conocer al Servicio de Auxiliares Voluntarias de nuestro Hospital. Un cúmulo de sentimientos en cada una de las partes involucradas. Y un resultado transparente y concreto. Un giro y otro y otro para la solidaridad que más que formato de círculo, tiene forma, indudablemente, de corazón.