Seguramente fue de esos precisos y preciados momentos en los que se celebra el hoy agradeciendo el ayer, ese ayer que sin dudas puso impronta y fuerza para que se construyera una historia de barrio que en el constante avance de los tiempos, sostuviera el deseo primero que le da origen a cada espacio caracterizado por la participación vecinal: un lugar siempre un poquito mejor donde transitar la vida.

La del día actual y la de mañana. La de una y cuántas más generaciones sea posible. Y con las estampidas también de lo que puede y suele suceder. De los cansancios, los logros que no llegan, las dificultades, los desacuerdos, el afrontar todo con la esencia fomentista significa poder transitar esos deterioros para revertirlos en voluntad, concreciones, valorando desde los pequeños gestos a las grandes ayudas, para que ese lugarcito querido que late a corazón de vecinos, pueda ser parte de la historia de todo el barrio. Así, desde aquellos días de calles de tierra hasta este hoy con un asfalto que fue escenario para las hileras de sillas y la comodidad de los presentes, se festejó un aniversario especial en el barrio Lanusse: los 50 años de su Sociedad de Fomento.

“Quisimos festejar este aniversario homenajeando a todos los vecinos que integraron comisiones durante todo este tiempo, pero fundamentalmente recordar a aquellos pioneros que se organizaron para conformar una Entidad Fomentista y así luchar institucionalmente por el progreso del barrio”, señalaba la actual presidente de la comisión directiva, Rosana Dorronzoro, recordando la realidad del barrio en el inicio de la tarea fomentista 50 años atrás:

“En esos años carecía de los mínimos servicios públicos como alumbrado público, veredas, asfalto, mejorado de calles, gas, cloacas, agua corriente, servicio de colectivos, teléfonos, etc. pero más allá de lo urbanístico, esos hombres soñaban con poder contar con un espacio donde los niños, adultos y abuelos pudiesen reunirse para realizar actividades culturales y recreativas, porque el centro estaba demasiado lejos”, decía reconstruyendo en palabras aquel paisaje medio siglo atrás, cuando nacían los sueños de los fomentistas aquellos.

Historias de la historia

Los recuerdos vienen en bicicleta, seguramente. Dejando ese zigzag de ruedas finitas por entre el polvillo de la calle de tierra. O puede que los recuerdos aún estén aferrados a las huellas de esas pisadas en los días lluviosos, llegando como sea a esa edificación reciente que se empezaba a erguir sobre la calle Dr Luppi. De cualquier manera, todos los que llegaban lo hacían con una carga de liviana inmensidad: los sueños.

“El predio donde hoy funciona la Sociedad de Fomento, inclusive el CAPS, de 2500 metros cuadrados, fue adquirido por esa primera Comisión, con fondos que obtenían de cuotas sociales, rifas, kermeses, bailes. El homenaje para ellos fue lo que nos impulsó a organizar el acto”, afirmaba Rosana acerca del evento que se realizó el 24 de febrero, a plena tardecita, cuando se congregó una gran cantidad de vecinos, representantes de diversas instituciones y autoridades municipales, por entre quienes se contó con la presencia del intendente Leonardo Boto.

Y ante la concurrencia se procedió a descubrir dos placas conmemorativas: una en nombre de la actual comisión directiva y otra por parte de la Municipalidad. Y entre la alegría de los más de 120 asistentes, se encontraban expresidentes de la sede fomentista Juan D. Tissera, Luciano De Gatica, Haydee Airala, Antonio Gamero, Alberto Donadío y Pedro Sandroni; exintegrantes de comisiones; hijos de presidentes ya desaparecidos como Luis Baume, Mirta Battellini, Mirta Ferros, Carlos Vázquez, Martín Dorronzoro y Héctor Mazzolo; representantes de diversas sociedades de fomento de otros barrios y el Centro de Formación Profesional N° 402 en la figura de su director.

También participaron vecinos y amigos que luego del descubrimiento de placas ingresaron al interior del salón para poner en inicio la emotividad: una muestra retrospectiva que en fotos, puso a andar a todos en todos los almanaques pasados.

“Expusimos también material como boletines informativos confeccionados a mano y artículos periodísticos, que nos llevaban a revivir momentos compartidos muchos años atrás. Se proyectó un video institucional y luego se degustó la torta”, señalaba la presidente de la Sociedad de Fomento, que para finalizar con la celebración contó con una participación artística especial: el grupo de danzas que tiene espacio en la sede y compartió sus vuelos de pañuelos, los gestos caballerescos, las polleras girando y todo el folclore sonando y aportando imagen desde la presentación del grupo “Alma de Tradición”, con su directora, bailarines y bailarinas.

“Todo fue muy emotivo ya que aquellos fomentistas tuvieron un sueño: el de lograr el progreso en lo urbanístico, pero fundamentalmente instalar la cultura para todas las edades y hoy podemos decir que ese sueño está cumplido en un gran porcentaje”, mencionaba Rosana y detallaba con orgullo el inicio en este mes de marzo de la puesta en valor de la biblioteca “La Luz”, trabajo que se está realizando con jóvenes del barrio, adelantando también que se contará con diversos talleres, cursos y actividades como yoga, taekwondo, cocina, gimnasia, zumba, folklore, ensamble musical, taller de la memoria, Talleres municipales y de Pami y actividad deportiva para niños y niñas.

“Nuestro compromiso es continuar este proyecto que comenzó hace 50 años, entonces una calle de tierra y oscura, pero con ese sueño que aunque muchos no llegaron a ver, se pudo cumplir. Y en honor a ellos debemos seguir trabajando, manteniendo en alto la bandera del fomentismo en nuestro barrio Lanusse de la mano de nuevas generaciones”, sostenía Rosana Dorronzoro.

La calle asfaltada, el paisaje edilicio modificado, las redes sociales como punto de otra opción de encuentro, la inmediatez de las noticias desde tan solo una pequeña pantalla de celular. Sin embargo, así como los pinceles de Martín Dorronzoro decían sueños, enarbolaban derechos, coloreaban futuro, la esencia del barrio se mantiene desde aquellas expresiones que desde lo artístico dibujaban un trazo social al que se sumaron, con su propia letra, todos y cada uno de los que 50 años atrás promovieron la creación de esta sede fomentista del barrio Lanusse, que siguió y sigue siendo esencia de algo esencial: los sueños.