Con motivo de conmemorarse el 46º Aniversario del Golpe de Estado Cívico-Militar, ocurrido el 24 de marzo de 1976, este jueves por la mañana se realizó el tradicional acto en el marco del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, el cual es organizado por la Comisión de Familiares y Amigos de Detenidos Desaparecidos Luján.

La actividad, que se desarrolló en la Plazoleta de los Derechos Humanos, ubicada en la intersección de avenida Constitución y las calles Doctor Real y Belgrano, contó con la presencia de familiares y amigos de los detenidos desaparecidos en Luján; funcionarios municipales, entre ellos el intendente Leonardo Boto y el jefe de Gabinete, Matías Fernández; dirigentes políticos; referentes de organizaciones sociales, culturales, educativas y barriales, y vecinos en general.

En primer lugar, se leyeron los nombres de los 26 lujanenses desaparecidos (Ver más abajo), acompañados cada uno de ellos por la expresión: “¡Presente!”. Y luego, se dio lectura a un extenso documento especialmente elaborado por la Comisión de Familiares y Amigos de Detenidos – Desaparecidos Luján a 46 años del Golpe de Estado, que está acompañado por la firma de organizaciones políticas, sociales, gremiales, culturales y educativas y que repasa los hechos previos, analiza el período de la dictadura, cuestiona el accionar de algunos sectores en la actualidad.

En este sentido, sostuvieron que “46 años han pasado del golpe de estado a partir del cual se implantó la última dictadura cívico militar eclesiástica. Dictadura que aplicó el terrorismo de estado secuestrando, torturando y desapareciendo a 30.000 compañeras y compañeros que fueron militantes de organizaciones revolucionarias, de sindicatos combativos, del movimiento de sacerdotes para el Tercer Mundo, de espacios culturales y políticos progresistas”.

En tanto, recordaron que la represión también “comenzó antes de la dictadura en nuestra ciudad cuando el Comando Nacionalista Jordán Bruno Genta sentenció a muerte a militantes locales y entre la noche del 9 y la madrugada del 10 de marzo secuestró a 6 de ellos, muchos de los cuales fueron nuevamente secuestrados y desaparecidos en dictadura”.

A su vez, remarcaron que “aquel accionar represivo se transformó en terrorismo de estado cuando a partir del golpe la Junta Militar comenzó a implementar el genocidio. Genocidio que contó con el apoyo del gran empresariado local y extranjero. Tal como nombramos cada año, para no olvidar jamás, empresas como Loma Negra, Clarín, Acindar, Techint, Ledesma, Mercedes Benz, Ford, La Veloz del Norte y Dálmine-Siderca, entre otras, fueron las beneficiarias de una política planificada según sus intereses. También fueron cómplices de la dictadura los grandes medios de comunicación como el grupo Clarín y La Nación, la jerarquía eclesiástica, los sectores políticos conservadores y antidemocráticos”.

Y en esa línea, expresaron que “entre estos últimos están los que fueron los cómplices civiles en Luján. La Unión Vecinal, partido que fuera creado en 1972, puso a disposición a sus hombres para implementar en la ciudad las políticas de la dictadura. El gobierno municipal estuvo primero en manos de Silverio Pedro Sallaberry, quien gobernó desde mayo de 1976. Pocos días después de su nombramiento se produjo en Luján el 4 de junio el primer secuestro seguido de desaparición. Se iniciaba así una larga lista de operativos ilegales en nuestra ciudad secuestrando y desapareciendo a muchas y muchos de las y los militantes locales”.

Y añadieron que “otro hombre del vecinalismo, Gerardo Amado, fue el rector interventor de la UNLu. El mismo día del golpe Emilio Mignone, quien era su rector, renunció al cargo. Le siguieron dos breves intervenciones militares y luego Amado no dudó en aceptar el cargo, que ocupó desde 1976 hasta 1979, mismo año en el que la Junta Militar decidió que se anunciara el cierre de nuestra universidad. Posteriormente, en 1982 reemplazó a Salaberry y quedó al frente del municipio hasta el fin de la dictadura. Actualmente el Vecinalismo sigue reivindicando a quienes considera sus referentes políticos. Pero nosotras y nosotros sabemos que han pasado a la historia como los cómplices civiles que hicieron posible que la dictadura pudiera implantarse en cada rincón del país, entre ellos nuestra ciudad”.

“Todo aquel horror vivido no se olvida. Las y los sobrevivientes, las y los familiares hasta el día de hoy siguen prestando su testimonio para que se pueda avanzar en el camino de la Justicia”, enfatizaron, al tiempo que plantearon que “si bien hoy la justicia avanza, en algunos casos lo hace lentamente. Los juzgados y tribunales que dilatan las causas garantizan así la impunidad de los responsables del genocidio. Por eso reclamamos mayor celeridad porque no podemos seguir despidiendo a Madres, Padres, Abuelas, familiares sin que sepan que ha pasado con sus seres queridos. Tampoco como sociedad podemos seguir avanzando sin una Justicia que condene a los genocidas y sus cómplices civiles. Exigimos ¡Juicio, castigo y cárcel común para todos los culpables!”

Y consideraron que “el avance de la Justicia fortalecerá la reconstrucción de la Verdad para seguir construyendo Memoria. Memoria que también tenemos que fortalecer en el plano económico. No debemos dejar que se olvide que la dictadura vino a implementar el neoliberalismo como política económica”.

Antes del cierre, se puso a disposición de todos los presentes un micrófono abierto para que expresen sus sentimientos y pensamientos a 46 años del Golpe de Estado.

Los 26 detenidos desaparecidos en Luján

Jorge Elischer
Julio Navarro
Graciela Erramuspe
Vicente Pascarelli
Carlos Durán
José Orellana
Rosa María Cano
Carlos Fernández
Omar Siina
Ricardo Palazzo
Dardo Sebastián Dorronzoro
María de los Ángeles Torres
Georgina Simerman
Enrique Guerrero
Juan Carlos Barroso
Alcides Ramírez
Mónica Mignone
Raúl Aguirre
Hilda Vergara
Rubén Maggio
Arnaldo Buffa
Oscar Peralta
Irma Tardivo
Pedro Núñez
Raquel Mena
Pablo Alberto Finguerut

Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia

Es el día en el que se conmemoran en nuestro país las muertes de miles de civiles producidas por la última dictadura militar que gobernó a la Argentina, autoproclamada Proceso de Reorganización Nacional. Fue justamente un 24 de marzo de 1976 cuando se produjo el Golpe de Estado que depuso al gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón, dando inicio a la dictadura militar más sangrienta de la historia argentina.

El 2 de agosto de 2002, el Congreso de la Nación Argentina promulgó la Ley 25.633, creando el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia con el fin de conmemorar a las víctimas, pero sin darle categoría de día no laborable. Tres años después, durante la gestión del presidente Néstor Kirchner, se impulsó desde el mismo Poder Ejecutivo Nacional que la fecha se convirtiera en un día no laborable e inamovible.

A raíz de ello se produjo un debate, en el cual opositores al proyecto enviado por el Poder Ejecutivo recalcaron que al ser feriado nacional pretendía una festividad, mientras el oficialismo sostuvo que “no hay posibilidad de que ninguno pueda ignorar el hecho”.

Finalmente, con el apoyo de Organizaciones de Derechos Humanos como Abuelas de Plaza de Mayo y Madres de Plaza de Mayo, el proyecto se convirtió en Ley.

En 2017, el expresidente Mauricio Macri mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), ordenó que el feriado sea movible. La decisión fue ampliamente criticada por Organismos de Derechos Humanos, sus propios aliados del gobierno nacional y la población en general.

Y la presión social por conservar una fecha que ya es icónica en las efemérides argentinas, logró que se diera marcha atrás con el DNU y se conservara en su fecha original.