En el mundo, en el de todos, en el propio, puede haber espacio para un mundo más, un mundo creado desde la emotividad puesta de a letras, con el cargamento de sentidos que tiene una palabra, con la infinita capacidad de modificarlo todo que tiene una historia, cuando cada letra construye una palabra y las palabras señalan el camino de una cierta historia que nos encuentra leyendo un mundo de papel, aún en los días de pantallas.

Ese encuentro, de piel y hojas, desde las manos hasta los ojos y con la necesaria vuelta por el corazón, hace a la persistencia del mundo de los libros que se sostiene un poco más fuerte a los tiempos, cada vez que alguien escribe y comparte.

Así, Carolina, escribiendo y compartiendo un nuevo mundo de papel desde “El reino del adiós”, su reciente libro.

“El proyecto fue armándose sin pretensiones de llegar a este resultado. Podría decir que fue casi un plan terapéutico… escribir y leer han sido cosas que me han gustado siempre” empezaba contando la autora que no podía dejar de señalar la decisión y la vocación: “Elegí abogacía cuando pensé en una carrera ‘que me asegurara el futuro’ y en medio del proceso de abandono de la abogacía empezó a despertar casi como una necesidad, esto. Nunca había escrito poesía antes, sin embargo, las palabras brotaban casi sin control cuando me sentaba a escribir. Le llevé esos primeros trabajos a Cristina de la Plaza y fue ella quien descubrió que todas esas hojitas sueltas podían formar un libro”.

Y dejaba constancia de algo concreto: que es su primer libro. Y de lo que pudiera suceder, que no sea su único libro. “No sé si habrá otros, lo fui haciendo casi sin darme cuenta, en un momento muy especial… Las circunstancias nunca se repiten.La escritura y la lectura han sido grandes compañeras en mi vida. También tengo una tía muy querida que es escritora y tuve la suerte de vivir con ella durante los años de la secundaria”, decía a modo de describir un paisaje de situaciones y circunstancias que formaron parte del antes para este hoy en donde está a punto de presentar su libro.

Páginas de sensaciones

Las hojas prometen sensaciones y es ahí donde reluce esa certeza de encontrar lo buscado. De saberse de una real y mágica manera parte de un movimiento especial adentro, donde llegan esas letras haciendo esas palabras que son el camino de la historia.

“El libro ‘El reino del adiós’ expresa una sucesión de sensaciones que de alguna manera se repiten -la experiencia de elegir una profesión, equivocarme, abandonarla, volver a empezar es solo uno de los tantos giros que ha ido dando mi vida- y está organizado en pequeños capítulos, el primero referido a los ‘Sueños’: ¿cómo imaginamos que será esta nueva experiencia?, ¿cómo la proyectamos internamente?, ¿cómo la soñamos? El siguiente capítulo habla de ‘Realidades’, de lo distinto que puede ser el plan inicial al resultado efectivo: tal vez de alguna decepción, frustración, enojo por no haber podido vivir ‘el sueño’ de la manera esperada. En el siguiente, la aceptación, la ‘Liberación’: el abrazo a esta nueva realidad, a esta realidad no planificada, pero que tendrá algo nuevo que ofrecer. Luego, la ‘Despedida’: la despedida de ese sueño inicial o la despedida de ese enojo con la realidad. Y finalmente, el ‘Renacimiento’ desde otro lugar, habiendo curado esas heridas, habiendo limpiado la escena, habiendo (o habiéndonos) perdonado. Y la preparación para el próximo ciclo que comenzará con un nuevo Sueño”.

Encuentro con el mundo de papel

El libro será presentado este sábado 9 de abril a las 17 en la Biblioteca Ameghino, con el deseo de un buen clima que permita realizar el evento al aire libre.

Contará con la participación de la Banda de Músicos Voluntarios Rerum Novarum, en la que alguna vez sonó a toda música Carolina y su flauta traversa, y con las palabras de Cristina de la Plaza, de quien la autora mencionaba que “nadie más autorizado que ella para dar cuenta del proceso que fue desencadenándose y transformándose en esta nueva realidad, en la materialización de este sueño hecho libro”. De esta manera, el público presente podrá disfrutar de música y palabras.

“Mientras escribía solo relataba lo que me iba sucediendo, mis sensaciones, mis enojos, mis dolores, y sus transformaciones en cosas nuevas. Yo misma iba transformándome a medida que escribía. ¿Y qué siento ahora? Ahora me preparo para volver a empezar. Para otro sueño”, remarcaba.

Será entonces que ahora hay un mundo de papel nuevo en el mundo de todos. Ese mundo que nace cada vez que también nace un libro. Será que “El reino del adiós” se abre de a papel para dejarnos entrar desde la lectura. Será que siempre que haya un libro habrá mundos por conocer.