Ahora ya se ven los ladrillos, en hileras, unidos y formando esas paredes que van creciendo hacia arriba. Ahora esos ladrillos de esas paredes, ya empiezan a absorber el calorcito de la buena humanidad, que aparece cuando se lo necesita. Esas paredes, entonces, serán más que paredes, serán refugio, alegría, esperanza. Serán abrigo.

Y cuando llegue el techo y cuando esté el piso y cuando se abran las puertas, todo tendrá el colorido mágico pero tan cierto de la solidaridad. Y en este caso, allí, a pleno barrio Villa del Parque, donde Alejandra Eugui, familia, amigos y colaboradores sueñan y proyectan ese salón, por ahora en la vereda y en la puerta de la casa de la calle Corrientes entre La Paz y Zaccardi ofrecen lo que pueden ofrecer ante la necesidad del alimento y el abrigo.

En LUJANHOY conocimos esta historia en aquella charla que mantuvimos con Alejandra en mayo y la posterior difusión de su tarea solidaria. Y hoy continuamos contando cómo va avanzando el sueño desde la colaboración de muchos y la organización de las formas para lograr el objetivo.

Claro que un gran espaldarazo para ver más cerca el logro del salón propio para este Merendero “Piecitos pequeños pisando fuerte” lo dio la realización del último bingo, que tuvo lugar recientemente en la sede fomentista del barrio. Y la recaudación fue utilizada para la compra de materiales de construcción. Y ahí nomás, ¡manos a la obra!

“Empezamos con la construcción del salón, todo con la plata que venimos juntando de la realización de bingos, eventos solidarios y donaciones de materiales”, decía Alejandra, que para ese emprendimiento material cuenta con las manos y el corazón de su familia -esposo, yerno, papá- y también de gente amiga.

“Necesitamos que se siga sumando gente, porque ahora van a hacer falta ladrillos, luego vendrá el tema del techo, se va a necesitar una ventana y dos puertas”, detallaba con la decisión de pensar siempre en sus “peques”, tal como los llama esta vecina y referente del merendero.

Frío y urgencia

Llegado el invierno, las necesidades aparecen ubicadas en un listado y ahí, entonces, el poder tomar algo calentito, el tener un plato de comida y abrigo, son motivo de unidad por entre quienes se suman a colaborar.

“Hoy estamos necesitando mantas y frazadas. Hay una abuela de una de ‘mis peques’ que está tejiendo mantas y las hace con los pulloveres del roperito comunitario que tenemos. Esos que están muy viejos o ya están rotos, ella corta cuadraditos, los une y hace mantas que luego voy dando una por cada familia, aunque quisiera darle una a cada ‘peque’, pero por ahora es una manta por familia”.

Y ante esta urgencia del frío, también el merendero tiene abierta la posibilidad de recibir donaciones, por lo que compartimos aquí los medios para comunicarse con ellos:

– Facebook: Merendero Villa del Parque – Piecitos pequeños pisando fuerte
Número de teléfono: (2323) 774892.

La historia ya viene cambiando. Desde hace seis años, cuando Alejandra y otras vecinas ofrecían una taza de algo calentito para la merienda. Y más ahora, cuando el merendero tiene una organización precisa para esos más de 80 ‘peques’ que llegan con sus piecitos al lugar donde se los convoca con amor.

Ese lugar que ya tiene ladrillos unidos con ese material resistente a todo: la solidaridad. Así se elevarán las paredes. Así se llegará al techo. Así, a todo gesto de amor ante las urgencias del otro, llegará el momento de abrir la puerta al salón del merendero. A colaborar, entonces. Que hay muchos piecitos pisando fuerte.