Entre agradecimientos y el pedido de pan y trabajo, cientos de fieles celebraron, como todos los 7 de agosto, el Día de San Cayetano. En ese marco, la Capilla de la calle Alsina abrió sus puertas minutos después de la medianoche para recibir una importante cantidad de fieles al igual que años anteriores previos a la pandemia.

En ese marco, desde muy temprano hubo diversas actividades que comenzaron con el tradicional rosario en la Parroquia.

Por su parte, la primera misa fue a las 7 y las actividades continuaron durante todo el día. A las 15, se llevo a cabo la tradicional procesión por las calles del barrio -que fue acompañada por un gran marco de vecinos- mientras que la misa central, oficiada por el cura párroco Luis Fornero, fue a las 16.

Este año, a diferencia de otros, se sumó una celebración religiosa a las 20. Ésta fue la última misa del día de celebración.

Durante toda la jornada, los fieles que se acercaron hasta la Capilla pudieron llegar hasta la imagen de San Cayetano, tocarla, besarla, agradecerle y hacerle peticiones. En la puerta, como ya es habitual, se montó un escenario para las celebraciones religiosas y se entregaron estampas bendecidas y trocitos de pan.

Este año, al caer domingo 7 de agosto, se estimaba que fueran más las personas que se acerquen hasta la Capilla. Y así fue, ya que durante todo el día cientos de fieles se hicieron presentes para agradecerle al Santo el pan de cada día y el trabajo.

Y aunque la fecha cayó fin de semana, afortunadamente, jardines de infantes y escuelas aledañas, que siempre se suman con su presencia para venerar al Patrono, se hicieron presentes con las banderas fe ceremonia. Allí, representantes de los establecimientos educativos se sumaron a la festividad religiosa para seguir conociendo más la historia de quién fue San Cayetano.

¿Quién fue San Cayetano?

El día de San Cayetano “Patrono del Pan y del Trabajo” es una de las celebraciones religiosas más significativas.

Nació en Vicenza, cerca de Venecia, Italia, en el año 1.480. Profesó la austeridad y se atrevió a desafiar el status quo de su época creando la la Orden de Clérigos Regulares Teatinos.

Dio su vida por la paz y, tras su fallecimiento, fue declarado Santo por el Papa Clemente X el 12 de abril de 1671.

Según la Iglesia Católica es patrón de los gestores administrativos, así como de las personas que buscan trabajo y los desempleados. Por tal motivo, es llamado “Padre de Providencia” o “Padre de la Providencia” y “Patrono del pan”.