En el marco de un nuevo aniversario del fallecimiento del general Don José de San Martín, que se conmemora el 17 de agosto y por el cual este lunes fue feriado, en nuestra ciudad comenzaron a llevarse a cabo sencillos pero emotivos homenajes.

El primero, como tradicionalmente ocurre todos los años, fue este lunes a partir de las 9 en la localidad de Jáuregui, más precisamente en el monumento ubicado en San Martín y Los Hilanderos, donde el Grupo Scout “San Antonio de Padua” realizó una nueva y emotiva conmemoración.

Allí, con la presencia de instituciones, escuelas y autoridades, se llevó a cabo el izamiento del Pabellón Nacional y se escucharon palabras alusivas relacionadas al Padre de la Patria.

Al respecto, Juan Ignacio Luchetti, presidente del Grupo Scout “San Antonio de Padua”, aseguró a LUJANHOY que “todo estuvo muy lindo porque contamos con el acompañamiento de varias escuelas, los Bomberos Voluntarios, la Delegación Municipal y el Campo Escuela, entre otras instituciones”.

“Fue un acto emotivo, pero sencillo y rápido. Además, nos acompañaron muchos vecinos, eso nos alegra a nosotros y a los chicos también”, agregó.

Este acto fue llevado a cabo por el Clan Rover del Grupo Scout en el tradicional monumento ubicado en la localidad de Jáuregui.

El resto de las actividades

Por su parte, el miércoles todo se trasladará a la zona céntrica de nuestra ciudad, ya que a las 10 se llevará a cabo un homenaje a los pies del el busto ubicado frente a la Municipalidad.

Mientras que a las 14.30, organizado por la Asociación Patria, Amistad y Servicio (PAYS), la Asociación Cultural Sanmartiniana y la Municipalidad de Luján, se llevará a cabo el acto oficial. El mismo tendrá lugar en el monumento ecuestre ubicado en el Parque San Martín, que contará con la participación de escuelas, instituciones y autoridades.

Todas las conmemoraciones son abiertas a la comunidad.

Su ultimo adiós

El 17 de agosto de 1850 José de San Martín fue atendido después de almorzar por su médico personal, el doctor Jordan. Ante la gravedad de su salud, el facultado le pidió a Mercedes, la hija del general, que convoque la asistencia de una de las hermanas de la caridad.

San Martín, algo cansado y con fuertes dolores de estómago, solicitó a su yerno, Mariano Balcarce, que lo acompañara a su dormitorio. A las tres de la tarde, el Libertador nos dejaba con su muerte el legado más importante para nuestra América: la libertad.