A lo largo de la historia hubo grandes inundaciones que afectaron a nuestra ciudad, entre otros hechos de relevancia en relación al río Luján. Y a través del trabajo realizado por la Asociación Civil Inundados de Luján, desde LUJANHOY seguimos compartiendo diversas efemérides que contienen fechas y muchos datos y detalles.
En esta segunda entrega, el eje de la historia son los 60 años que se cumplen de una sequía extrema en Luján.
Desde Inundados de Luján no solo estudiamos el comportamiento del río, sino también la cuestión climática que, aunque no es exacta, en nuestro territorio se comporta con ciclos de lluvias y secas que en el primer caso generan inundaciones prolongadas y por eso nuestra ciudad debe estar preparada.
Desde 1963 nuestra región no registra una sequía extrema de semejante magnitud y ha hecho que nuestro río no se haya desbordado desde la última gran inundación en agosto del 2015. Aunque los ciclos de secas pueden llegar hasta 7 años de duración, a finales de la semana pasada la Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó que el fenómeno climático La Niña permanecerá en la región hasta mayo.
La OMM explicó que, si bien hay indicios de su debilitamiento, en los próximos meses prevén un régimen de lluvias menor al normal y temperaturas iguales o superiores a la media.
Pero, ¿qué es La Niña? Es un fenómeno que forma parte del ciclo natural-global del clima, conocido como El Niño-Oscilación del Sur. Se trata de un ciclo global con dos extremos: a la fase cálida se la conoce como El Niño, y a la fría como La Niña. Sus efectos incluyen inundaciones, sequías, incendios forestales y otros eventos climáticos.
Desde la Red Pluviométrica de la Universidad Nacional de Luján elaboró un excelente informe sobre las precipitaciones en la cuenca del río Luján y sobre todo en nuestra ciudad, que marca que en el trimestre junio-julio-agosto, ha presentado el acumulados más bajo de precipitaciones desde que hay registro en la UNLu, indicando un estado de sequía extrema ya que el acumulado durante dicho trimestre fue de 23,7 mm, marcando el nuevo límite inferior de la categoría 1(https://sissa.crc-sas.org/pronosticos-de-lluvia-y-sequia/); esta categoría lo marca la SISSA (Sistema de Información sobre Sequías para el Sur de Sudamérica) e indica que nuestra ciudad se encuentra en situación de sequía extrema.
Los pronósticos para el próximo trimestre no son alentadores y mantendrían esta tendencia, tomando como referencia al pronóstico climático trimestral elaborado por el Servicio Meteorológico Nacional para el territorio nacional (https://www.smn.gob.ar/pronosticotrimestral), para el trimestre septiembre-octubre-noviembre del 2022, se espera en la zona correspondiente a la cuenca del río Luján, que las precipitaciones sean inferiores a los valores normales para dicho trimestre, que, según la estadística de la estación agrometeorológica de la UNLu, estaría por debajo de los 200 mm.
Las condiciones de sequía grave como la que estamos atravesando, pueden afectar negativamente la calidad del aire, hay un riesgo mayor de incendios forestales, y el humo y lasa materia particulada suspendida en el aire por estos eventos puede irritar los conductos bronquiales y los pulmones como lo estamos viendo en más de 10 provincias de nuestro país y ya está llegando nuestra ciudad.
También en lo productivo esta prolongada sequía está afectando los cultivos.
Una referencia histórica obligada es la publicación de Florentino Ameghino, “Las secas e inundaciones en la Provincia de Buenos Aires”, 1884 .
Su subtítulo resume todo un programa de acción: “Obras de retención y no de desagüe”. Todo lo contrario de lo que se hace ahora que con los canales clandestinos los campos quedan “secos“ luego de una lluvia.
Al estudiar las inundaciones y los medios de evitarlas Ameghino remarca que “…esta cuestión estaba íntimamente ligada con la de las secas, que de tiempo en tiempo hacen sentir sus desastrosos efectos sobre distintas regiones de la Provincia. Aún más, adquirí la convicción de que todo esfuerzo y todo trabajo que tendiera a evitar uno de esos males sin tomar en cuenta el otro ocasionaría probablemente más perjuicio que beneficio”.
También cita escritos anteriores de Estanislao S. Zeballos (cuyo todo su archivo se encuentra en el museo del Complejo Museográfico “Enrique Udaondo”), uno de los más destacados intelectuales y políticos de la generación del 80 que ocupó tres veces el cargo de ministro de Relaciones Exteriores.
Respecto a la región bonaerense Zeballos, en 1876, expresa “A pesar de sus arroyos, lagunas y ríos, esta Provincia sufre sequías espantosas”, “La solución del problema de la seca se relaciona con esta otra cuestión muy importante: la transformación conveniente de ciertos accidentes del terreno que permitan utilizar las aguas que hoy en día se pierden estérilmente…“, “…aprovechar las aguas que afluyen a las depresiones de la Pampa y que se pierden en su seno; sin perjuicio de las medidas generales, que reputo indispensables para combatir la seca y sus efectos”.
Ahora bien, como la Organización Meteorológica Mundial (OMM) alertó hace unos días que este próximo trimestre podría darse el tercer episodio consecutivo del fenómeno climático de La Niña (la única vez que sucede durante este siglo), luego seguramente vendrá un ciclo de lluvias muy importante que deberemos estar preparado como ciudad, haciendo obras, adoptando un sistema de alerta temprana de inundaciones y preparando programas de asistencia para las personas más vulnerables que sufren las anegaciones cada vez que el río se desborda.