Mariana Sarubbe, directora del Jardín N° 909, voz y corazón a plena emoción.

A la ronda redonda le fueron llegando más manos. Se fueron uniendo como eslabones indispensables para conformar esos giros imparables de los recuerdos, que estaban invitados para ser palabra de evocación que dibujara las imágenes precisas de lo que se quería recordar.

La ronda tan redonda no necesitó que un patio inmenso fuera la escena de movimiento, porque se hizo aún cuando cada uno desde su lugar estiró emociones para unirlas con todos y cada uno de los protagonistas de esta historia de 50 años. Entonces, los abanderados, las seño, la directora, los invitados, las autoridades municipales, las instituciones presentes, las familias, estiraron el alma para acercarla y darle forma a esa ronda de años que giró y giró en la mañana del jueves 6 de octubre arremolinando los días para revivirlos, en ese otro día, el especial, el día del cumpleaños del querido Jardín.

Y como postales queribles y entrañables, el programa del acto tuvo el izamiento del pabellón nacional, visto desde la altura de los pequeños abanderados que le pestañeaban a la bandera alta, ¡tan alta! Y la postal siguió con la estampa de todas las banderas de ceremonia de los establecimientos educativos presentes y de instituciones invitadas y la voz desde la precisa y amena conducción de Yanil Auce, relatando que “el 9 de octubre de 1972 comienza a funcionar con 31 alumnos y alumnas inscriptos con una sección multiedad que nucleaba niños de 3, 4 y 5 años y funcionaba en el turno tarde. La edificación destinada era la casa habitación de la escuela N° 7 allí en la calle French 126”.

Entonces, las postales continuaban cuando el director de la banda de Bomberos Voluntarios, Jeremías Escobar, ponía sonido a plena voz y pecho para el Himno Nacional. Y cuando el intendente Leonardo Boto, junto a los miembros de PAyS Carlos Quilici y Alberto Farran, la jefa distrital Nora Arriaga y la inspectora jefa regional de Educación Gabriela Valverde descubrieron las placas que dejarán testimonio de la jornada especial vivida en este octubre de 2022, a 50 años del nacimiento del Jardín de Infantes “Malvinas Argentinas”, placas bendecidas por el Padre Hugo, de la Parroquia Santa Elena.

Palabras para la ronda

Rostros, corazones e historia: reconocimiento para ellos.

Y no solo las postales y la emoción y las almas haciendo contacto para la ronda imaginaria pero perceptible construyeron esos giros, también las palabras. Como las ofrecidas por la directora de la institución, Mariana Sarubbe, diciendo: “Para todos los que formamos esta comunidad educativa y para todas aquellas personas que hicieron posible la creación y consolidación de esta institución, es muy emotivo poder vivenciar cómo se junta hoy en este acto conmemorativo el pasado y el presente reencontrándonos y recordando a tantas personas que han dejado un poquito de cada una de ellas en cada accionar por el progreso de este Jardín que hoy es el reflejo de ello”, mencionaba con la voz en tiritas de emoción.

“El Jardín comienza a escribir su historia el 9 de octubre de 1972 y empieza a funcionar en esa fecha cuando es inaugurado en la casa habitación de la actual escuela primaria N° 7, pero la necesidad de la casa propia se hacía cada vez más imperiosa y fue allí cuando la comunidad se unió para la educación con una meta a alcanzar, con un objetivo común. El esfuerzo de las familias, de los docentes, de los miembros de la Asociación Cooperadora y de la comunidad en general se vio generosamente acompañado y fortalecido por la invaluable tarea que la Asociación sin fines de lucro PAyS llevó adelante para la construcción del edificio en el que hoy estamos celebrando las Bodas de Oro de nuestro Jardín. Desde siempre los alumnos y alumnas han sido el pilar fundamental, el sentido y motor de nuestra tarea educativa, por ellos trabajamos día a día para brindarles una educación con igualdad de oportunidades y de derechos para todos y todas. Pertenecer a una institución arraiga un sentimiento y en ella se trata de aunar esfuerzos para construir las mejores trayectorias educativas posibles sobre las bases de un proyecto institucional compartido que trasciende y trasciende a las personas”, decía Mariana.

Y remarcaba el agradecimiento: “Hoy nos sentimos abrazados y mis palabras se funden en ese abrazo hacia todas las instituciones educativas que hoy nos acompañan, a las autoridades sociales y autoridades de diversas entidades que hoy se encuentran, pero por sobre todo yo destaco al enorme cuerpo de docentes y auxiliares que me acompañan y que hacen posible que las cosas sucedan en este Jardín. A las familias, gracias, que nos han acompañado y que han vivenciado este proceso de celebración en una tarea mancomunada y gracias a toda la comunidad educativa, sosteniendo que en este aniversario no podemos dejar de valorar todo lo realizado y proyectado hacia el futuro, seguiremos con claras convicciones apostando a nuevos proyectos, haciendo las cosas como las hicimos hasta ahora, con el corazón y con el compromiso que asumimos por la educación pero como dice esta frase y es que los logros de hoy se basaron también en los sueños y el esfuerzo del ayer, es que quiero invitar a que me acompañe Silvia Testa que fue directora desde el año 2002 hasta el 2013”. Y el abrazo concreto entre aquella directora y la actual, fue un punto de cálida fortaleza en esta ronda de años.

“Hoy celebramos las 5 décadas del Jardín, por eso quisiera compartir 5 puntos de los tantos que se podrían resaltar en la trayectoria de la institución. El primero es la generosidad, los gestos generosos de cada persona de la comunidad, integrantes de cooperadora empresas, instituciones, entre ellas destaco a PAyS y Excombatientes de Malvinas que fueron requeridas y siempre respondieron solidariamente. El segundo punto es el empeño, el demostrado al concretar un espacio confortable y estimulante, construyendo un gran abrazo de reciprocidad. El tercero es el trabajo pedagógico donde directivos, docentes y auxiliares acompañaron las transformaciones curriculares y escolares además de abordar los desafíos sociales sosteniendo la calidad educativa con más creatividad e inventiva que recursos económicos. El cuarto es el compartir, estar en los buenos y malos momentos, alegrarse por los logros y proyectos alcanzados y estar presentes cuando la realidad es más compleja , por ejemplo cuando el río acechaba sigiloso y llegaba la inundación y con ella la infatigable colaboración de los Bomberos Voluntarios de Luján. Y el quinto es la trascendencia, lo vivido en las aulas trascenderá en cada uno de los que ha pasado por el Jardín porque el Jardín ha vivido 50 años y tiene una existencia que no conoce la finitud porque permanecerá por años y años y será protagonista de los cambios que el futuro depare. Aquí no se cumple una etapa, porque aquí el futuro entra cada día con las pisadas pequeñitas que corren a la ronda”, subrayaba.

Reconocidos

Colores para la memoria y el orgullo malvinense desde el mural de Amy Rena

Cada uno realizó la tarea desde el corazón pintado a cuadritos. Y ahí marcaron los días. Desde esa entrega. Por eso, fueron reconocidos, aplaudidos y tuvieron un lugar en esa ronda grande grande: Angélica Margarita Rossi (primera directora); Lilyan Chimusa de Arana (1° directora titular); María Victorina Rols de Miguel (directora que gestionó el edificio actual y la imposición del nombre Malvinas Argentinas) de 1975 hasta mediados los 90; Raquel Godoy (auxiliar jubilada); Norma Pérez (ex auxiliar); Jorge Iribarren ( miembro de la comisión directiva de la Asociación Cooperadora en la década del 80); Unión de Veteranos de guerra de Malvinas y la Asociación PAyS (que fue la propulsora del edificio propio del Jardín).

Y un reconocimiento especial también para el recordado Veterano de Malvinas Marcelo Sánchez, de gran compromiso con el Jardín, reconocimiento recibido por su hermana Laura e hija Oriana, quien decía: “Su causa de vida como los demás hermanos veteranos, era llevar Malvinas a todos lados a todos los rincones así que esa lucha es parte y honor de este Jardín Malvinas Argentinas. Muchas gracias por recordarlo”.

Y la ronda tuvo un empujoncito más de giros cuando se descubrió el mural pintado por Amy Rena, ahí, a colores patrios, a arte y memoria que luce desde ahora en su frente el Jardín y también la ronda giraba con las palabras del intendente Boto: “En el recuerdo aparece una comunidad unida, en pos de fundar, de sacar un Jardín adelante y me parece que es un ejemplo a seguir, en momentos tan complejos la unidad de la comunidad en pos de objetivos concretos y en pos del bien de nuestros chicos y chicas, creo que es un ejemplo que nos tiene que inspirar”, mencionaba por entre sus palabras de reconocimiento y felicitaciones.

También la ronda sumaba las palabras de Carlos Quilici en nombre de PAyS, de la inspectora jefa distrital y demás autoridades que aportaron su apreciación ante el momento de celebración. Y todo lo que siguió fue a ritmo de ronda. A alegría de ronda. A fuerza de unión de ronda. Una ronda redonda de eslabones como años, que se entrelazaron en este octubre de 2022 para que esa ronda que es la historia del Jardín, no deje de girar y crezca, siempre.

Porque ahí está el camino, el horizonte y la decisión diaria que es crecer. Ronda redonda para el Jardín de Infantes N° 909 “Malvinas Argentinas”. Redonda, redonda, con abrazos, alegría y crecimiento.