Es el orgullo de lo logrado, de lo hecho, como gesto de abrazo. Es esa alegría de poder ser parte de una construcción que une puntas, que hace un medio ahí donde encontrarse. Porque cada gesto solidario es un encuentro que tiene lo efímero del reloj pero la validez asegurada cuando realmente, hace huella y trastoca un día, un rato, un momento o mucho más, claro. Desde la convicción educativa, surge este proyecto que fue realizado por un grupo de alumnas de la Escuela Secundaria N° 7 (exComercial) que guiadas por su docente, Sonia Astudillo, le dieron forma a esta actividad socio comunitaria.

“Ellas donaron a la Sala de Neonatología del Hospital sábanas, babitas y acolchados que hicieron ellas mismas, compraron las telas, también consiguieron telas donadas y estuvieron cosiendo, con todo lo que eso significa porque muchas de ellas tuvieron que aprender. Y finalmente la semana pasada fuimos al Hospital a realizar la entrega”, contaba a LUJANHOY la profesora Astudillo haciendo una síntesis de la actividad.

Cosiendo abrazos

No es noticia… no. No es sensacionalismo. Ni hay un rédito económico detrás de esta actividad y de la difusión de la misma. Pero está la necesidad de siempre, siempre, darle prensa a los buenos gestos porque nos hacen transitar el mejor camino, el más humano.

Desde ahí, entonces, le pedimos más detalles a Sonia, que mencionaba el proceso de la actividad realizada por el alumnado de 6° Año desde la materia “Proyectos Organizacionales”.

“En esa materia, hacemos un Proyecto Comercial de todo el año, que hacen ellos y lo vivencian -este año fue el kiosco de la escuela-, en el que se fueron turnando para trabajarlo y, además, a mediados de septiembre se empieza a pensar en un proyecto sociocomunitario. Entonces, charlamos, se tiran ideas, ellos observan en el barrio, hasta que toman la decisión de lo que quieren hacer. Este año cada grupo optó por un proyecto pero en el mes de octubre la escuela tuvo un problema con el agua y no se pudieron dar clases presenciales, así que no todos los grupos pudieron materializar el proyecto”, manifestaba la docente.

Y destacaba: “Este grupo de chicas sí siguieron adelante hasta que lo concretaron, realmente estaban muy contentas”.

Ahí, entonces, a plenos pasillos del Hospital, llevando gestos buenos cosidos a mano, estuvieron Ariadna Collazo, Abril Bermúdez, Nahir Nieto, Pilar Hurtado, Zoe Ferreyra, Bárbara Crivelli Cruz, Jazmín Malmsteen Moretti y Delfina Retamozo como empuje total, también sostenidas por la participación de Victoria Kaezuk, Cecilia López y Jazmín García, grupo de alumnas de 6° año, construyendo y concretando el proyecto solidario de ayuda material -y muy humana- para la Sala de Neonatología de nuestro Hospital.

Crecen y crecemos

La posibilidad del aprender nos pone a todos en ese lugar tan especial del encuentro, ahí donde se comparte para que cada quien avance en su historia y haga historia compartida a la vez. Esta actividad claro que nos pone a crecer! a cada uno. A quien guía, a quien suma mirada, a quien aporta manos, a quien ajusta abrazos, a quien recibe.

“A mí como docente en esto me juegan muchas cosas, como esto de que a veces a los chicos los subestimamos. Porque si los dejamos participar y escuchamos sus ideas, si los escuchamos verdaderamente, salen cosas muy positivas. Es solamente a veces escuchar y acompañar. Nosotros como profes tiramos ideas, pero si no prenden en ellos no podemos hacer nada. El hecho que prendan y se lleven adelante es una satisfacción muy grande para nosotros como profesores. Pero a ellos, a la larga, en lo interno, les da un crecimiento y una valoración del otro que, en este caso, el otro fue Neonatología del Hospital de Luján”.

Ahí, entonces, el producto de pensar en el otro. De creer y crecer. “Estaban muy felices… y se emocionaron también”, decía Sonia Astudillo como palabras para describir la precisa sensación del momento. La emoción. La certeza de saber que se puede extender un poquito la mirada y encontrar… se.

Desde este proyecto sociocomunitario, cosieron telas y crearon alivios. Y en cada puntada quedó el sello de la infinita importancia de la solidaridad.