El domingo 5 de marzo se llenó de una profunda tristeza tras conocerse la noticia del fallecimiento de Joaquín Cabrera, el niño de 7 años y vecino de Jáuregui que supo enamorar a todos con sus risas y sus bailes pero que, fundamentalmente, fue un ejemplo de lucha al batallar como un campeón contra una grave enfermedad.
Había viajado en Barcelona, España, para realizarse un tratamiento, ya que a los 3 años le diagnosticaron un tipo de cáncer denominado neuroblastoma estadio IV, que es de alto riesgo. Y allí, en el viejo continente, había esperanzas de hallar la cura.
Pero el 15 de febrero, fecha en la que se conmemora en el mundo el Día Internacional del Cáncer Infantil, la familia de Joaquín comunicó a través de la cuenta de Instagram que la enfermedad del pequeño lamentablemente había progresado. Y todo indicaba que no había más posibilidades de mejorar su calidad de vida en Barcelona.
Ante esta situación, Joaquín y su familia regresaron a a su casa en Pueblo Nuevo para que el pequeño disfrute junto con su familia y afectos. Y así sucedió. Pero el 5 de febrero, su familia comunicó el pequeño había fallecido.
Tras la noticia, las redes se inundaron de mensajes de fuerza hacia la familia y hacia el pequeño. Y entre las publicaciones, hubo una que sobresalió y recibió cientos de likes y comentarios. Fue el escrito que publicó el padrino de Joaquín, Juan Ignacio Canalli, quién a través de este texto encontró la forma de aliviar un poco el dolor inventando una metáfora que explique lo qué pasó.
Infinito
Hoy pensaba en tu ultima batalla. Para vos fue una de tantas seguro, pero para mí fue la más importante de la vida. Desde mediados del 2019 que me sentía totalmente en deuda, por no saber cómo ayudarte, podía acompañar a tus papis, podía llevarte algún regalito pero sabía que en el fondo no estaba haciendo nada productivo. Hasta que llegó esta última batalla. Todos sabíamos que era la última, todos. Pero debo confesar que sentía que a pesar de ser la última, iba a ser con un triunfo.
Todo se dio tan simple, tan natural, tan rápido. Solo hizo falta subir el primer posteo para que el mundo se uniera en un SI. ¡Fue mágico! Hasta los ángeles te ayudaron (¡Gracias Cande!) y así, con una tonelada de miedo… tus papis y vos se pusieron la 10, metieron su vida en un par de valijas (UN par para no decir 6 valijas, 4 bolsos, 3 mochilas y más, Gracias Aerolíneas por hacer la vista gorda) y ARRANCÓ la Joaconeta.
Dos pueblos se abrazaron para ser uno y acompañarlos hasta las puertas de esa epopeya (Ojalá esos 2 mismos pueblos nunca olviden ese acto de fe y que eso sirva de ejemplo para los futuros Joaquines que necesiten esta oportunidad). Pero mientras todos saltábamos de alegría, pensando en que ese vuelo te iba a llevar a lo que todos necesitábamos, ese vuelo sirvió principalmente por 2 motivos.
1) Que tus papis, que hasta ahí habían intentado todo, que habían puesto en pausa sus vidas, se queden tranquilos que no les quedo nada por intentar. Por más que la estadística nunca fue nuestra aliada, se llenaron de valor y fueron de frente a desafiarla. Hoy tus papis pueden dormir tranquilos. Y eso no tiene precio.
2) Para que todos nosotros, los que vivimos y sufrimos el proceso por no saber que hacer, tengamos nuestra oportunidad de sentirnos útiles, de sentirnos realmente parte. Eso tampoco tiene precio. Nosotros ahora también podemos dormir tranquilos.
Pero mirando las fotos, analizándolas mientras me seco las lágrimas, entiendo que el más importante, el que hasta este momento era invisible para mí, ese motivo eras vos. Ese vuelo fue una visita guiada por tu nueva casa, el hermoso y extenso cielo. Te sirvió para ir analizando el camino, las rutas aéreas disponibles. Pusiste tu nombre en cada uno de nuestros corazones (Como se ve en esa pantallita) y te diste cuenta que ese vuelo, en el que todos pusimos nuestra piel para que lo transites y llegues a la sanación, en realidad para vos fue un viaje de reconocimiento para que la próxima vez que te toque transitarlo, lo hagas sin miedo.
Porque te elevaste solito esta vez. Papi, Mami y todos nosotros nos quedamos acá. Y ahora que entendemos, estamos tranquilos de que no te hizo falta llevar ningún GPS, ningún MAPA. Te fuiste derechito y con piloto automático al lugar más hermoso de todos. Y te recibieron seguro con la alfombra roja, como la estrella que sos. Lleno de música, enormes papeles para que pintes y dibujes, un escenario listo para que hagas el show más hermoso de todos y bailes … cantes y hagas delirar a todos allá arriba.
Acá nos queda un espacio inmenso y vacío. Un dolor que muy de a poco entre todos nos iremos sanando.
Este cuento lo escribe tu padrino y es para valorar y agradecer a todos los que hicimos de Todos.Por.Joaqui una campaña de amor.
PD: No se cuantos kilómetros habrá de la tierra al cielo, pero lo que si se Joaqui, mi Rey, Es que ahora para vos ya no hay más dolor y que vas a ser feliz porque te convertiste en infinito ∞.