El límite quizás fue una esquina, la vereda, aunque amplia. La escalinata del tradicional edificio, la hora que pasaba y hacía la noche en la construcción de un tiempo sin verdaderos límites, sino con el andar perceptible de la libertad manifiesta en acción, pensamiento, homenaje, reivindicación, sostenimiento, acompañamiento, mirada amplia, accionar abarcativo, expresión y certeza del incluir…Cuánto necesario. Cuánto reclamado. Cuánto logrado
se conmemoró un nuevo 8 de marzo y desde la Comisión de Géneros y Derechos Humanos del Instituto Superior de Formación Docente N°141 realizaron una jornada especial sobre la temática que ya es diálogo continuo, pero que siempre necesita refuerzo de sostén para que crezca aún más todo lo logrado y se amplíe el alcance de los derechos tantas veces también, vulnerados.
Así, a plena vereda, la plenitud del ser y estar, a la par.
Encuentro abrazador
El abrazo estuvo. Está. Se hace más fuerte cada vez que se ve una realidad necesaria de ese abrazo y cada vez que se celebra también, la conquista o recuperación de Derechos. Cuando se gana espacio.
Cuando se lucha por ganarlos. Y un paso más, un abrazo más, una lucha ganada más sucedió entonces este pasado 8 de marzo, en la vereda del I.S.F.D N°141, donde se llevó a cabo un encuentro en el que participaron estudiantes del Instituto como así también parte del personal docente del mismo, en el que hubo intervenciones y juegos de ESI (Educación Sexual Integral) a cargo de estudiantes, se reflexionó sobre la importancia del 8M para la comunidad toda y se contó con la presencia de la artista local Natalia Sánchez, quien acompañada por Nico Dezarnaud en guitarra interpretaron temas donde las mujeres fueron protagonistas.
Formaron parte del evento también jóvenes de la Esquina Cultural de Cortínez y se pudo, a su vez, disfrutar de las lecturas de Clara Aguirre, miembro de la Biblioteca Popular Mónica Mignone.
La jornada fue necesaria. Las palabras como puños en alto. Las voces como sonidos incesantemente proponiendo lucha. Lo logrado, lo por lograr. La acción hecha certeza, el camino de las concreciones convergiendo en esa vereda, esa tarde del 8 de marzo, por ese día, por todos los días, por la testaruda y admirable manera de pararse ante la realidad y hacerla, realmente, inclusiva, libre, equitativa.
Un 8 de marzo que no termina en un 8 de marzo, sino que sigue incesantemente.