Es el orgullo por la música. Por todo lo que se hace con ella, desde ella, por todo lo que sale de quién y quiénes construyen musicalmente los días. Y es el orgullo por esos pequeños y jóvenes músicos, que apuestan al aprender, desde la intensa parte emotiva que hace a esta melodía de los días en la actividad de ser parte del Programa Provincial “Coros y Orquestas de Buenos Aires”, programa de extensa trayectoria llamado anteriormente “Coros y Orquestas del Bicentenario”. Y del que nuestra ciudad participa con la actividad de dos orquestas infantiles y juveniles de los barrios Parque Lasa y Ameghino.

Con Jorge Colelia, director de la orquesta que tiene como sede la Escuela N°10 del barrio Parque Lasa, dialogamos acerca de esta alegría y orgullo de haber sido parte de un Encuentro a mediados de julio.

“El evento se llevó a cabo en La Plata, 300 estudiantes de 9 países ensayaron durante tres días para el concierto fue en el Teatro Argentino de La Plata”, decía el director, detallando que de nuestra ciudad participaron cuatro estudiantes de las dos orquestas: Parque Lasa y Ameghino, formaciones de las que surgieron los representantes.

“El proceso de selección fue muy difícil porque tenemos la suerte de tener muchos estudiantes capacitados y solo podemos mandar un cupo limitado. En esta oportunidad fueron 3 de orquesta Ameghino y 1 de Parque Lasa. Los criterios que utilizamos para definir quién viajaría fueron: antigüedad en la orquesta, asistencia, comportamiento grupal, desempeño escolar y nivel técnico”, explicaba.

Y selección finalizó con la decisión de contar con los siguientes representantes: de la Orquesta Ameghino Lara Reano (contrabajo), Leonela Atencio (trompeta) y Diego Baez Molinas (flauta); mientras que de la Orquesta Parque Lasa Magalí Castro (clarinete).

Enseñar, aprender y compartir

Durante los días 10, 11 y 12 de julio, los músicos lujanenses, representando no solo a nuestra ciudad, sino como parte de la representación argentina en este Encuentro Latinoamericano, dieron su música aprendida, disfrutada y compartida. Aprendizaje y disfrute que crece en cada ensayo, desde la docencia, desde el aporte inmenso del deseo de aprender.

“Los docentes a cargo del evento fueron varios, armamos un equipo para preparar a los estudiantes durante un mes de ensayos previos al evento. Se armaron clases particulares, clase de zoom y ensayos extra en la sede. Los chicos trabajaron jornadas extendidas para llegar al nivel necesario” nos contaba Jorge Colelia, detallando quienes están a cargo desde
la docencia: Directores musicales Diego Fagalde, Simón Martins. Profesores de instrumento: Rubén Vargas (trompeta), Josefina Maclean (clarinete), Ignacio Ferreyra (contrabajo) y Oscar Romano (flauta).

“Actualmente, las orquestas están creciendo, con muchos estudiantes nuevos. Este año los dos espacios cuentan con más de 60 estudiantes cada una. Estamos muy contentos de sumar chicos nuevos, de diferentes escuelas y trayectorias educativas que nos permiten fortalecer los vínculos sociales. Además, estamos trabajando con las instituciones ‘Casa de Abrigo’ y ‘Aldeas Infantiles’, espacios que trabajan dando apoyo a niños y adolescentes con problemas familiares. Es una nueva puerta abierta para integrar los trabajos barriales. También tenemos estudiantes que empezaron a dar sus primeros pasos en el programa ‘Envión cultural’, sumando experiencias nuevas en el barrio Ameghino. Los chicos ven que la música les abre oportunidades laborales también”, señalaba Jorge, sumando su emoción por hacer y ser música compartida.

“Nosotros -hablo en nombre del equipo docente-, nos sentimos orgullosos de cada paso que dan nuestros estudiantes. Poder tener representación en el Encuentro Latinoamericano donde fueron 9 países es hermoso. Que Luján diga ‘presente’ con 4 estudiantes es un orgullo inmenso. Pero esto es parte del trabajo que vienen haciendo los estudiantes hace años.

Cada uno de los que fueron se lo merecen, trabajaron mucho durante años, tuvieron constancia y supieron sobreponerse a obstáculos. Cada uno de ellos en algún momento la pasó mal, tuvieron problemas y dudaron seguir en la orquesta, sin embargo apostaron y tuvieron su premio. Trabajar con chicos es una de las mejores cosas que te pueden pasar porque te enseñan todo el tiempo que se puede cambiar la realidad. Ellos son el ejemplo vivo de lo poderoso que es tener un sueño y trabajar para conseguirlo”, mencionaba.

En tanto, agregaba: “No quiero dejar de nombrar a todos los estudiantes de las orquestas, porque hoy la noticia es que estos 4 fueron al Encuentro, pero llegaron porque hay una orquesta atrás. Todos los estudiantes tienen la posibilidad de tener estas experiencias, hay que trabajar para conseguirlas. Por último, queremos agradecer a las familias que están día a día acompañando a sus hijos. En la orquesta no solo hay música, también comemos, tomamos una merienda, salimos a pasear y todo eso pasa porque las familias están atrás, haciendo la leche, vendiendo una rifa para el micro, compartiendo un bizcocho, cocinando… esto es una gran familia y camina porque todos ponemos un poco. Gracias a todos los que hacen posible que cada semana las escuelas se llenen de música y de sueños”.

Y esos sueños, concretos, con sonido de manos y almas, se hicieron escuchar, junto a los sueños de tantos otros músicos participantes de este Encuentro Latinoamericano en el que orgullosamente, Luján tuvo música propia.