Todo se conjuga para que viva el más lindo paisaje: un Jardín de Infantes, su comunidad de ojos atentos, de pieles sensibles a la emotividad de lo que los rodea, reciben, hacen. Un tiempo que cambia y hay fríos, lluvias, soles, esperanza de primaveras y esas primaveras que siempre llegan para que ese paisaje viva y les ponga a todos, los mejores días.
Y a la par de la naturaleza, que crea a diario, las manos -las grandes, las chiquitas- construyendo también, aportando lo mejor de lo humano: compartir. Por eso, lo que viven y vivencian en su Jardín de Infantes, lo llevarán como obsequio, como regalo colorido, a esa esquina de 9 de Julio y 25 de Mayo, donde este viernes a las 14 la comunidad del Jardín de Infantes N°926 “Lola Mora” del barrio Navarrini pintará un mural llamado “Una bella arte”, recreando el paisaje primaveral con las visitantes de lujo: las mariposas.
Y acerca de cómo surgió el proyecto, LUJÁNHOY dialogó con la directora del establecimiento educativo de nivel inicial, María Cecilia Faccini, que mencionaba: “Este proyecto surge luego de realizar las entrevistas con las familias en el mes de febrero, donde descubrimos un bajo porcentaje de niños que acceden a lugares recreativos y culturales con sus familias. Muchas veces el paseo es ir de visita a la casa de un familiar, en el barrio no existen lugares de expansión o en el que se realicen actividades culturales y/o recreativas. Ese fue el punto de partida, observar que la mayoría de las familias de nuestra comunidad educativa no sabe que todos somos dueños del patrimonio que albergan los Museos provinciales y municipales de nuestra ciudad; que todos los lujanenses somos dueños del Museo de la Ciudad, el Museo Histórico ‘Enrique Udaondo’, el Museo de Bellas Artes ‘Fernán Félix de Amador’, el Teatro Municipal ‘Trinidad Guevara’. Desconocer que todo eso les pertenece hace que no lo frecuenten, no los aprecien, no los conozcan y por ende no los cuiden”, decía Cecilia en la voz de todo el personal del Jardín.
“Por eso pensamos que la escuela debe ofrecer la oportunidad de conocer nuestro patrimonio y construir una ciudadanía consciente y responsable desde la primera infancia” señalaba.
Otras paredes
Compartir es la misión. Y cuánto se educa con eso! Mostrar, ofrecer, dar. El Jardín es cuna de ese aprendizaje y ahora, salen con esa tarea para que muchos, muchos más, sean parte. “Desde el año 2016, los niños y niñas de la tercera sección realizan murales para dejar huellas en las paredes del jardín. Este año a raíz de nuestro proyecto decidimos dejar una huella fuera de nuestras paredes. Esto nos llena de alegría y emoción” decían desde el Jardín, sumando detalles: “Los muralistas por su pasión en transformar el espacio público, trascienden el egocentrismo y solo se conciben creadores con otros. No son un ladrillo más en la pared, son azulejos multicolores que solo vibran entre los que los rodean, y que a la vez los hacen vibrar, que reflejan, que iluminan, que convierten su existencia de fragmento en un todo nuevo enriquecido y desafiante que invita a quien se le aproxima a ser parte de su entramado de formas, colores y sentidos. La escuela potencia la interacción entre pares, el aprendizaje con otros. El trabajo grupal, como marco del desarrollo del trabajo, le imprime una riqueza peculiar. El hacer con otro, compartir una hoja, buscar una resolución conjunta plantea un espacio de producción y comunicación sumamente potente, requiere comunicarse con los otros, obliga a mirar y escuchar al otro, a respetar su tiempo y su forma, sus posibilidades expresivas, y enriquecerse a través del intercambio”, expresaba a toda conciencia educativa la directora.
“Toda la comunidad educativa está atenta, emocionada y con muchas expectativas al igual que el colectivo institucional del jardín”, agregaba acerca de este compartir que tendrá esa esquina elegida que se convertirá en un espacio infinito que albergue a todas las miradas.
De vuelo
Con el alma y los días así, de vuelo, la comunidad del Jardín vive la presencia colorida de pequeños pero inmensos trozos de vida que son las mariposas.
“El tema del mural fue ver cómo somos en nuestro jardín, desde el año pasado estamos investigando a las mariposas que visitan nuestro patio que son las mariposas monarcas, espejitos y blancas y a las plantas que hospedan y son nectaríferas de dichas mariposas. Ya hemos plantado varias de esas plantas para tener un patio con muchas mariposas. El nombre del mural fue elegido a través de una votación, hubo varias denominaciones, finalmente quedaron dos títulos ‘El jardín de las hadas madrinas y yo’ y ‘Una bella arte’, por mayoría este último es el nombre”, nos contaba Cecilia, que de manera conjunta con el personal del Jardín aportaban una reflexión de Patricia Berdichevsky, que sienten que los identifica.
“La infancia mira, se mira, nos mira, las niñas y los niños se detienen en las imágenes que los rodean y las cautivan. Son nativos de esa selva de imágenes en la que se mueven seguros, entre múltiples pantallas, contra un telón de fondo de ciudades caleidoscópicas y aun con el cielo sobre sus cabezas. Queda preguntarnos si nos animamos a acompañarlos, a darles la palabra, si nos comprometemos a leer sus gestos, a no imponer ni irrumpir, a escuchar sus silencios y confiar en sus múltiples formas de mirar y mirarse”.
Y llegará el mural. Los colores. El aprendizaje compartido. Y llegan los agradecimientos, también: “Las personas que colaboraron para que esto sea posible, son la Prof. Alejandra Galeanoff y sus alumnos de segundo año de la Escuela de Arte ‘Pipo Ferrari’, el artista lujanense Jhonny Urquiza, que nos dio su saber experto, su tiempo en muchas jornadas de trabajo, Consejo Escolar que donó las pinturas para poder muralear, Maped y Julieta que donaron materiales y herramientas para poder hacer los bocetos. Usina Eco por acompañarnos y enseñarnos a hacer el compost para las plantas y a reciclar los residuos orgánicos, Laura, Yamil y Aime por las plantas y los consejos, Ruca Hueney por las plantas, Mamás de la Red Solidaria de Maristas…Gracias siempre!”, enfatizaban desde el equipo directivo y docente del jardín de Infantes N°926 ”Lola Mora”, que llevará su primavera a una esquina de la ciudad para que ahí, con los colores de la vida, nos encontremos todos en uno de los más lindos gestos humanos: el compartir.