Sigue construyendo la vida, César. Y reconociéndola en cada textura, a cada sonido, en esos aromas que le cuentan de los días. Y no está solo en esto de no ver, ahí está Feli que desde sus ojos de perro le enseña el camino que César recuerda, pero no ve desde ese accidente laboral que le perjudicó la totalidad de su visión.

Feli es un perro raza Labrador entrenado en la Escuela de Perros Guías Argentinos (EPGA), al que pudo acceder y con quien ha conformado un binomio ideal para manejarse por la ciudad y por su propia casa, con el cuidado y atención que este tipo de animales ofrecen a su humano, en una relación de sostén y amor, lógicamente mutuo.

Recientemente, César difundió en distintas redes sociales que tiene que realizarle a su perro guía los controles sanitarios no solo correspondientes, sino obligatorios, para este tipo de servicio que el animal ofrece. Y los costos son tan elevados, que organizó una rifa para poder llegar al monto necesario. Y si bien rápidamente logró vender todos los números, la ayuda siempre es necesaria.

“Anualmente tengo que llevar a felu a hacerse estudios, son de carácter obligatorio porque los tengo que entregar a la Escuela de Perros Guía. Esos estudios son de urocultivo completo, hemograma completo y todo lo que tiene que ver con parásitos. Esto es sí o sí una vez al año”, contaba a LUJANHOY César, que también comparte su tiempo con otro perro llamado Duque.

“En diciembre le tocan esos estudios y los precios de laboratorio cada vez van subiendo más y más, por eso es que me está costando tanto llegar al valor. Además, ya comienza la temporada de pulgas y garrapatas y como Feli debe tener un plan sanitario de excelencia debido al trabajo de él y su función -entra a muchos espacios públicos conmigo-, por eso ese plan sanitario debe ser llevado al pie de la letra. Con Duque también lo tengo que hacer porque él convive con Feli, así que tiene que estar al día con sus cuestiones de salud también”, mencionaba César que, además de necesitar a sus animales, los siente como real parte de su familia.

“Las pastillas para pulgas y garrapatas salen fortuna. La que consumía Feli tuve que dejar de comprarla, porque el valor es de $28.000 cada una y dura un mes, así que tuve que cambiar por otra”, decía.

Y orgulloso de su querido Feli y de la vida juntos mencionaba: “Este mes tuve un encuentro anual en el que todos los usuarios de perros guía nos encontramos con los instructores de la Escuela y se rinde un examen para que ellos vean cómo están los perros, los ven trabajar y si hay que corregir algo, en eso nos fue súper bien”

Entrelazando esperanza

Las manos sostienen el mimbre, las maderas, las herramientas. Entrelaza, une, ajusta, crea. Sin ver, pero habiendo fortalecido otros sentidos que revaloriza a cada día y los que le brindan la posibilidad de valerse por sí mismo en su actividad laboral: artículos de mimbre, cestería y muebles de madera.

Y justamente, un guardarropa, cestos, canasta y bandeja desayunadora fueron el primer, segundo y tercer premio de la rifa que lanzó a 1.300 pesos el número para poder recaudar el dinero necesario para los estudios veterinarios de Feli. Y para seguir colaborando o adquirir sus productos, los interesados deben escribir al número de celular +54 9 2323 271026 o ingresar al instagram mimbreria_cesar

“Los trabajos de cestería los hago todos yo, desde el comienzo al final. Ya sean cestos solo de mimbre o guardarropas que llevan estructura de madera, todo lo hago yo en casa. Me pueden buscar en Instagram como mimbreria_cesar, ahí se pueden ver mis trabajos en fotos y videos”, remarcaba César Kapovel, invitando a conocer su tarea y a sumarse ante este pedido de colaboración con la compra de un número de la rifa que tiene como propósito abonar los estudios de salud de su perro lazarillo, ese que le cuenta a ladridos cómo sigue la vida más allá de los ojos de César.

Un vínculo que, surgido de un evento traumático, se hizo y hace un maravilloso lazo de respeto, crecimiento y reconocimiento de todo, todo lo que queda por vivir, compartiendo.