Movimiento, educación alimenticia, decisión. Aspectos y acciones que de a uno, en solitario, cuestan, se hacen difícil de concretar, se atascan como obstáculos en el camino. Sin embargo, ahí está la palabra de acompañamiento, el ofrecimiento de ayuda, la posibilidad de acceder a programas efectivos, el contacto con profesionales.
Ahí está la Asociación Lujanense contra la Obesidad (ALCO), que está sostenida por los mismos participantes, esas personas que habiendo tomado la decisión de apuntalar la mejoría de su salud, extienden manos para sostener a su vez, la decisión de otros. Porque acompañándose, motivándose, compartiendo vivencias, es como llegan a los pequeños logros cotidianos que hacen al objetivo común: un peso ideal para una mejor salud.
Desde la sede de ALCO Luján, sita en Zapiola 2354, la responsable de tesorería, Erika Skirka, expresaba la significancia de este espacio de actividad grupal: “Ser parte de ALCO es recuperar la autoestima perdida, saber que del sobrepeso podemos recuperarnos en grupo, asistiendo cada martes, usando herramientas fundamentales para lograr el objetivo que es bajar de peso y sostenerlo en el tiempo”, decía con entusiasmo quien forma parte de la Asociación.
Además, señalaba cómo se suma la comunidad que atraviesa por la situación de sobrepeso: “Las concurrencias en 2023 fueron medidas, muchísimas consultas pero no se terminan acercar”, decía Erika señalando que mucha gente atribuye esa falta de decisión en parte a la ubicación de la sede.
“La gran mayoría dispone de movilidad pero cuestionan que si está en un barrio es lejos, cuando un doctor atiende en un domicilio tal y no cuestionan dónde atiende”, manifestaba remarcando cuál es el costo de la cuota mensual: “Los aportes mensuales son por demás de accesibles para ser un tratamiento de salud: $3500 por mes, pero debido a la realidad, hay incrementos leves cada tres meses”.
Un logro de todos
En cada encuentro hay un número que significa el logro o el camino hacia él. Por eso, se festeja, entre todos, cuando la balanza indica una mejoría en ese número que se traduce en un reordenamiento alimenticio, en actividad física, en mejoramiento integral de la salud.
“Siempre hay un compañerismo impresionante. Siempre hay manos tendidas y solidaridad permanente” decía Erika acerca del clima que se vive en cada encuentro, revalorizando siempre la inmensa importancia de sentirse acompañado: “Para este año, las expectativas siempre están en concientizar que el sobrepeso es una enfermedad crónica de la cual sí podemos recuperarnos, pero siempre en grupo”.
Y ese grupo ahí está, a todo movimiento compartido, a toda decisión personal, a todo encuentro presencial como también desde la virtualidad que permite el poder acceder a diferentes charlas con profesionales que apuntalan aún más este camino que tiene como propósito ni más ni menos que tener la salud, al frente.
La Asociación Lujanense contra la Obesidad es un espacio, es un aprendizaje, es una actitud. Y es un gesto de conciencia para saber que estamos cuidando el único e indispensable cuerpo que tenemos.