Desde hace 20 años, en la esquina de Tropero Moreira y Las Catalpas -en la localidad de Pueblo Nuevo- funciona una Calesita, más conocida como Calesita “Tuky”. Desde ese entonces, es la familia D’odorico la que cuida y sostiene este espacio pensado para los más chicos.

Ellos son quienes realizan el mantenimiento de este lugar y siguen promoviendo juegos como la Calesita, que pese a todas las nuevas atracciones, sigue siendo un encanto para los más pequeños.

Sin embargo, tras el último temporal que afectó a varias zonas de nuestra ciudad, entre ellas a las localidades, sufrió importantes daños que impidieron que la Calesita funcione los fines de semana.

Por tal motivo, vecinos y comerciantes de la zona decidieron lanzar una rifa para colaborar con quiénes llevan adelante este proyecto para reparar los daños ocasionados producto del fuerte viento que arrasó con todo a su paso. Y así fue, ya que con varios premios la rifa de 500 números comenzó a girar por toda la comunidad y se extinguió a los pocos días.

Finalmente, se lograron vender las 500 rifas y se ha recaudado un total de 500 mil pesos, logrando con eso cubrir el porcentaje casi total de la lona del techo que valía $630.000, y que fue realizada por Tapicería de Gonzalo Gramallia, “quien nos ha dado una mano increíble”, sostuvo la familia.

Los ganadores fueron publicados en el Instagram de la Calesita Tuky a modo de agradecimiento por la ayuda concretada y además, para que cada ganador pueda retirar sus premios por el local correspondiente.

“Es un espacio tan mágico para los más chiquitos, para ustedes y para nosotros, que además de ser una pequeña fuente de ingresos, es nuestro corazón puesto ahí día a día”, señalaron.

Y añadieron: “Como familia nos conmueve realmente ver que sin ningún compromiso se ha llevado a adelante esta acción tan grande que nos ayuda a ponernos en funcionamiento nuevamente y seguir trabajando”.

El 20 de enero, bajo el lema “Habemus calesita”, desde el espacio celebraron con inmensa alegría la colocación del techo de la misma. En ese marco, agradecieron a Gonzalo Gramaglia “por el trabajo realizado en tan poco tiempo. Pronto estaremos organizando la reapertura y reinauguración para que todos volvamos a disfrutar de este espacio de encuentro”, señalaron en enero.

Y finalmente, el 2 de febrero la familia D’Odorico puso en marcha de nuevo este espacio tan querido por toda la comunidad. Fue con una inauguración y reapertura que comenzó a las 18.30 y se extendió hasta las 20.30 aproximadamente.

“Gracias a todos aquellos participaron para que esto sea posible”, finalizaron.