Aún con el sol del verano poniendo lejano el horizonte de marzo, todo se encamina hacia ese tiempo de escuela que regresa y con él, los preparativos materiales, que tanto angustian a las familias más vulnerables. Y sabiendo de la certeza de la importancia de la educación, para el disfrute y crecimiento individual y colectivo, la meta es poder equipar a los estudiantes con lo mínimo indispensable para este nuevo ciclo lectivo 2024.
Entonces, donde todo es más difícil, la solidaridad es mayor: comenzó la colecta de útiles escolares organizada por el Merendero – Comedor “Ayúdame a Ayudar” del barrio Santa Marta, un espacio que acompaña la alimentación de sus pequeños vecinos y familias, desde hace varios años.
“El Merendero – Comedor está ubicado en Los Ombúes 732, del barrio Santa Marta, asistimos a más de 400 personas con alimentos, calzados, ropa, pañales, remedios”, nos contaba Mariana Medina coordinadora del espacio solidario, destacando la ayuda para esta inmensa actividad de: “La Sala Permanente de Malvinas Luján, excombatientes, Solidarios Luján y donantes particulares de buen corazón”.
A la escuela
Con ese cierto resabio de ganas de más verano, pero la alegría también por el reinicio de las clases, las mochilas están dispuestas a contener esos tesoros arteriales de suma necesidad. Sin embargo, como cada año, cada vez se hace más dificultoso el poder llenar esas mochilas.
“Hicimos esta campaña de útiles para ayudar a los 50 niños que tenemos en edad escolar y que sabemos que los padres y madres no tienen trabajo y no pueden comprarle los útiles para el comienzo de clases”, decía Mariana con la mirada solidaria hecha trabajo y decisión.
Y agregaba: “Necesitamos carpetas, hojas, lapiceras, cuadernos, guardapolvos, mochila y demás útiles, quien quiera colaborar contactarse al 2323 341022 o al 2323 333598”, señalaba alguien que como mucha gente necesaria en la comunidad, transita por los paisajes de la solidaridad.
“Elegí ayudar, fue una promesa que hice cuando me dieron la guarda de abrigo de Delfina, mi nieta. Cuando ayudo siento felicidad, alegría y satisfacción”, manifestaba Mariana desde ese lugar inmenso que es su corazón.
El Merendero-Comedor también ofrece diversas actividades, de las que detallaba: “También hacemos curso de panadería, hemos festejado Navidad, hemos festejado el Día de Reyes. Un lápiz, una goma, una hoja, para nosotros es mucho, ayudame a ayudar, el merendero-comedor les agradece”.
Y con ese pedido y ese agradecimiento, queda entonces abierta la posibilidad de contactar a Mariana y ofrecer lo que se pueda, porque lo mínimo significa mucho para quien tanto necesita. Se vienen las clases y la educación también es una goma, un lápiz, ese cuadernos donde quedará escrito un día más de crecimiento, con la señal colorida de la solidaridad.