En Luján, organizaciones y cientos de vecinas marcharon este miércoles por las calles de la ciudad y realizaron distintas intervenciones en el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

El Paro Internacional de mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans, intersexuales y no binaries, que se inicia en nuestro país, se fue extendiendo a América Latina y luego se constituyó en un hito a nivel mundial. Y hoy comprende a más de 60 países.

En este contexto, cientos de mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans, intersexuales y no binaries marcharon con carteles y banderas alusivas por la calle San Martín. Y todas juntas recorrieron las calles céntricas y se manifestaron en lugares estratégicos en este 8° Paro Internacional.

La movilización partió desde San Martín y Belgrano y se fueron realizando intervenciones en la Comisaría de la Mujer, el Consejo Escolar, la Municipalidad y la Fiscalía. Y finalizó con un pañuelazo en la Plaza Belgrano, frente a la Basílica.

“Con el hambre de los pueblos y con los feminismos no se jode. Este 8 de marzo nos convocamos en una jornada de lucha, un grito Internacionalista contra el capitalismo patriarcal y la violencia fascista. Paramos con el total convencimiento de que somos las mujeres y diversidades quienes mayor producción generamos dentro de la sociedad y principalmente bajo las tareas de cuidado no reconocidas por el Estado”, señalaron.
“El régimen de Javier Milei y los monopolios saben que con nuestra fuerza y potencia arrolladora no solo movemos el mundo, sino que tomamos la decisión de transformarlo y de pararlo. Por eso, Milei: nos honra ser tus enemiges. Este paro y está marcha se da en contra de Milei y de este modelo neoliberal de corte fascista que expresa, con total impunidad, el odio explícito hacia las mujeres, lesbianas, trans, travestis, intersexuales, no binaries, niñas, migrantes, originarias; erigiendo un discurso que nos coloca como un enemigo a destruir ¡Que caigan los discursos de odio! Estos no hacen más que incrementar las violencias que sufrimos diariamente”.

En esa línea, enfatizaron: “Venimos denunciando que la deuda es con nosotras y nosotres trabajadoras, no con el Fondo Monetario Internacional, exigiendo achicar la brecha salarial que nos empobrece. En lo que va del 2024 se cometieron 49 femicidios y un transfemicidio, lo que significa que en nuestro país una mujer muere cada 29 horas por causas relacionadas a la violencia de género. El 16% de estas mujeres había realizado una denuncia previa y el 8% tenía al menos una medida judicial ¿Cuántas veces las denuncias en la Comisaría de la Mujer son desestimadas? ¿Cuántas veces se revictimiza a las
víctimas que vienen por ayuda? ¿Cuántas de estas denuncias son cajoneadas? ¿Cuántas perimetrales no son controladas? Exigimos que nuestra voz sea respetada y escuchada, que cada Comisaría de la mujer cuente con personal realmente capacitado con perspectiva de género”.

“Paramos hoy para exigir que se deje sin efecto el DNU 70/2023 ¡No a la criminalización de la protesta! Denunciamos la ilegalidad del protocolo antipiquete, que criminaliza la protesta social. El Estado argentino debe asegurar el efectivo ejercicio del derecho a manifestarse y garantizar la libertad, seguridad e integridad de quienes se manifiesten, siendo este un derecho constitucional e internacional”, indicaron.

A su vez, reclamaron: “Basta de seguir ajustando a los sectores más empobrecidos, a las mujeres y disidencias que menos tienen. Exigimos el restablecimiento del Programa Acompañar, dedicado a brindar apoyo económico y asistencia a mujeres y diversidades víctimas de violencia de género. El gobierno de Javiel Milei lo discontinuó al asumir en diciembre del 2023, impidiendo que se realicen nuevas altas o que se renueven los ya otorgados. En este mismo sentido, paramos para exigirle al Estado nacional, provincial y municipal la real y efectiva implementación del cupo laboral travesti-trans”.

Por otra parte, subrayaron que “en Argentina cada 29 horas nos arrebatan a une compañere y la justicia patriarcal y el Estado son responsables. Denunciamos al poder judicial y su letargo en intervenciones, producto de prejuicios patriarcales, de la falta de equipos para reales y efectivas intervenciones en situaciones de violencia que eviten femicidios y transfemicidos. No somos números ni estadísticas, sin embargo: los femicidios y transfemicidios van en aumento año a año y la naturalización de la violencia no conmueve a funcionarios públicos que se contentan con bajar puntos estadísticos, modificando indicadores. Exigimos a los jueces fallos contundentes que protejan y hagan justicia para quienes hemos sido víctimas de estos delitos. Con esta justicia no hay derechos ni democracia. Las trabajadoras judiciales de equipos de atención ante situaciones de violencia que se comprometen con compañeras violentadas terminan siendo los fusibles de las situaciones de violencia sin poder intervenir, y siendo a su vez víctimas de la violencia institucional que se ejerce sobre ellas”.

“Hoy 8 de marzo de 2024 nuevamente respondemos con furia y organización. Volvemos a parar en nuestros lugares de trabajo, de estudio, en las plazas, en nuestras casas y en nuestras camas. Para hacer visible la opresión en todos los ámbitos, para gritar que la deuda más importante de este país no es con los gobiernos al servicio del FMI, sino con nosotras y nosotres”.