El cemento, de a cucharadas, olvidando su gris, para hacerse calidez al contacto con esos ladrillos que albergan toda la generosidad hecha encuentro. Porque si hay algo que abunda en el lugar, es calidez.
Y ese es el sabor de todo lo que adentro, se elabora, crea, ofrece, comparte. El Comedor Nocturno “Granito de Arena” viene desde hace un tiempo avanzando en la concreción del gran proyecto: el salón terminado, adecuado, confortable, no solo para la actividad propia de un comedor, sino, para poder desarrollar en él las diferentes propuestas educativas y culturales que también son parte del gran gesto del encuentro.
Lucía Zárate -referente del espacio solidario- en diálogo con LUJÁNHOY brindaba detalles de esta campaña mediante la que solicitan la colaboración de albañiles/peones que puedan aportar tiempo y trabajo para el mejoramiento edilicio del lugar.
“Los trabajos a realizar serían revocar y poner el piso al salón, eso sería el trabajo más pesado” destacaba quien junto a su esposo -Hugo Ayala- y su familia han venido poniendo mucho esfuerzo en estas tareas de albañilería y construcción en general del Comedor. “Materiales tenemos para una parte -falta bastante porque es grande- pero con terminar la parte de abajo más que felices seríamos. El piso está pero nos falta pegamento para colocar los cerámicos”.
Movimiento
Ahí hay movimiento. Porque la solidaridad nunca está quieta. Y porque además de brindar un plato de comida, “Granito de Arena” también pone a disposición diferentes actividades.
“Miércoles y jueves tenemos clases de Apoyo Escolar, los viernes clases de folclore, sábados merienda con actividades. En abril comenzarán clases de teatro. Una vez que esté totalmente terminado con el revoque, podríamos trasladar la cocina al salón y que todo esté junto. También empezaremos a solicitar todos los talleres y actividades y capacitaciones que sean posibles”, decía Lucía con la esperanza fundamentada en todo lo mucho que han logrado hasta ahora, concreciones aferradas a esa decisión de hacer latir cada vez más fuerte a la solidaridad.
“Es muy lindo ver que todo va dando frutos, pero genera más ansiedad, no veo la hora de que esté terminado el salón además así podríamos empezar a delegar, por ejemplo podremos dar la llave a cada profesor y así aprovechar más días a la semana los cuales a veces se nos complica por nuestro trabajo”, señalaba quien como cualquier persona parte de la comunidad, tiene su actividad laboral que atender.
Hay una Campaña: la de “Albañiles y peones solidarios”, quienes seguramente se sumarán y lograrán que antes que llegue el invierno, el salón del Comedor esté terminado.
Quienes puedan colaborar, acercarse a Los Jazmines 672 o contactarse al 2323 608447.
Cada cucharada de cemento, será una caricia. Y nunca mejor la postal del real valor de un…granito de arena.