Las paredes… hablan. Tienen el lenguaje aprendido de los textos que a media voz entre bambalinas o de sonoridad escénica, hacen ese murmullo de vida que cotidianamente el teatro tiene.

El techo… mira. Abarcativo desde su visión de altura, ve cada gesto que estremece las tablas y se hace mueca emotiva en las butacas.

El piso… sostiene el peso de las trayectorias y la esencia del alma que sobrevuela cuando hay función.

Cuando hay ensayo. Cuando hay conciertos, charlas y debates. Y también todo tipo de actividades culturales y sociales que hacen eco en el “Trinidad Guevara”.

Por eso no es menor estar ahí. Ni como público, ni como artista, ni como personal. Y por eso la emotividad en las palabras de la nueva Subdirectora del mismo, Marisa Santoro, quien comenzó una nueva etapa de su actividad laboral en el Teatro Municipal.

En diálogo con LUJANHOY, Marisa detallaba en una primera instancia, la conjunción de situaciones que la llevaron a esta nueva función: “Yo estaba trabajando ya en la Dirección de Cultura, que depende de la Secretaría de Culturas y Turismo, coordinando los Talleres Culturales, una tarea hermosa, intensa, ya que en estos 4 años de gestión se elevó el número de propuestas educativas libres y gratuitas de 40 a 130 talleres. Cuando se comenzó a hablar de la posibilidad de un cambio de la Subdirección del Teatro, me convocó Nicolás Capelli -nuestro secretario- y en reunión con Federico Aime -director de Cultura- me comentaron que habían pensado en mí para llevar adelante esta tarea”, decía la flamante subdirectora con el halago del ofrecimiento y la responsabilidad por la tarea de inmensa significatividad.

“Fue una gran alegría por lo que representa el Teatro Municipal ‘Trinidad Guevara’ para cualquier persona que trabaje en la cultura de nuestra ciudad. Conozco el Teatro y lo he transitado desde la producción técnica para espectáculos que llevamos adelante con Kike Gutiérrez, mi marido, desde aproximadamente el año 1995. Y no es menor que él fue el técnico de la Sala durante 15 años, por lo que no solo conozco el espacio, sino también a las personas que trabajan en él y siempre le he tenido un cariño especial”.

Construir tiempos de aplausos

Con la meta del disfrute del arte escénico, la música, los encuentros de variadas áreas educativas, culturales, sociales, Marisa Santoro ahora al frente del “Trinidad Guevara” puso pentagrama como camino y el inicio de esta nueva etapa que como melodía, ya resuena.

“Nos pusimos a trabajar en la transición, tanto del área que dejaba como de la que iba a tomar. Si bien al hacerme cargo de la Subdirección, el Teatro ya contaba con una programación bastante cargada, pude realizar algunos cambios que para mí son fundamentales: por ejemplo, pudimos encontrar el espacio para que tanto la UnLu como el Instituto Mignone puedan realizar sus colaciones de grado en nuestra Sala y continuar con las charlas que ofrece la ‘Escuela Luján para el Pensamiento Nacional’. Además, hemos recuperado la relación con algunas productoras que están ofreciendo espectáculos de muy buen nivel y a los que el público viene asistiendo asiduamente, sin descuidar las producciones locales en todas las disciplinas artísticas y los proyectos propios”, sostenía Marisa sin dejar de lado el aspecto de equipo, fundamental en toda ocupación laboral.

“Vengo trabajando desde el primer momento a la par de cada empleada/o, afianzando vínculos, organizando la dinámica laboral que, como todos sabemos, es bastante compleja porque es un área en la que se trabaja fines de semana, feriados, en horario nocturno, etc. El grupo humano con que contamos es excelente, muy comprometido con la tarea diaria y en todo lo que se propone. En ese sentido, también contamos con la colaboración de la Asociación Amigos del Teatro, que realizan una tarea increíble en cada función y acompañando cada decisión que hay que tomar. También tengo que destacar el apoyo incondicional tanto de Fede Aime como de Nico Capelli, quienes me permiten realizar mi actividad con total libertad y autonomía”, remarcaba.

Y en cuanto a la necesaria mirada de acción en la conservación y mejoramiento del aspecto edilicio como así también la funcionalidad de sus componentes, manifestaba: “Estamos poniendo en condiciones algunos elementos de la Sala, mejorando condiciones que hacen a la seguridad tanto del personal como del público y continuamos trabajando en el tema inclusión. Mi idea es que el Teatro Municipal ‘Trinidad Guevara’ continúe siendo un referente de la identidad cultural local y se convierta en un ícono a nivel regional. En sintonía con esta idea, estoy trabajando en una agenda que dé respuesta a la más amplia variedad de propuestas culturales, para todas las edades, que contemple opciones gratuitas para garantizar el acceso a los bienes culturales a un público más diverso. Pluralidad y equidad son dos bases que sustentan esta idea”.

Todo lo material se vuelve palpitante en los días del Teatro. No es un edificio más. Es un todo con cada quien que lleva, hace, comparte, muestra y vivencia arte. Y escuchar los aplausos en la Sala, es escuchar los latidos del “Trinidad Guevara”, ahora con una nueva subdirectora y un nuevo transitar para el ya extenso y enriquecedor camino del tan querido Teatro Municipal.