Recibir al público con un extracto de pimienta y naranja que roció a modo de spray como dorada sensación, fue innovador. Traspasar una cortina hecha de 38 preservativos, también.

Encontrarse con un modelo estático llamado Osvaldo que desde su estructura plástica portó accesorios y vestimenta onda bondage con látigo, collar “de perro” y arnés, la vez que los modelos vivos que se eternizaron desde las obras se mezclaban con el público, sin dudas que también resultó un momento innovador para Luján, que poco quizás ha tenido de arte erótico de esta manera.

Y así construido y creado por Amy Rena desde “Apoteosis”, la muestra reunió 18 de sus obras que desde el erotismo puso a ver, sentir y movilizar a una gran cantidad de público que se sumó a la experiencia el 3 de agosto, cuando el salón de la Asociación Cultural y Biblioteca Popular Ameghino fue punto de encuentro de la artista con todo el caudal de lo que quiso hacer y decir, desde su arte.

“El hilo conductor de todo esto fue la vulnerabilidad. Eso también quise expresar. Que no hace falta amor para estar vulnerable, esos cuerpos pintados también lo son. Y de eso se trata también el permitirse ser vulnerable”, señaló la artista con la satisfacción de una muestra que movilizó a todo quien pasó y vivió el momento.

Propuesta directa

Aunque la sutileza de aromas espolvoreados a la noche, aunque las pinceladas no explícitas (o sí), aunque todo lo dijo con arte, hubo de manera concreta una invitación al erotismo, a vivirlo en ese encuentro con las 18 obras de Amy Rena, en una muestra que tuvo su horario de apertura a las 20 para que tan solo media hora después, ya se hubieran entregado los 100 números de un sorteo programado, lo que habla de la gran participación del público haciendo su presencia por entre preservativos, moda de cueros negros, látigos y pasamontañas, el DJ ambientando con música house, una mesa de vinos como invitación rojiza de la anfitriona y una barra en el patio del edificio con la posibilidad de elegir bebidas, comer empanadas y demás platos ricos.

“Repleto, pero todo realmente repleto” decía Amy que destacaba por entre las presencias, la de sus profesores de Dibujo y de Pintura de la Escuela de Arte, colegas artistas plásticos, gente de teatro, amigos, familia y sus modelos, aquellos que posaron en diferentes situaciones para ser imágenes en colores y texturas desde Amy, con técnicas de acrílico, tiza pastel, carbonilla, que también se fueron sintetizadas en stikers y folletos que se repartieron al público.

“Hubo interacción entre los que fueron a ver la muestra y las obras”, reafirmaba la artista, al tiempo que destacaba: “En la exposición había algunos autorretratos míos y también de modelos vivos que posaron para mí. Logré reunirnos en la obra. Casi todos estaban ahí, en la muestra, la idea era que la gente pudiera reconocerlos, hubo uno en especial que fue reconocido al toque y me decía que eso lo había puesto incómodo pero es que eso también era parte de la obra, el ‘incomodar’ de alguna manera a la gente. A muchos les pasó eso, había gente grande, gente joven y escuché críticas buenas, no escuché críticas malas pero también estuve y estoy preparada para escuchar esas también”.

Si bien la muestra tuvo la duración solo del tiempo preciso de la tarde-noche del 3 de agosto, la repercusión marca un latido especial que Amy ya tiene en cuenta para, volver a hacer vibrar la escena de arte erótico.

“Estoy pensando en volver a hacerla porque mucha gente no pudo ir a verla”, decía y se exponía abierta, desnudando el sentir en palabras: “Con la muestra fue como una forma de culminar un momento, porque con esto es como que cerré ciertas etapas de mi vida. Si bien empezó en pandemia con la obra ‘La estufa’, esta muestra fue para cerrar una etapa mía y dejar que queden las personas que tienen que quedar e irse las que se tienen que ir. Sentí que tenía y hacerlo como forma de rebeldía, estaba en un momento rebelde mío y decidí volcarlo en el arte y lo hice de esta forma. Aprendí un montón de cosas que me llevo, me encantó hacerlo, no me arrepiento”.

Arte erótico, en acrílicos, carbonilla, tiza pastel y… pieles.