No es la primera vez que sucede. Y quizás -y lamentablemente- no será la última. Aunque todos los que queremos vivir en paz deseamos y reclamamos que la salvaje agresión que sufrió el jueves por la noche un joven de 17 años nunca más se repita.

Patricio Videla es un joven futbolista que en la actualidad pertenece a las divisiones inferiores del Club Social y Deportivo Flandria. El jueves, luego de entrenar en la institución de Jáuregui, se dirigió hasta la cancha de fútbol 5 “El Pasillo”, sita en Mitre al 200, para jugar un partido. Pero a la salida, mientras esperaba que lo pasen a buscar, cinco sujetos lo agredieron brutalmente porque llevaba puesta la ropa de entrenamiento del Canario.

Así lo relató con profundo dolor en las redes sociales su mamá, Victoria Pagani, quien acompañó el mensaje con una foto que lo dice todo: “Este es mi hijo Patricio Videla. Él jugaba en Luján y para mejorar como futbolista se fue a jugar a Flandria. Hoy (por el jueves), después de entrenar se fue a jugar al fútbol a la cancha El Pasillo. Después de terminar de jugar estaba esperando que lo pasen a buscar y pasaron cinco y le quisieron robar y le pegaron por tener la ropa de Flandria”.

Y agregó: “Mi hijo tiene 17 años, el que lo golpeó tiene más de 25 años. Esto se tiene que terminar, cómo puede ser que hagan estas locuras”. Y agradeció “a los amigos que auxiliaron, a la familia de uno de ellos y a un hombre que lo ayudó”.

Tras este repudiable hecho, desde el Club Social y Deportivo Flandria y el Club Luján emitieron un comunicado en conjunto en el que lamentaron “profundamente” y repudiaron “el hecho de violencia ocurrido en perjuicio de Patricio Videla, exjugador Lujanero y actual futbolista Canario”.

Y agregaron: “Desde las Comisiones Directivas de las instituciones continuaremos trabajando en conjunto para erradicar la violencia y fortalecer vínculos, principalmente entre quienes representan y defienden la camiseta de ambos clubes, dejando aclarado que no toleraremos que actos así continúen repitiéndose”.

“Nos ponemos a disposición de Pato y la familia afectada por este lamentable hecho de violencia. Somos Rivales No Enemigos. Somos Comunidad”, concluyeron.

En un distrito conformado por siete localidades y más de 43 barrios, no se puede permitir ni aceptar más este tipo de agresiones. La ciudad es de todos. Y deben convivir normalmente los socios e hinchas de las dos instituciones emblemáticas de la ciudad.

No se pueden permitir este tipo de agresiones. Deben repudiarse. Y las autoridades deben intervenir con todo el peso de la ley para que los agresores paguen por lo que hicieron.