La música le quedó en su casa, en ella, donde vaya y esté. Porque es la esencia de su profesión y vocación. Sin embargo, hoy suena a melodía triste, a ausencia de algo material que si bien ya tenía todo el significativo valor del arte, recobra más importancia ahora que alguien, algunos, lo alejaron de sus manos de música.

Es que en la madrugada de este sábado delincuentes ingresaron al domicilio de la profesora Carolina Milanese y sustrajeron no solo sus elementos de trabajo, sino sus compañeros materiales de la música: una guitarra, una flauta y un parlante, todo de un cierto valor monetario. Pero además, el agregado del valor de la utilidad y la emotividad.

Atención

Eso es lo que pide Carolina y desde ella nos sumamos a la difusión de este pedido: si alguien recibe la propuesta de comprar un instrumento a un precio llamativamente inferior al valor del mercado, posiblemente pudiera tener un origen no legal, puntualmente instrumentos con esta descripción: Guitarra acústica marca Vendoma, Flauta Traversa Yamaha 212 y parlante marca Crown.

“La verdad es que aunque estoy llorando por mi flauta, debo agradecer que no nos hayan encontrado adentro, que no nos hayan hecho nada y que no hayan roto los demás instrumentos. Solo pensar que pudo haber sido peor es para consolarme un poco”, contaba Carolina a LUJÁNHOY en medio de esa situación desagradable que, además, le suma contratiempos a su andar laboral que justamente está dedicado a la enseñanza musical.

“Me va a costar un montón reponer todo eso y debo hacerlo porque son herramientas de trabajo, pero con dinero se resuelve. Con mucho dinero. Con dinero que no tengo y que deberé ir resignando de otros proyectos para volver a armarme”, señalaba la profesora.

Y aunque siente que será difícil recuperar lo que le fue robado, invita a la difusión del hecho y a contactarla a su Facebook ante alguna novedad.

Nos sumamos al deseo de un reencuentro entre sus manos y sus instrumentos. Porque aunque no le robaron su música, esa música hoy tiene melodía triste.