Un árbol florecido en regalos, allí en el frente de la casa. Con ramas como abrazos. Erguido desde la fortaleza de todo lo vivido y sostenido a fuerza de amor. Es que así fue la historia: transitar una enfermedad, aferrarse a la vida y agradecer luego, ofreciendo lo recibido: amor.
Por eso cuando Juan y Carola pasaron los momentos difíciles de salud, no dudaron en devolver ese acompañamiento espontáneo que los chicos del barrio les brindaron, por lo que decidieron darle forma de merendero al agradecimiento y allí están, desde hace unos años, acompañando la infancia del barrio con una taza de leche, con actividades, acompañamiento y como ahora en esta Navidad, con un árbol gigante repleto de regalos.
Regalos y Papá Noel
Organizaron una campaña con diferentes actividades para poder concretar el anhelo del árbol navideño con sus respectivos regalos, por lo que difundieron su pedido solidario de recepción de juguetes y también pusieron a la venta una rifa para sumar al propósito. Todo, tuvo buena convocatoria y el árbol ahí estuvo, brillando en cada regalito en la jornada especial.
“Estuvo re lindo, Juan se vistió de Papá Noel. La verdad vinieron más chicos de lo esperado, nos pegamos un susto! pensábamos que no llegábamos con los regalos pero gracias a Dios llegamos justito. Los chicos la verdad re felices y creo que nosotros más que ellos” decía Carola Vega, esposa de Juan Di Dío, fundadores y organizadores de la ayuda que se brinda desde “Granito de Fe”, merendero del barrio El Ceibo.
“Queremos agradecer a la gente que nos compró una rifa y los que donaron juguetes. Con la venta de la rifa compramos pistolitas de agua y además le sumamos un juguetito de los usados” decía haciendo referencia al contenido de esos paquetes que adornaron el gran árbol ubicado al frente de la casa familiar, donde se acercaron los chicos y sosteniendo el asombro de la niñez, crearon un griterío de alegría cuando Papá Noel apareció en lo alto, allí, sobre el techo e hizo brillar la magia de la ilusión.
“También hay que agradecer a un vecino que nos donó pan dulce para ese día y a otra persona por la leche donada, la verdad no quiero poner nombres por si me olvido de alguien, pero súper agradecidos, como también darle las gracias a nuestra familia, nuestras mamás que siempre nos ayudan -Adriana y Sandra- y a mi hermana Abi”, mencionaba Carola con la alegría coloreando sus palabras después de este logro que fue sin dudas, un momento de esos que sostienen la inmensa satisfacción de la tarea solidaria.
El merendero ”Granito de Fe” tuvo su árbol, florecido en regalos.