En el marco del Plan Estratégico de Prevención y Control del Dengue 2024-2025, el Ministerio de Salud de la Nación informó que ha avanzado en el fortalecimiento de las estrategias de vigilancia entomológica con las jurisdicciones.
La reciente incorporación de esta información al Tablero Nacional de Control de Dengue, “ha permitido que tanto Nación como las provincias puedan evaluar en tiempo real el riesgo potencial de diferentes zonas y detectar oportunidades de acción o necesidades de articulación para fortalecer la respuesta jurisdiccional”, señalaron a través de argentina.gob.ar.
A través de la Red Nacional de Vigilancia Entomológica, creada en agosto del año pasado, “se instalaron más de 625 sensores en distintos puntos del país para monitorear la presencia y desarrollo de huevos del mosquito vector del dengue. Los sensores se distribuyeron estratégicamente en 24 localidades, denominadas puntos centinela, ubicadas en 12 jurisdicciones: Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Buenos Aires, Misiones, Formosa, Salta, Chaco, Jujuy, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut y San Juan”, detallaron.
A partir de la información obtenida, se ha podido detectar que desde la Semana Epidemiológica 37 de 2024 hasta la fecha, ha tenido lugar un aumento progresivo en los índices de positividad de las ovitrampas y de densidad de huevos. “Si bien, estas tendencias están alineadas con los patrones estacionales de temperatura y precipitaciones a nivel nacional y no alcanzan niveles elevados de riesgo, en las regiones del NEA y NOA los valores indican un mayor riesgo promedio”, subrayaron.
En lo que respecta a la Región del NEA, detallaron que se han podido detectar índices de positividad en las ovitrampas desde septiembre de 2024, con un ascenso posterior sostenido hasta enero de 2025. A partir de la SE 50 (principios de diciembre) la región alcanzó niveles de riesgo entomológicos altos, con registros de positividad mayor al 70%. En el caso de la región del NOA, se observa una tendencia similar pero con una demora en el inicio de la positividad.
Por su parte, en la región Centro, el inicio de la positividad se estableció a partir de la SE 41 (segunda semana de octubre), mostrando un ascenso oscilante que depende de las intervenciones realizadas y de las condiciones climáticas. En la región Cuyo se observa el mismo comportamiento (períodos intercalados de positividad y negatividad) con un riesgo asociado bajo. Por último, en la región Sur se hallaron sensores positivos a partir de la primera semana de diciembre con un ascenso sostenido con intermitencias pero con un riesgo asociado bajo.
La sistematización de estos datos en el Tablero de Control ha permitido detectar la necesidad de intensificar la búsqueda activa de casos sospechosos de dengue y de fortalecer la vigilancia. “Para ello, se realizaron reuniones de trabajo focalizadas con la provincia del Chaco, Formosa, Misiones y Córdoba, logrando sumar datos locales a la vigilancia entomológica nacional. A su vez, se está trabajando con las jurisdicciones de las regiones Sur y Cuyo, para monitorear la expansión de la frontera de distribución del Aedes aegypti en el país”, indicaron.
Asimismo, explicaron que “se realizaron capacitaciones con equipos locales y jurisdiccionales de todo el país, a fin de sumar nuevos puntos centinela y consolidar la Red Nacional. En este marco, se destaca la destinada a equipos técnicos de 35 municipios de la provincia de Buenos Aires, que se llevó adelante con el objetivo de optimizar la carga de datos y las acciones en terreno. Se trabajó en la estandarización de los sensores de ovipostura, los métodos de registro de datos en la plataforma ministerial y los resultados esperados en función de los índices propuestos”.
Por otro lado, se decidió incorporar la información entomológica al Boletín Epidemiológico Nacional (BEN), a fin de sumar insumos estratégicos para los equipos de salud de las jurisdicciones. A partir del BEN de la semana epidemiológica 03 se puede consultar, de manera discriminada por región, el índice de Positividad de Ovitrampas (IPO) y el Índice de Densidad de Huevos (IDH), proporcionando así información sobre la densidad del vector en el ambiente. En las próximas ediciones, se espera agregar información sustantiva sobre los índices larvarios de las distintas regiones del país.
“El fortalecimiento de la vigilancia y el control de la circulación del mosquito vector es esencial. No solo permite detectar su presencia del vector y observar su actividad reproductiva, sino también anticipar su proliferación en las jurisdicciones antes de que se registre circulación viral de dengue, y poder prepararse ante los distintos escenarios epidemiológicos posibles y permitir optimizar las estrategias de prevención y control de las distintas jurisdicciones”, completaron.
Todo lo que tenés que saber sobre el dengue para evitar la transmisión
¿Qué es y cómo se transmite?
Es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti. Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue, y luego pica a otras personas, puede transmitir esta enfermedad. El contagio se produce principalmente por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de forma directa de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna.
¿Cuáles son los síntomas?
Fiebre (38° o más) acompañada de uno o más de los siguientes síntomas:
– Dolor de cabeza, detrás de los ojos, muscular y/o de articulaciones
– Náuseas y/o vómitos
– Cansancio intenso
– Aparición de manchas en la piel
– Picazón
– Sangrado de nariz y/o encías
Ante la presencia de fiebre y cualquiera de estos síntomas se debe acudir de manera inmediata al centro de salud más cercano para recibir el tratamiento adecuado.
Si al momento de disminuir la fiebre o en los días posteriores alguno de los síntomas se agudiza, reaparece o se detectan síntomas nuevos (dolor abdominal, sangrado profuso, vómitos persistentes, dificultad respiratoria, irritabilidad/somnolencia), acudí al centro de salud /servicio de salud de inmediato.
Si tenés diagnóstico de dengue no dejes de acudir a los controles médicos previstos para el seguimiento clínico.
IMPORTANTE: Ante síntomas de dengue, no te automediques. No tomes aspirina, ibuprofeno, ni te apliques medicamentos inyectables. Realizá una consulta médica para que te indiquen el tratamiento adecuado y utilizá repelentes para evitar ser picado nuevamente por los mosquitos.
¿Cómo es el mosquito Aedes aegypti?
El mosquito Aedes aegypti es conocido como el mosquito “hogareño” por sus hábitos domiciliarios. Es de color oscuro con franjas y manchas blancas y se cría en recipientes con agua. La picadura de este mosquito, además de dengue, puede transmitir otras arbovirosis como Zika y chikungunya.
¿Cómo se reproduce el mosquito?
Todas las etapas del ciclo de vida de Aedes aegypti (huevo, larva, pupa y adulto) transcurren en el entorno domiciliario y/o peridomiciliario (alrededores de la casa), ya que allí consiguen alimento, refugio y los sitios adecuados para usar de criaderos, condiciones necesarias para asegurar su supervivencia.
Para reproducirse usa como criaderos cualquier recipiente u objeto que contenga agua para dejar sus huevos (tanques de agua, tarros, bebederos de mascotas, portamacetas, floreros, botellas, juguetes, canaletas y/o cualquier otro objeto que contenga o pueda acumular agua), por lo cual, tratar los recipientes donde puede reproducirse es fundamental para la prevención del dengue y otras arbovirosis transmitidas por este mosquito.
El mosquito coloca los huevos en la pared interna de los recipientes. Al tomar contacto con el agua, estos eclosionan y salen las larvas que crecen, se desarrollan y mudan al estado de pupa (ambos estados acuáticos). Luego de una semana aproximadamente, emergen del agua como mosquitos adultos para continuar su ciclo de vida. Los huevos de Aedes aegypti pueden resistir condiciones de sequía por más de un año y mantenerse viables.
¿Cómo podemos prevenir el dengue?
Disminuir las poblaciones del mosquito Aedes aegypti es la forma más eficaz para cortar el ciclo de transmisión del dengue. En este sentido, la medida más importante de prevención es la eliminación de todos los criaderos de mosquitos, es decir, de todos los recipientes u objetos que puedan acumular agua. Por ello, es fundamental:
– Eliminar todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua (como latas, botellas, neumáticos).
– Si los recipientes no pueden eliminarse porque se usan de modo frecuente, debe evitarse el acceso del mosquito a su interior. Para ello se recomienda: tapar tanques, aljibes y/o cisternas; dar vuelta baldes, palanganas, tambores, etc.; vaciar y cepillar frecuentemente objetos que puedan acumular agua y poner al resguardo bajo techo recipientes (por ejemplo, botellas retornables).
– Cambiar el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia, dentro y fuera de la casa, cada 3 días. Recordar frotar las paredes de los recipientes con una esponja o cepillo a fin de desprender los huevos del mosquito que puedan estar adheridos.
– Rellenar los floreros y portamacetas con arena húmeda.
– Mantener los patios y jardines limpios, ordenados y desmalezados.
– Limpiar canaletas y desagües de lluvia de los techos.
– Verter agua hirviendo en las rejillas y colocar tela mosquitera.
IMPORTANTE: Para reproducirse, el mosquito adhiere sus huevos a las paredes de los recipientes por lo que resulta clave, además de cambiar el agua, cepillar el interior de dichas paredes para eliminarlos.
La fumigación no es una medida de prevención suficiente para eliminar el mosquito
La aplicación de insecticidas es una medida de control destinada a eliminar a los mosquitos adultos, pero no es útil para eliminar los huevos ni las larvas. Su implementación debe ser evaluada por las autoridades sanitarias ya que sólo se recomienda cuando se detectan personas con cuadros clínicos con sospecha de dengue y para aquellas áreas donde está confirmada la presencia del mosquito vector.
A su vez, la fumigación siempre debe ser acompañada por acciones de control y eliminación de todos los recipientes que puedan acumular agua en las casas y espacios públicos.
¿Cómo protegernos de las picaduras del mosquito?
Además de las acciones de prevención, también es importante prevenir las picaduras del mosquito. Para ello:
– Usar siempre repelentes, siguiendo cuidadosamente las recomendaciones del envase.
– Utilizar ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las actividades al aire libre.
– Colocar mosquiteros en puertas y ventanas, y cuando sea posible usar ventiladores o aire acondicionado en las habitaciones.
– Proteger cunas y cochecitos de bebés con telas mosquiteras.
– Utilizar repelentes ambientales como tabletas (interior) y espirales (exterior).
IMPORTANTE: Las personas embarazadas deben extremar los cuidados para protegerse de las picaduras
¿Cuál es el tratamiento?
A las personas infectadas se les recomienda tomar abundante agua para reponer líquidos y realizar control y seguimiento médico diarios.