Todo lo que se entrega en el lugar, tiene un condimento especial. Todo lo que se apretuja de alegría en las manos chiquitas cuando el clima navideño sonríe con un ‘jo jo jo’, tiene ese condimento. Todo aquello que se prepara, a fuerza de olla y fideos, también lo lleva.

Cada proyecto de aprendizajes, de diversión, están condimentados, todos, desde aquellos días cuando todo empezaba a gestarse hasta éstos, cuando el Comedor ya es tradición en el barrio San Jorge, lógicamente, están condimentados con ese sabor cierto de la solidaridad.

Cada fecha especial que genera situaciones especiales, cada mañana cualquiera que asoma con la urgencia de las necesidades de tantas familias, cada festejo también, esos que reúnen alegrías momentáneas pero recordadas para siempre, tienen indefectiblemente ese condimento. Porque el condimento es, ella. Es Lucía. La que hace, organiza, da, ofrece, ve, siente, se moviliza en su adentro y se mueve hacia ese afuera donde están las urgencias y también las posibilidades.

Lucía condimenta la solidaridad que les hace florecer a otros, desde su propia solidaridad. Y así, junto al invaluable apoyo a la par de su esposo Hugo Ayala, como también familias, vecinos y colaboradores, ha sostenido este Comedor “Granito de Arena” ubicado en Los Jazmines 672 del barrio San Jorge.

Y hoy, la ayuda la necesita ella. Porque está atravesando una situación difícil de salud y porque no quiere dejar de ayudar como siempre, a su gente. Y aún en medio de tratamientos y atenciones médicas, quiere que todo siga y, para eso, es que desde las redes del espacio solidario Lucía mencionaba: “Amigos, nuestro Comedor sigue necesitando la colaboración de todos. El año pasado a esta altura estábamos con la campaña de padrinos para el comienzo escolar. Este año mi salud no acompaña para gestionar, planear, contestar cada mensaje, pero seguimos necesitando su apoyo, todo es bienvenido”, decía haciendo alusión entonces al tan valioso acompañamiento.

“Si querés donar tu tiempo así los chicos retoman cuanto antes sus encuentros serías más que bienvenido. Desde ya muchas gracias!”, remarcaba, porque además de la ayuda material es necesario el aporte de tiempo para las tareas del Comedor, al que se pueden contactar llamando al 2323 608447.

Garra

Ella misma lo dice: “Seguiré poniendo garra”. Y no hay dudas de eso. Y en medio de la realidad que la atraviesa, le ofrecía a LUJANHOY su tiempo para contar: “Cuando me dijeron lo que tenía, con esta palabra tan difícil de decir, ‘cáncer’ de colon, obviamente se me derrumbó el mundo. Tardé un poco en comunicarlo, excepto a mi familia que se movió desde el día uno juntando dinero para pagar todos los estudios de manera particular, para si Dios quiere salir pronto victoriosa de todo este mal sueño. Cuando ya tuve fecha de empezar la radioterapia y quimio -con pastillas- ahí hice una reunión con los papás de los niños que asistían todos los sábados, explicando todo y todo lo dicho por los médicos. Todos somos diferentes y podemos tener efectos diferentes, así que no podíamos comprometernos ni prometer que podríamos planificar las actividades y encuentros de los sábados o las actividades que normalmente hacemos en vacaciones. Y fue por eso que una semana después de la kermes de Navidad y actividades con Papá Noel decidimos frenar. Y lo bien que hicimos, porque realmente la pasé muy mal con dos etapas de efectos secundarios como quemaduras internas y externas de los cuales ya estoy mejor gracias a Dios, aunque todavía no puedo andar mucho”.

“En su momento hablé con la gente de Desarrollo del Municipio, explicando y también para comunicarles que no se cocinaría pidiendo autorización para poder repartir todo lo que ellos nos entregan todos los meses para no dejar sin apoyo a las familias”, mencionaba Lucía apuntalando siempre su vocación de servicio.

“Lo que más deseo es retomar las actividades con los chicos, extraño mucho esos días. Una vez que no sienta ni una mínima molestia vamos a organizar nuevos encuentros, seguro. Eso es lo malo de ser pocos integrantes, estamos limitados. El año pasado, en esta época, estábamos consiguiendo padrinos para el inicio escolar. Pero una actividad o pedido de donación lleva tiempo y organización que no pude realizar”, indicaba.

Además, Lucía sostiene su propio emprendimiento laboral, que también se vio afectado por su situación: “Mi hijo me ayuda a compartir nuestro trabajo y emprendimiento porque siempre trabajamos pero ahora tenemos mucho más cosas que pagar que solo las cuentas, estuve varios días sin trabajar por eso realicé una rifa que se vendió muy rápido y fue de gran ayuda por todos los días que no podía trabajar”.

Y mencionaba la ayuda por parte de una vecina que ofreció organizar otro sorteo que significa ese -aunque sea mínimo- sostén económico que Lucía necesita ante la imposibilidad de trabajar.

Por lo tanto, quienes deseen y puedan colaborar, pueden comprar la rifa solidaria de 100 números que tiene como premio un combo de mesa dulce y una torta de 2 kilogramos, a un valor de $2000 el número.

Para comprarla hay que comunicarse con Gaby Monzón, vecina del Comedor que organiza la rifa. “No me voy a cansar de agradecerle”, remarcaba Lucía.

Su número de teléfono es 2323 354126  y el alias gmonzon25.ppay

“De la comunidad a nivel personal necesitamos que compartan nuestro trabajo de ‘Impresiones Lucy’ y lo que vendemos, porque necesitamos trabajar, realmente se viene un largo camino. Y con respecto al Comedor, seguimos necesitando de la solidaridad de la gente, todo es bienvenido y aunque no haya actividades todo lo que llega se les reparte primero a los niños que asistían normalmente los sábados a cada encuentro. Y si alcanza seguimos con el resto de las familias que asisten a retirar comida. En este caso, por ahora todos retiran mercadería, fresco y verduras”.

Y en todo eso, el condimento esencial. El condimento que es ella, Lucía. Quien ayudó y ayuda tanto y a quien ahora hay que ayudar. Porque la gente verdaderamente solidaria no espera nada de vuelta, pero sí lo merece.