Durante la primera semana de clases y recibiendo a los alumnos ingresantes al 1° Año, se realizó una actividad especial en el marco de conocer el laboratorio del establecimiento, actividad que tuvo como objetivo, además, colaborar ante la situación actual y la necesidad del concientizarse acerca del lavado de manos.

La contradicción en esta historia se celebra y es una excepción: “lavarse las manos” como mejor actitud de compromiso. Como gesto individual pensando en el otro. Una acción en solitario que ayuda a todos. Un ejemplo que en este caso celebramos que se contagie, para que muchos lo hagan en pos de la salud y el bienestar general.

Lavarse las manos, como enseñanza y aprendizaje desde los primeros años de vida y que ahora más que nunca cobra un significado a nivel mundial. Sí, mundial. Porque el impacto es así de grande, en todo el mundo, respecto del coronavirus. Y la barrera, el escudo, el arma super poderosa la tenemos justamente entre las manos… limpias.

Y para sumarle más ayuda al agua y al jabón, la utilización del alcohol en gel. Necesario y cotidiano. Por eso, celebramos y destacamos desde esta nota la actividad educativa desde la toma de conciencia y la práctica, que se llevó a cabo durante la semana pasada en la E.E.S.T. N° 1 “Eduardo G. Oliver”, donde se fabricó el preciado alcohol en gel desde su aula laboratorio.

“Los alumnos de la Escuela Técnica, junto a los docentes del Laboratorio de Química, elaboraron alcohol en gel y luego cada alumno se llevó su envase”, mencionaba la docente y exconsejera escolar Viviana Flosi, que destacaba la actividad que en estos tiempos -y ante la seriedad del tema coronavirus- resulta altamente valorable.

“Estuvo a cargo de los docentes, encargados de medios y apoyo técnico. Ellos recibieron a los alumnos de primer año, los llevaron para que conozcan el laboratorio y, como proyecto, produjeron en la visita alcohol en gel, llevándose cada alumno una muestra de lo obtenido”, detallaba Flosi.

Y remarcaba: “Cabe destacar que esta experiencia ha sido realizada en diferentes escuelas del distrito junto a otros docentes, que no son de escuelas de Educación Técnica”. Y pintaba en palabras la postal de los flamantes alumnos ingresantes y sus docentes, trabajando para su propio beneficio y el de los demás: “Increíble ver cómo del dolor que azota al mundo, ellos construyen desde una necesidad y proyectan instruccional como colaborativamente conocimientos. Felicitaciones a los colegas que además de compartir los protocolos de cuidado de coronavirus, los guían en el camino de la educación técnica como para el mundo laboral, además de mejorar su calidad de vida como la de sus familias”.

La indiferencia… mata. Y si antes no lo entendimos, tenemos esta nueva prueba para hacerlo. Para creer en el poder de un pequeño gesto y, a la vez, justamente en las consecuencias de no tener ese pequeño gesto. Tenemos este tiempo para valorarnos y valorar al otro. Para ayudar y ayudarse, con la conciencia más activa que nunca. Porque lavarse las manos, en estos tiempos que corren, es el mayor gesto de compromiso.